Los 56 años de Senillosa: La llamaron “Laguna del Toro”

Como otros tantos pueblos patagónicos, no tiene fecha formal de fundación pero un autor neuquino expresaría: «Según datos de principio de siglo (XX), el paraje se conocía con el nombre de 'Laguna del Toro', entonces se estableció con un comercio de ramos generales, don Arturo J. Nock, de nacionalidad inglesa». (Alvarez, G., 1997). Aunque familiarmente el arranque histórico tiene otros antecedentes más antiguos, en tiempos de Rosas, con aquel famoso español que se llamó Felipe Senillosa, fallecido en abril de 1858, los posteriores protagonistas del mismo apellido, también Felipe, uno y Pastor el otro, fueron los propietarios de no primeros pobladores la gran extensión de tierra a orillas del río Limay, consecuencia de las mensuras de Edgardo Moreno, Carlos Encina, luego Ernesto Gramondo y otros y el remate de tierras de 1885, anunciado con gran despliegue publicitario en prensa escrita de Capital Federal que concretaron los martilleros Tallaferro y Sánchez y Julián Martínez y Cía. Se remataron 363 lotes quedando sin vender 50. Como hubo problemas con algunos interesados se hizo nuevo remate.

Entonces aparecen en escena «Senillosa Hnos.» en plano figura «F. Senillosa» como adquirentes de los lotes 25, 26, 29, 30 y 33 de la Sección I, Departamento Confluencia con algo más de 12.000 hectáreas, todos lindando con el río Limay y llamativamente en dicho plano, trazado del Ferro Carril Sur figura la «estación Senillosa» y «parada Plottier». Hasta el presente no existe documentación probatoria que los Senillosa hayan estado en la zona conociendo sus inmuebles, sí, el apoderado de ellos, Francisco Mainero, «quien luego de recibir las tierras se dispuso a concretar su ocupación con construcciones destinadas a personal y hacienda. Posteriores informes recibidos en la Dirección de Tierras y Colonias lo dieron por desaparecido en trágicas circunstancias. Muy probablemente asesinado en parajes donde todo estaba por hacerse y donde colonizar implicaba frecuentemente una riesgosa aventura, a veces infructuosa o plagada de dificultades». (Maida de Minolfi, EL, 1981).

En varias publicaciones se ha repetido erróneamente la fecha del decreto que firmaron el presidente Roca y ministro Civit legalizando el dominio de las tierras a favor de los hermanos Senillosa, al expresar 24 de junio de 1889 en lugar de 1899, fácil de comprobar porque en la primera fecha Roca no era presidente. Pero el uso del antropónimo para ese paraje neuquino surge más claramente y en forma definitiva mediante la propuesta del Ferro Carril Sur de llamar Senillosa a la estación construida en terrenos de los nombrados cuyos rieles atravesaban todos los lotes: con la ubicación aprobada por decreto de 23 de febrero de 1910 (Figueroa Alcorta-Ramos Mexía) y que ratificaría el ministro de Obras Públicas ¿como acta de nacimiento?: «Buenos Aires, Julio 5 de 1912. Visto este expediente el Ministro de Obras Públicas, resuelve: La estación ubicada en el kil. 32 del Ferrocarril del Sud, de la prolongación al Néuquén, se denominará 'Senillosa'… Ezequiel Ramos Mexía» (sic).

La «Laguna del Toro» hay otra con igual nombre a 20 km al sur de Sañi Co y luego «Senillosa» fueron atrayendo a individuos de distintas procedencias. La tierra virgen y prometedora, el cercano Limay y de manera especial la estación ferroviaria y la balsa en dicho río, fueron elementos para decidir las primeras radicaciones.

La balsa, con la estación, constituyeron enlace ideal para las comunicaciones con el sur hasta Esquel. Aquel puente flotante mereció la atención de la empresa inglesa del FCS como cuando en 1914 uno de sus directivos escribió epígrafe de una fotografía: «Vista del río Limay en el Paso de Senillosa. La anchura del cauce es de 300 metros, y la velocidad de la corriente, de diez a doce kilómetros. Al tomarse la fotografía no podía cruzarse el río por haberse roto el cable de acero de la balsa». En la parte sur del río había 1500 vacunos procedentes del Chubut (un arreo) que «estaban muriéndose de hambre», pues en la margen norte «abundaban vagones de alfalfa traídos del Alto Valle del río Negro». Así estuvieron tres semanas con la consiguiente muerte diaria de vacunos y el FCS reparó la balsa en forma gratuita (foto). En esa balsa cruzó el ex presidente norteamericano Teodoro Roosevelt, gobernador neuquino Eduardo Elordi, Francisco P. Moreno y otras personalidades, desde Bariloche, en 1913.

Además del poblador inglés nombrado primeramente, en otros escritos se cita a Lisandro Olazábal, Feliciana Gelves, Bernardo Fuentes, Juan de Dios Maldonado y estancias «La Maragata» de Nicanor Fernández, «San José» de la Cía de Tierras del Sud, «Arroyitos» de la sucesión Spinetto María C. De Spinetto compró varios lotes en 1885 contiguos a los Senillosa y «La Pampa», de Clodomiro Soteras.

También aparecen como arrendatarios por 1922, Francisco Pocasanti, Miguel Cóppola y Evaristo Contreras y en publicación de 1924 se anotaba que «convergen a Senillosa para su embarque en la estación, grandes arreos de hacienda procedentes de los territorios del Río Negro y Chubut. Está además sobre la ruta de la línea de automóviles entre Neuquén y Bariloche y es empalme de importantes caminos». (G. C. Edelman, 1924), la cual también informaba contar con destacamento policial, era jefe de la estación Manuel D. Castro, la balsa propiedad de Soteras y Seage que además tenían «almacén, ramos generales y acopio de frutos», tropas de carros de Genaro Villagra. Agricultores, Cristóbal Hervitt, Luis Cotela, Juan de Dios Muñoz, José Nacimiento y ganaderos Pascual y José Rosa, estancia «China Muerta»; Esteban Soteras, «El Cisne»; Vicente Coronel, «San Vicente», Luis Cotela, Antonio Finocchietto, Cristobal Hervitt y José Mellao, estando la oficina de Correos y Telégrafos en Arroyitos con su jefe Pedro Mercado.

Pese a las fechas importantes que registra su pasado, el Concejo Municipal de Senillosa decidió en 1991 que el día conmemorativo anual fuera el 26 de julio (por 1951) en la que el gobierno neuquino (territorio) propuso al Poder Ejecutivo Nacional la creación de la primera Comisión de Fomento.

 

HECTOR PEREZ MORANDO (*)

(*) Periodista. Historiador


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