Mal ejemplo presidencial en Formosa: sin barbijo y a los abrazos

Imprudencia tras un acto oficial: Fernández e Insfran efusivos, sin mantener mínima distancia ni proteger sus rostros. Contradice la enfática prédica de cuidarse en la pandemia.

El presidente de la Nación que nos recalcaba con voz grave que “el virus está circulando por las calles”, que es necesario quedarse en casa y que “la cuarentena va a durar lo que tenga que durar para que los argentinos estén sanos y no se mueran”, dio ayer en Formosa un muy mal ejemplo a los ciudadanos: se mostró sin mínima distancia, sin barbijo, hablando cara a cara y a los abrazos con gobernador Gildo Insfran.

La visita presidencial había comenzado con estricto cumplimiento del protocolo sanitario en esa provincia. A la llegada al aeropuerto, a ambos mandatarios se los había visto con barbijos y saludándose con los codos.

Pero al término del discurso de Fernández durante la firma de un convenio para la ejecución de obras públicas (en el que no ahorró calificaciones elogiosas a Insfrán, considerándolo «uno de los mejores políticos y seres humanos»), ambos se fundieron en un abrazo sin recato… ni tapabocas. Es más, Insfrán le habló al presidente a centímetros de su cara.

Por si fuera poco, a la salida del acto, una muchedumbre vivaba al jefe de Estado. Fernández, avanzó rodeado de la multitud con el barbijo solo sobre el mentón, y hasta se tomó una selfie con un celular ajeno.

Más allá de que Formosa y Catamarca son las provincias que insólitamente registran cero casos en todo el país, lo que ha reflejado la presencia presidencial de ayer fue una imagen inquietante -imprudente- en el contexto de los días que vivimos y del mensaje que se predica para justificar la continuidad de la cuarentena.


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