Llevará tobillera electrónica por violar el aislamiento, amenazar y resistirse al accionar policial
Además, minutos después de recuperar la libertad, atacó con una barreta de hierro a un Ford Falcon que se encontraba estacionado en la vía pública. Allí terminó rompiendo el parabrisas y las dos ventanillas laterales.
La jueza de Garantía, Itziar Soly, le formuló cargos a un joven en Viedma, luego de que fuera acusado por incumplir el aislamiento por la pandemia, atacar a un coche en la vía pública, amenazar a una mujer que pasaba por el lugar y reaccionar con violencia cuando quiso intervenir la policía para calmarlo.
La medida de la magistrada agregó la «apertura de la investigación penal preparatoria por el término de cuatro meses» y la aplicación de varias medidas cautelares: que se le coloque un dispositivo de control satelital, que se le prohíba acercarse a las víctimas de los hechos, a sus viviendas y al local comercial afectado. «Además se reiteró la prohibición de estar fuera de su domicilio entre las 22 horas y las 6 de la madrugada», se aclaró.
Según informó el Ministerio Público Fiscal, el joven «había sido denunciado por sus vecinos del Barrio San Martín, por diversos hechos delictivos en los que habría participado. En la madrugada del 5 de agosto, fue detenido en la vía pública cuando lo encontraron ingiriendo bebidas alcohólicas en las calles 9 de Julio y Remedios de Escalada, pese a la vigencia del aislamiento dispuesto por el decreto del Poder Ejecutivo Nacional, se relató.
Algunas horas después, continuó la reconstrucción dada a conocer en la audiencia, recuperó la libertad pero atacó con una barreta de hierro a un Ford Falcon que se encontraba estacionado en la vía pública. Allí terminó rompiendo el parabrisas y las dos ventanillas laterales.
«Finalmente en horas de la mañana insultó a una mujer con quien se cruzó ocasionalmente, profiriéndole amenazas. La damnificada dio inmediato aviso a un agente de policía que se encontraba en el lugar que intentó calmar al imputado que se encontraba agresivo y opuso resistencia de manera violenta«, concluyó el informe.
Frente a los hechos, la Fiscal adjunta Lorena Chavez le imputó los delitos de «violación de medidas para impedir la introducción o propagación de una epidemia, daños, amenazas y resistencia a la autoridad«.
Como pruebas, la funcionaria aportó «las denuncias penales de los damnificados (tanto quien fue víctima de amenazas como del propietario del vehículo), actas de procedimiento y de aprehensión, así como el certificado médico que denotaba el estado de ebriedad. Se obtuvieron además informes del Cuerpo de Investigación Judicial, las testimoniales de vecinos que dieron su versión acerca de la actitud del imputado así como otros que fueron testigos de los hechos.
Fue Chávez quien requirió las medidas cautelares. En respuesta, la Defensora oficial Graciela Carriqueo no manifestó objeciones a la formulación de cargos aunque sí cuestionó la colocación de la tobillera electrónica.
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