Más dudas camino a la reelección

¿Internas para presidente en el gobierno y el peronismo? Improbable. Sin embargo, esa carta se juega en las dos principales trincheras electorales. Habla de las debilidades de sus candidatos expectables, Mauricio Macri y Cristina Kirchner.

El oficialismo viene revolcado en ese debate desde hace semanas por impulso de la cúpula de la UCR. Parece una discusión vacía, en la que ni siquiera cree Martín Lousteau, supuesto interesado y apuesta radical para competir con Macri. El exministro filtró en uno de los diarios nacionales de esta semana que los radicales están manipulando su candidatura para ganar espacio en Cambiemos, una prioridad que no deja de ser curiosa para los días que corren.

La cumbre partidaria del lunes pasado en Corrientes relegó en efecto el reclamo de una interna y pidió en cambio discutir la integración de las fórmulas (ponerle un vice radical a Macri), además de que se revise la suba de tarifas y se activen políticas en favor del consumo. Pero el sector alfonsinista volvió a reclamar en estas horas que un radical compita con el presidente y exigió que todas las diferencias sean dirimidas mediante elecciones. Hablaban también de Córdoba.

La interna que enfrenta al diputado Mario Negri con el intendente de Córdoba Ramón Mestre por la candidatura a gobernador reproduce con mayor dramatismo la discusión nacional. A una semana de las primarias, nadie sabe qué destino tendrá esa pulseada entre radicales y no se descarta una ruptura.

Massa no respondió al llamado a la unidad del kirchnerismo y dedicó el viernes, Día de la Mujer, a la agenda de género. Pero en privado apostó a que si hay PASO no hay candidata.

Negri quiere evitar la interna radical y exhibe el apoyo estratégico de la Casa Rosada, lo que bien mirado no significa nada: ningún candidato de Cambiemos va a hacer campaña en nombre de Mauricio Macri, como puede comprobarse hoy en las elecciones de Neuquén (donde ese desinterés es además recíproco). Mestre, con mayor inserción territorial en Córdoba que Negri y el apoyo del ala progresista del partido, busca en cambio ganarse su candidatura a gobernador en las urnas. Decidirá la Justicia, pero este debate parece también insustancial: no hay quien discuta la supremacía del peronista Juan Schiaretti, que va por la reelección el 12 de mayo.

En el peronismo la confusión no es menor. Cristina Kirchner aún no confirmó su candidatura. Pero impulsó al congreso del PJ a hacer un nuevo llamado a la unidad, una unidad bajo su liderazgo. Ya había hecho lo mismo semanas atrás con el PJ bonaerense.

A horas de la convocatoria en el estadio de Ferro José Luis Gioja, presidente del PJ, y el camporista Eduardo de Pedro invitaron a todos los peronistas a participar de una primaria abierta para definir las candidaturas. Se incluyó a los gobernadores y por primera vez se hizo un pedido explícito a Sergio Massa. Alberto Fernández reforzó la convocatoria y consideró clave el acercamiento del tigrense: “Es el único que tiene votos”.

Massa no respondió y dedicó el viernes, Día Internacional de la Mujer, a la agenda de género. Pero en privado apostó: “Si hay PASO, no hay candidata”. La experiencia reciente muestra que en el 2017 Cristina Kirchner se resistió a abrir su interna a Florencio Randazzo en la provincia de Buenos Aires. Los pocos puntos que sumó por afuera su exministro le costaron la elección. Pero todos tenemos derecho a cambiar.

En un escenario de estanflación e inestabilidad cambiaria, una victoria simbólica de Cristina Kirchner sembraría más dudas en el camino de Macri a la reelección.

“Nunca van a decir nos equivocamos, pero aprendieron del error. Obviamente ella cambió de opinión”, dice a esta columna un dirigente peronista bonaerense que participó del congreso.

Todo puede sonar muy preliminar cuando faltan más de tres meses para el cierre de la listas para las primarias y difícilmente se resuelva nada hasta mayo, por lo menos. Sin embargo, el calendario electoral se pone en marcha hoy.

En los últimos días, la elección en Neuquén ha dejado de ser una pelea entre tercios y muestra una tendencia a la polarización, sin la presencia de Cambiemos en uno de los extremos. Se sabe que el gobierno no es ajeno a ese giro: su principal apuesta es ahora a evitar abiertamente un triunfo del Frente Unidad Ciudadana. En un escenario de estanflación e inestabilidad cambiaria, una victoria simbólica de la senadora Kirchner sembraría más dudas en el camino de Macri a la reelección.


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