Las razones de una salida
El vaso medio vacío de la operación de compra de Apache por parte de YPF fue, justamente, la salida de otra empresa extranjera del país. Algunos críticos de la política del gobierno nacional rápidamente asociaron el proceso al de la minera brasileña Vale y lo adjudicaron a las medidas restrictivas para el capital internacional, como la imposibilidad de girar remesas al exterior y la suba constante de costos. Todo eso estuvo presente en el análisis de “los popes” de Houston cuando decidieron la venta. Molestó a nivel local que Apache haya quedado afuera del primer Plan Gas. Y el segundo, destinado a las pymes –todo un eufemismo en la industria petrolera– también las sacó del juego por unos pocos metros cúbicos, señal de que su exclusión había sido digitada. Ni hablar del decreto 929, que dio algunas ventajas a las empresas que inviertan más de 1.000 millones de dólares, una cifra que para el volumen de negocio de la firma resultaba inalcanzable. “Fuimos la empresa que más arriesgó, la que más reservas incrementó, la que más dinero destinó al desarrollo de shale y nos pagaron con eso”, se quejó un hombre de Apache tiempo atrás, cuando los rumores de venta arreciaban. Dijo que el 2011 fue año bisagra para la firma, coincidente con las medidas restrictivas para sacar las ganancias en dólares. Desde ese año, Apache “se sentó” sobre sus yacimientos y las inversiones fueron las justas y necesarias para cumplir. La actividad se amesetó a la espera de una resolución final. El nuevo mapa Pero también hay detrás una prematura lectura de lo que creen será el futuro mapa del shale. Ya hay quien dice que las compañías medianas se quedarán sin lugar en un territorio donde YPF busca concentrar posiciones y al que ahora se suma la estatal neuquina GyP. Ya no importará tanto quién opera, dicen, sino quién pone el dinero. Y no es de extrañar que si todo camina como se espera, lluevan los capitales especulativos. Pero, además, existen razones de coyuntura internacional para la salida del país. Apache Corp tomó la decisión de desprenderse de activos en todo el mundo para concentrar esfuerzos en Estados Unidos, donde el mercado está abierto y las ganancias son más a corto plazo. Además de la Argentina, abandonó operaciones en otros países como México.
Comentarios