Lo imputaron por amenazar a una jueza de Familia en dos ocasiones

Además, se le impuso una medida cautelar de prohibición de acercamiento a la funcionaria a menos de cien metros y de contacto por cualquier medio.

Un hombre fue imputado por el delito de amenazas en dos ocasiones a una jueza de Familia. También se le impuso una medida cautelar de prohibición de acercamiento a la funcionaria a menos de cien metros y de contacto por cualquier medio, ya sea telefónico, redes sociales o a través de otras personas.

El primer hecho ocurrió el 12 de marzo de este año en el Salón de Usos Múltiples de la Unter mientras se llevaba a cabo una charla en el marco de los 30 años de la «Convención de los Derechos del Niño». En esa oportunidad, el hombre se dirigió a una de las mujeres organizadoras y manifestó: «Entonces, ¿qué tengo que hacer?, ¿matar a la jueza?» refiriéndose a la magistrada que intervino en un trámite judicial en el que él fue parte.

Se le pidió que se retire ya que obstaculizaba la actividad programada y a la vez, se le sugirió a la jueza que no concurra a la charla.

El segundo episodio que relató el fiscal Martín Govetto fue el 16 de junio, cuando el imputado, junto a un grupo de hombres, se manifestaron en las puertas del Juzgado de Familia que estaba cerrado para la atención al público por las medidas de emergencia por la pandemia. El hombre ingresó al edificio gritando: «¿Qué espera el Juzgado que haga?, ¿que vuele el edificio o que cometa alguna locura?».  Esas palabras fueron escuchadas por los empleados que se encontraban en el lugar. 

«A la vez, informaron desde el Ministerio Público, se han informado otros hechos del mismo tenor atribuidos al imputado, de características similares que, al momento, no son objeto de investigación». Pero agregaron que «son numerosas las ocasiones en que la víctima fue increpada por el imputado de manera violenta y que viene siendo blanco de frases que se difunden a partir de una campaña en redes sociales, por publicaciones del propio acusado. Todo destinado a hostigar a la mujer». 

La abogada Karina Chueri se constituyó como querellante y adhirió a la formulación de cargos. En relación al requerimiento de medidas cautelares, argumentó que «estos hechos se produjeron en un contexto de violencia de género, para intentar amedrentar a una jueza de Familia en diferentes ámbitos de su vida, dado que que el origen de esta situación está encuadrada en resoluciones de la magistrada que hacen valer los derechos de niños, niñas y mujeres».

El acusado fue asistido por un abogado particular que rechazó la formulación de cargos por entender que «los hechos relatados por la fiscalía no están tipificados de manera alguna como delito de amenazas».


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