«Matar a un perro sano no es eutanasia, es simplemente asesinato»
A partir de la nota que fue publicada el 11/10 por el médico veterinario Andrés J. Kaczorkiewicz, titulada:»Callejeros», quiero expresar lo siquiente:
Jamás podré entender que un profesional de la medicina (en este caso veterinaria) insista en la muerte de seres inteligentes como método de control poblacional y en su largo relato haya mentiras indignantes para intentar justificar lo injustificable.
Eutanasia no significa una muerte sin dolor: es ayudar a bienmorir a un ser que está sufriendo una enfermedad terminal y sin posibilidad de recuperación.
Los que siguen pregonando la muerte masiva de los perros como método, eligieron esta palabra para poder disfrazar mejor su perversidad.
Matar a un perro sano, que comparte un 80% de genes idénticos al ser humano y posee una inteligencia de un niño de dos años, no es eutanasia, es simplemente un asesinato.
El otro recurso utilizado por el Dr. Kaczorkiewicz es el de crear temor en la población a epidemias producidas por los perros.
El 98,5% de los casos de infecciones que sufre el ser humano las transmite una sola especie: el mismo ser humano.
En su afán de justificar la muerte como método, también induce a una aversión canina por una supuesta frecuencia de mordeduras.
¿Qué pena daría entonces el Dr. Kaczorkiewicz a los humanos responsables de los 28.000 delitos graves y gravísimos cometidos en su provincia de Neuquén el año pasado?
Descree de las campañas de esterilización como método válido cuando es el único efectivo, racional, económico y duradero en ciudades que han logrado controlar la población canina.
Cada perra operada evita 8.000 descendientes propios y de su descendencia, algo que este veterinario admite. Refiere que no existe costo-beneficio: los insumos para cada cirugía, incluyendo anestesia, cuestan tan sólo cinco pesos y se evitan miles de nacimientos.
Las matanzas son económicamente muchísimo más caras.
Entonces, ¿qué otro dato necesita para valorar este método?
Los municipios que intentan demostrar que las campañas no son apropiadas (pongo como ejemplo la Municipalidad de Neuquén) es porque justamente no las han realizado en número, secuencia y organización requerida.
No es que el método no ha servido en Neuquén sino que los funcionarios ineficientes utilizaron esos fondos para cualquier otra cosa, menos para lo que estaban destinados.
En cambio, ninguna ciudad jamás pudo controlar la reproducción mediante las matanzas: Ushuaia y Mar del Plata son dos claros ejemplos conocidos en todo el mundo, donde sus funcionarios siguen matando sin resultado alguno.
En su último párrafo habla con cierto desprecio sobre los proteccionistas.
Es cierto que podemos pensar y actuar muy distinto a otras personas, especialmente a aquellas que tienen un muy discutible respeto por la vida.
Agradeciendo la publicación de esta carta, los saludo muy atentamente.
Dr. José Luis Rodríguez
Médico cirujano (Mat. Nac. 56.601)
Presidente Asociación para la Protección de Animales de Tres Arroyos (Argentina)
http://perso.wanadoo.es/jllrodriguez/
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