Marinero sobrevivió por segunda vez a una tragedia

Treinta años atrás había sido el único sobreviviente al quemarse un barco. Ahora sufrió la misma experiencia cuando el arenero en el que trabajaba fue embestido en el río Paraná.

DyN

Dos guardacostas permanecían junto al arenero hundido en Zárate.

Héctor Bogado tiene 62 años y el sábado salvó por segunda vez su vida: fue el único sobreviviente del naufragio del arenero Río Turbio, luego de ser chocado por un barco de bandera paraguaya. Hasta ayer habían sido rescatados los cadáveres de seis de los compañeros de Bogado, mientras que los buzos mantenían la búsqueda de otro.

“El Negro” Bogado, que vive en San Francisco Solano, era el maquinista del Río Turbio, y había sido el único sobreviviente de otra tragedia en la que murieron sus compañeros en un barco que se incendió, hace casi treinta años, según contó su familia al diario Clarín.

El sábado, Bogado flotó una hora y media durante la madrugada con frío y a oscuras hasta que lo rescataron.

El hombre se encontraba ayer internado en el sanatorio “Sol” de Quilmes, en buen estado en general, pero necesitado de auxilio psicológico, según revelaron sus compañeros del sindicato de trabajadores portuarios.

Una hija de Bogado relató que “el barco se hundió en menos de cinco minutos, pero gracias a su experiencia, logró moverse de tal manera adentro del buque que el agua no lo chupó. Así, en la sala de máquinas se fue agarrando de donde pudo y logró salir a la superficie. Milagrosamente, encontró un salvavidas sobre el que flotó una hora y media, en plena madrugada y con frío, hasta que lo rescataron”.

“Me contó que al salvavidas lo alcanzó con desesperación, acercándolo con los pies. Cuando llegó a él, esperó ver a alguno de sus compañeros pero no sucedió; tampoco oyó gritos ni pedidos de auxilio. Nos dijo que a la mayoría el choque los sorprendió mientras dormían”, precisó la mujer.

Según le relató su padre, “de pronto vio cómo el barco se dio vuelta y decidió tirarse al agua”. Lo rescató gente del buque paraguayo y después llegó la Prefectura. Cuando fue trasladado al hospital de Campana presentaba un cuadro de hipotermia leve y politraumatismos. Pero eso no era todo.

“Tragó agua, aceite, gasoil… hubo toneles que se abrieron y varias explosiones”, añadió Vanesa.


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