Liberaron a los efectivos que mataron a Llanquileo
Trascendidos: posible ascenso a los uniformados y malestar en la tropa policial.
Luis García
Nahuel Urra y Gustavo Lucero (de corbata), los abogados que defienden a los efectivos policiales involucrados en el hecho.
NEUQUÉN (AN) – Después del revuelo político que generó la decisión del juez Cristian Piana de detener a los dos efectivos policiales que abatieron al peligroso delincuente rionegrino Elvio “Giovani” Llanquileo (28 años), ayer el magistrado con la causa en su poder tomó la indagatoria del caso y decidió dejarlos en libertad.
La muerte de Llanquileo tuvo impacto en el gobierno neuquino y también en la Justicia de ambas provincias (ver a parte).
Los efectivos detenidos tras la muerte del “Giovani” son dos agente con 3 y 5 años de antigüedad en la fuerza policial: José Mardones (25) y Enrique Painenao (27).}
Painenao recibió tres disparos en su cuerpo, dos impactaron en el chaleco antibalas y el tercero le provocó una lesión a la altura de la ingle de la pierna derecha.
La noche del martes el juez Piana recibió la causa y a pesar del pedido público del gobernador Jorge Sapag para que los liberara el magistrado mantuvo la detención hasta ayer pasado el mediodía cuando indagó a Méndez ya que Painenao continúa internado.
Gustavo Lucero, uno de los abogados de los dos agentes (el oro es Nahuel Urra, por la jefatura policial) , explicó que pasadas las 11 de ayer recién pudo correr vista del expediente y dialogar con Méndez para que fuera indagado, tanto por el juez como por el fiscal de la causa Horacio Maitini.
El relato del policía que estuvo detenido en el Cuartel Central de Bomberos fue minucioso, según indicaron fuentes de la investigación a “Río Negro”.
La versión brindada da cuenta que ellos iban a bordo de un patrullero que manejaba un oficial. Al advertir la presencia de un sujeto arriba de un Fiat 147, sobre calle Luis Agote al 300, frenaron y tanto Méndez como Painenao descendieron del móvil.
Llanquileo, al observar a los policías, salió del auto y saltó la reja del frente de una vivienda.
“Los policías lo cercaron y le dijeron ‘tirate al piso’, pero el tipo estaba de espalda y pretendió engañarlos diciéndoles que vivía en esa casa. Mientras tanto los uniformados le insistían con que se tirara al piso”, confió la fuente consultada.
Se generó un momento de tensión porque, siempre de espaldas a los efectivos policiales, Llanquileo quiso abrir la puerta principal de la casa de una patada, pero no logró el objetivo y encima se le cayó el 38 al piso. Los policías, con mayor nerviosismo, le exigieron que se tirara al piso.
Rodeado y sin escapatoria posible “Giovani”, sin intenciones de entregarse, giró al grito de “ni mierda me voy a tirar, milicos hijos de puta”, a la vez que extraía la Magnum 357 y abría fuego contra Painenao.
Rápidos de reacción los policías repelieron la agresión y Llanquileo recibió seis tiros. El que le ingresó por el intercostal derecho provocó su muerte.
Mientras el oficial del móvil pedía apoyo y una ambulancia, Méndez le pidió al dueño de casa que no saliera hasta que verificó que el delincuente había sido abatido.
Desde la fuerza de seguridad aseguran que “Llanquileo murió en su ley, siempre se manejó así. Lo ridículo del caso es que se haya querido robar un Fiat 147 pero así son estos tipos”, explicó un funcionario policial.
Destacó el accionar de los dos efectivos porque “otra podría haber sido la situación si el tipo hubiese logrado abrir la puerta de esa casa e ingresar”.
La indagatoria concluyó cerca de las 14 de ayer y fue el juez Piana quien le comunicó a Méndez que quedaba en libertad supeditado al expediente, la misma situación corre para Painenao, que permanece internado.
Anoche trascendió que desde el gobierno y la cúpula de la policía se analizaba dar un reconocimiento especial a ambos agentes y no se descarta un ascenso extraordinario, distinción atípica en la policía neuquina, ya que los ascensos se obtienen una vez que se realizan los cursos respectivos.
Puertas adentro de la policía hubo críticas en todas direcciones, ya que recién cuando trascendió la noticia de que Piana había resuelto la detención de Painenao y Méndez, el gobernador, el ministro de Seguridad Gabriel Gastaminza y el jefe y subjefe de la policía, Raúl Laserna y Raúl Liria, a visitar al agente herido.
Hasta ese momento sólo los compañeros de la comisaría Primera lo habían ido a ver.
El último enfrentamiento de “giovani”
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