Los cubanos podrán alojarse en hoteles de lujo

El gobierno de Raúl Castro "libera" otro ítem de consumo, aún lejos para el salario medio. Desde hoy, amplía venta de celulares, PC y electrodomésticos. Se difunde "boca a boca".

LA HABANA. – Entrar en un hotel de lujo, registrarse y aprovechar todas las instalaciones y servicios que ofrece. Lo que podría parecer un acto normal en muchos países, ha causado una gran sensación en Cuba donde, desdela madrugada de ayer, por primera vez en más de una década los ciudadanos de la isla vuelven a tener derecho a alojarse en uno de estos hoteles sin restricción alguna.

La medida incluye la posibilidad de alquilar un coche o inscribirse en las excursiones hasta ahora limitadas a los turistas extranjeros, eso sí, pagando el mismo precio que los foráneos en cuc -el peso convertible, equivalente a 1,08 dólares al cambio bancario-. Forma parte del levantamiento del «exceso de prohibiciones y regulaciones» que prometiera el nuevo gobierno de Raúl Castro hace un mes.

Pero, al igual que otras medidas adoptadas en las últimas semanas – como la liberación de la venta de teléfonos celulares, computadoras, DVD y electrodomésticos a partir de hoy- no ha sido anunciada oficialmente: ningún medio de comunicación cubano se hizo eco de la noticia.

De hecho, ésta tomó de sorpresa a los propios gerentes de los hoteles. «Nos enteramos todos anoche», dijo la directora comercial del Hotel Riviera, Roxana Prieto. «No la esperaba, fue una sorpresa», admitió. «Sencilla y llanamente, a todos los directores de hoteles se les citó, se les informó que a partir de hoy, los cubanos tenían la posibilidad de hacer uso de todos los servicios que cualquier extranjero tuviera, alojarse en los hoteles, rentar un auto, hacer excursiones», explicó. «Ha sido una noticia interna y teledirigida, muchos cubanos todavía no lo saben», corroboraba un empleado del Hotel Nacional que no quiso revelar su nombre. «Entre el personal ha circulado por el boca a boca», aseguró.

Pero si algo funciona rápido en este país caribeño es precisamente el boca a boca, o «Radio Bemba», como le llaman en Cuba. De hecho, el hotel Riviera recibió a su primera pareja de cubanos la misma noche en que se levantó la restricción, confirmó Prieto. Para ello, indicó, los únicos requisitos son los aplicables a cualquier persona que se quiera registrar en un hotel: un documento -el carnet de identidad en el caso de los cubanos- y pagar la tarifa, bien en efectivo o con tarjeta de crédito, aseguró.

El levantamiento de la restricción -que nunca figuró específicamente como ley, puesto que la Constitución cubana incluso garantiza el derecho a disfrutar «de los mismos balnearios», sino que fue una medida tomada durante la crisis de los años 90, provocada por la caída del bloque soviético- era el tema de conversación también en las agencias de alquiler de automóviles. «Para nosotros es una grandísima sorpresa», admitía un empleado de la agencia Cubanacar que pidió mantener el anonimato. Hasta ahora, los cubanos no podían alquilar directamente un vehículo en una de las agencias estatales -únicas- del país. Aunque había «trucos», reconoció el empleado. «Normalmente lo alquilaba un extran

jero y el cubano era el segundo conductor», explicó, agregando que «ahora, el cubano puede venir y ser el titular del coche». Se felicitó por ésta y las nuevas medidas como la liberación de la venta de computadoras o celulares -la única anunciada oficialmente hasta la fecha- que, sin embargo, destacó, «en otros países era un derecho sobreentendido».

«Computadoras, bicicletas eléctricas y microondas… vaya, lo normal, lo que tiene un indio es lo que vamos a tener», ironizó.

«Los cubanos están muy contentos, aunque la gran mayoría no pueda permitírselo, al menos ya no está prohibido», coincidía con sus compañeros.

 

Lejos del salario medio

 

Con un salario medio de 17 dólares, las tarifas de los hoteles internacionales, a un promedio de 150 dólares por noche la habitación doble, están muy alejadas de las posibilidades de la mayoría de los cubanos que no tengan acceso a remesas o perciban divisas de alguna otra manera, es decir, los menos. El alquiler de un vehículo ronda los 80 dólares diarios, un precio tampoco asequible para la mayoría. Pero, coinciden observadores, se trata de medidas «psicológicas», de saber que, en caso poder permitírselo, los cubanos podrán hacerlo.

Muchos nacionales habían criticado la restricción hotelera que regía en el país, y que algunos calificaban de «apartheid» cubano.

Ramón, un chofer privado cuyo salario ronda los 50 dólares mensuales, tampoco sabe cuándo podrá permitirse pasar una noche en esos hoteles de lujo. Aun así, aseguró que la noticia es una «maravilla» y se felicitó por que los cubanos «puedan disfrutar ahora de las instalaciones de nuestro propio país». La medida, señaló, supone sobre todo una pequeña apertura. «Ahora veo un poquito más de libertad». (DPA)

SILVIA AYUSO


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