Marihuana: diferencias clave para prevenir el consumo problemático

El aumento del consumo de marihuana en los jóvenes es una tendencia global que nos pone en alerta. Pero, ¿a qué se debe? ¿Cuáles son las diferencias con el cannabis medicinal? La psiquiatra Romina Capellino explica las consecuencias del consumo problemático

“En mi práctica diaria en consultorios, en los últimos años, he visto un incremento del consumo de marihuana en personas jóvenes. Esto está en coincidencia con lo que ocurre a nivel mundial. En Argentina, según una estadística del Sedronar en 2016, se incrementó la cantidad de jóvenes que comienzan a fumar cannabis antes de los 15 años. A su vez, el 80% de los jóvenes que prueban marihuana continúan consumiendo”. Así, con estas cifras contundentes, la Especialista en Psiquiatría Romina Capellino nos pone en alerta de una situación que crece cada vez más.


La médica comentó que en muchas ocasiones los jóvenes “empiezan a consumir cannabis como si fuera un medicamento, buscando relajarse o combatir episodios de ansiedad o depresión”. Y esto guarda relación en parte con el contexto actual que le toca atravesar a la juventud: según un relevamiento realizado por Unicef entre más de 8.400 jóvenes de entre 13 y 29 años, un 27% reportó haber sentido ansiedad y un 15% depresión en los últimos días. Y no solo eso: el 46% reporta tener menos motivación para realizar actividades que normalmente disfrutaba, mientras que un 36% se siente menos motivada para realizar actividades habituales.

Pero, ¿a qué se debe este aumento? Es importante resaltar que desde que la aprobación del cannabis medicinal fue ganando terreno a nivel global, parece haberse relajado el discurso respecto a la marihuana en general, como si fueran lo mismo. Y no es así, claro. La planta de cannabis tiene varios componentes, pero hay dos que son los más conocidos: “Uno sería el que se busca consumir de forma recreativa, que es el THC; y el otro es el cannabidiol, el componente que se usa para el cannabis medicinal. En Argentina, en 2017, se sancionó la ley que da el marco regulatorio para llevar adelante todas las investigaciones médicas y científicas sobre lo que es el cannabis medicinal”, aseguró Capellino.

Con este avance creciente en la investigación del cannabis medicinal, llegan también las relajaciones en otros ámbitos. Y es allí donde la falta de información se torna riesgosa. “Con todo esto ha habido un incremento aún mayor en el consumo de marihuana de forma recreacional, entendiendo que el cannabis es inocuo y hace bien. Muchas de las personas que consumen lo hacen buscando resolver trastornos de sueño, ansiedad, falta de creatividad… Al comienzo, en el primer contacto con el cannabis, la persona siente una sensación de mayor introspección y sensibilidad. Pero eso desaparece y está comprobado científicamente que con el uso crónico aparece deterioro cognitivo”.

Uno de los grandes problemas, entonces, parte de la confusión: el cannabis medicinal no es lo mismo que consumir cannabis de forma recreacional. Y, vale resaltarlo, el cannabis medicinal aún está en investigación: “Tiene una acción antigénica y puede tener efectos analgésicos y antiinflamatorios, pero dentro de las indicaciones puntuales para lo que está aprobado, por ahora no se cuenta como un tratamiento para la ansiedad. En medicina nos guiamos por organismos que regulan los medicamentos. En el caso del cannabis medicinal hay pocas patologías que tienen su indicación”.

La manipulación de las plantas de marihuana para el consumo recreativo quitan cada vez más las propiedades terapéuticas.


Hay otro gran inconveniente: hablamos de jóvenes. “La adolescencia es un período crítico del desarollo del cerebro, todavía no terminó de madurar. Cuando se comienza a una edad temprana, eso genera un peor pronóstico: mayor riesgo de desarrollar trastornos psiquiátricos y adicción”, añadió. “El consumo también genera un síndrome amotivacional, que es parecido a un trastorno depresivo. Hay una pérdida de la capacidad de placer, anedónea, apatía, pérdida de energía, dificultad en la concentración, pérdida de la noción de productividad y más”, añadió Romina.

La especialista explicó que hay mitos instalados en torno a que la marihuana es “buena e inocua. Tiene su componente terapéutico que puede ser el cannabis medicinal, pero la marihuana que se consume de forma recreacional puede transformarse en un consumo problemático o una adicción. Y el consumo problemático puede ser ocasional o sostenido. Un solo consumo puede ser problemático: una intoxicación, o que esa persona maneje, puede ser un riesgo para las personas”.

En este aspecto, es importante poder charlar el tema con los jóvenes y explicar las consecuencias. La información es la clave para evitar confusiones y, sobre todo, para prevenir.


Hoy comienza el curso por YouTube



La Agencia para la Prevención y Asistencia ante el abuso de sustancias y adicciones en Río Negro organiza el curso “Hablemos de Marihuana”, que se llevará a cabo desde hoy por YouTube. Romina es una de las integrantes de los paneles.

Este curso consiste en una charla mensual que se va a dictar desde junio a diciembre de este año. Está pensado para los segundos lunes de cada mes, de 17 a 18:30, y se va a transmitir por YouTube. Para acceder al curso es necesario inscribirse, y ya hay más de 500 anotados.


“En el primer módulo vamos a tratar las generalidades, pero después iremos abordando consecuencias sociales, marco regulatorio, accidentes de tránsito, el ámbito laboral y lo medicinal”, comentó Capellino; mientras que aseguró que “para noviembre vamos a tener al doctor Jorge Manzanares, un catedrático español especialista en cannabis medicinal, cuya línea de investigación apunta a ver si se pueden tratar algunas enfermedades neuropsiquiátricas con cannabis medicinal”.

Según explicaron, la intención del curso es que a través de la información se logre prevenir el consumo problemático.


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