»Papá, necesito hablar con vos»

El Rojo se consagró campeón del Integración y se quedó con la Copa Diario Río Negro, tras ganarle la final a Cinco Saltos. Luciano Alonso volvió a jugar, lo hizo en gran forma y fue el encargado de levantar el trofeo. Un campeón que será recordado.

Foto: Oscar Livera

La consagración de Independiente de Neuquén en el Integración de básquet 2019, tras ganarle la final a Cinco Saltos, puede ser analizada desde distintos puntos.

Uno es el deportivo. El Rojo fue superior a su rival y ganó el cuarto partido para quedarse con la serie 3-1 y alzarse con la copa Diario Río Negro.
Otro es la ausencia de los dos goleadores principales del equipo en momentos decisivos y cómo Gustavo Oviedo y sus dirigidos se sobrepusieron a esa adversidad jugando en equipo.

Pero también es un estricto acto de justicia que la voz cantante sea Luciano Alonso, quien volvió del retiro para jugar este torneo y fue una de las piezas fundamentales para ganar.
Luchi analizó la final: ‘‘Cuando se supo que Juan no iba a jugar muchos pensaron que iba a ser muy difícil. Pero en lo personal vi seguridad en Cusa (Oviedo), en Joaquin (Suárez, asistente), en el profe, que nos transmitieron a nosotros. Uno a veces duda, ellos venían de ganarle a Español que es un equipo de otra categoría. La tranquilidad de ellos nos dio confianza. Entiendo que los que los miran de afuera pensaban otra cosa. Ellos tienen un gran equipo, juegan muy bien al básquet pero venían con mucho desgaste’’.
Sobre el entrenador y su empatía con él, Alonso explicó: ‘‘Lo conozco y comparto su idea, que es poner el equipo por sobre los nombres y que las individualidades lleven a un funcionamiento general. Cada uno entendió su rol, cuando uno anda afilado vamos detrás de ese jugador sea quien sea. Al principio nos costó porque queríamos resolver individualmente, pero nos fuimos dando cuenta que no era por ahí. Cuando nos pasábamos la pelota crecimos como equipo’’.

En cuanto a las ausencias en el tramo final, Luchi contó algunos detalles: ‘‘Cuando se lesionó Pablo pasé a ser sexto hombre, volvió Luca Canestari que venía lesionado y apareció Valen Delgado. Los dos hicieron un gran papel y el resto que venía jugando también creció. Es un de tener un plantel con jugadores criados en el club eso reluce las ganas de ganar’’, cerró el 10.
Independiente volvió a ganar un título importante pese a que no era el principal candidato. Apostó a un plantel, tuvo filosofía de juego y aprovechó sus oportunidades.

Tal como ocurrió adentro de la cancha, los distintos estamentos (dirigentes, cuerpo técnico y jugadores ) funcionaron en pos de un logro colectivo y por eso es la familia del Rojo, en su conjunto, la que festeja este merecido campeonato.

Gustavo Oviedo le había preguntado a Luciano Alonso un par de semanas antes si no quería volver a jugar. Pero el punto de inflexión para que el 10 volviera a jugar un partido oficial fue una conversación con su hija Francisca.

Era muy temprano en la mañana cuando llegó un planteo inesperado camino a la escuela: ‘‘Papá, necesito hablar con vos. Quiero que vuelvas a jugar’’.

Así arrancó la conversación, donde la cara del Luchi apenas pude imaginarse ante semejante pedido de su hija, quien apenas tiene 7 años.
Ella y Bautista (3) no son tan apasionados como el padre por el deporte, pero igual comparten mucho tiempo en el predio de Independiente.

‘‘No quiero que hagan algo porque su papá se lo impone. Ella (por Francisca) va por el lado artístico, pero me gusta que tengan vida de club. Eso si me gusta dejárselos porque son experiencias que quedan para toda la vida’’, dijo.
Papá no solo volvió, sino que fue clave para el título que obtuvo Independiente.


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