Lula en problemas: aliados le dicen «no, gracias»

RIO DE JANEIRO (AP) _ El presidente Luiz Inacio Lula da Silva fue desairado en su iniciativa de otorgar una presencia mayor en su equipo ministerial al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), en momentos en que más apoyo necesita de sus aliados para navegar en las aguas turbulentas creadas por denuncias de irregularidades administrativas y sobornos.

El PMDB, otrora la casa común que cobijó a muchas de las organizaciones opuestas a la dictadura militar, le dijo no a Lula, presionado por algunos líderes que procuran independencia política para caminar sin compromisos con el gobierno hacia las elecciones presidenciales del próximo año.

Michel Temer, el presidente de la organización que por su posición centrista no era vista con simpatías por el Partido de los Trabajadores (PT), el eje del gobierno, anunció que le diría a Lula «no, gracias'' pues no había unanimidad en su partido para tener una mayor participación ministerial.

«El presidente fue muy leal conmigo cuando la semana pasada me dijo que quería contar con el PMDB unido y voy a decirle, también por un deber de lealtad, que eso n será posible'', dijo Temer. Aseguró, sin embargo, que Lula podrá contar con el apoyo del PMDB en el congreso, donde es la primera fuerza, en el Senado, y la segunda en Diputados, después del PT. Temer difundió en la jornada una carta enviada a Lula donde manifiesta que el PMDB por «unanimidad» decidió «apoyo integral a la gobernabilidad», pero que dividido en su seno, una fracción del partido «no desea cargos para cumplir con esta tarea».

Por su parte el líder de la bancada del PMDB en el senado, Ney Suassuna, dijo que por decisión de los 19 de los 22 senadores del partido y de los 52 de los 85 diputados, seguirán apoyando al gobierno en las cámaras del congreso. «El PMDB no va a dejar de cumplir su papel en el sentido de garantizar la estabilidad de las instituciones, ayudar en la manutención de las bases económicas y contribuir para el regreso de la normalidad al ambiente político'', dijo el senador. El PMDB tiene dos ministerios a su cargo y Lula estaba dispuesto a otorgarle hasta cuatro, inclusive la cartera de Minas y Energía, para consolidar una imagen estable y sólida en los 18 meses que le quedan de administración. Contra la iniciativa de Lula se colocaron algunos gobernadores y otros líderes, especialmente el ex gobernador de Río de Janeiro, Anthony Garotinho, que disputó la presidencia con Lula en 2002 y es un crítico acérrimo del gobierno.

Ahora se desconocen las cartas que el gobierno podría jugar para inyectarse mayor fortaleza y capear la tormenta política en curso desde hace un mes cuando fueron denunciadas irregularidades en el sistema nacional de correos y un diputado derechista acusó al PT de comandar un esquema de sobornos para asegurarse la lealtad de algunos aliados en el congreso.

Las denuncias calaron hondo, pues el PT era considerado un adalid de la decencia política.

Las audiencias públicas que comenzaron hace dos semanas son el centro de atención del país pero sólo algunos puntos parecen claros: había dinero, aparentemente originado en agencias de publicidad, pero aún está por determinarse el verdadero origen de ese dinero y su destino.

La oposición abre otro frente

BRASILIA (DPA) – La oposición al gobierno del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, consiguió ayer abrir un nuevo frente para hostigar al oficialismo, al instalar una nueva Comisión Parlamentaria Investigadora (CPI) que averiguará irregularidades en los «bingos».

Los opositores Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB) y Partido del Frente Liberal (PFL) aprovecharon un error de las fuerzas gubernistas para formalizar la creación de la nueva CPI, que apunta directamente a un ex asesor del ex ministro José Dirceu. En febrero del año pasado, un empresario de juegos de azar conocido como Carlinhos Cachoeira dio a conocer un video en el cual aparecía el asesor del ministro José Dirceu, Waldomiro Diniz, pidiendo al empresario una contribución electoral . Diniz fue destituido y el escándalo provocó el alejamiento de Dirceu de las funciones de coordinador político .

El Partido de los Trabajadores (PT) había logrado desactivar la comisión investigadora, pero un descuido de dos aliados, los senadores Mozarildo Cavalcanti (PTB) y Magno Malta (PL), hizo que participasen en la reunión inicial, completando el número necesario y la CPI fue constituida.