Mercosur: crisis existencial

Los fuertes desacuerdos y visibles enojos que marcaron la última cumbre del Mercosur, donde Argentina cedió la presidencia semestral a Brasil, confirmaron el resquebrajamiento cada vez mayor del bloque, nacido hace 30 años para potenciar una inserción integrada de la región en el mundo y que hoy se ve paralizado por desacuerdos de fondo entre sus socios sobre la naturaleza de la asociación que no se logran resolver y que lo llevan a la parálisis y a la irrelevancia.

Estas diferencias quedaron marcadas el miércoles, antes del encuentro virtual, cuando el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou adelantara que su país avanzará en negociaciones individuales con naciones extrazona (léase China), rompiendo una norma de 20 años, que obliga a contar con el visto bueno del bloque para sellar este tipo de pactos comerciales. La decisión implicó el rechazo de Brasil, Paraguay y la advertencia del presidente Argentino Alberto Fernández de “honrar los pactos originarios” y de que “nadie se salva solo” en la actual crisis. El nivel de desacuerdo quedó en evidencia en un gesto técnico: cada país transmitió por separado el discurso de su propio presidente, cuando la tradición del bloque era transmitir en vivo todas las intervenciones.

El contrapunto quedó reforzado cuando el mandatario brasileño Jair Bolsonaro señaló que su presidencia pro témpore tendrá dos objetivos básicos: revisar el Arancel Externo Común (AEC) y adoptar mecanismos más flexibles para negociar acuerdos comerciales con otros países. Ambas propuestas son resistidas por Argentina y el poderoso bloque industrial de Sao Paulo, que ven en este avance liberal un riesgo de “afectar el entramado productivo” y “una reprimarización” de las economías regionales. Desde Brasilia y Montevideo se ve a esta actitud proteccionista como “defensiva” y desactualizada respecto de cómo funciona la economía actual.

Nacido en 1991, el Mercosur representa un mercado de 300 millones de personas y un territorio de casi 14 millones de kilómetros cuadrados. Surgía en un mundo de múltiples bloques con tratados de libre comercio y buscaba la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos, la eliminación progresiva de barreras arancelarias entre sus socios y converger en materia regulatoria y políticas económicas.

Sin embargo, para los expertos la unión aduanera avanzó demasiado lento al interior del bloque y es muy rígida en su vinculación con otros espacios y en adaptarse a las transformaciones de la economía global, en un marco de ascenso de China y de la región Asia Pacífico frente al relativo declive de EE.UU. y los nuevos flujos de comercio e inversiones de la economía del conocimiento, donde las claves pasan menos por la geografía y bienes y más por la propiedad intelectual, servicios, normas no arancelarias y la integración de capital intangible en cadenas de valor.

Cuando nació el Mercosur, el arancel promedio en el mundo era del torno al 15,5%. Desde entonces ha descendido hasta un 5,5%, mientras que el Arancel Externo Común (AEC) del bloque se ha mantenido en casi 13%. Brasil, Uruguay y Paraguay plantean llevarlo al 6 o 7%, pero enfrenta una férrea resistencia de Argentina, que por sus problemas económicos acentúa el proteccionismo. Hoy el Mercosur representa menos del 3% del PBI y apenas el 1,4% de las exportaciones globales.

Los socios menores del acuerdo, Uruguay y Paraguay, pagan más por productos brasileños y argentinos, pero exportan más al resto del mundo que al Mercosur, de allí su reclamo de cambios.

Quizás lo más preocupante es que el Mercosur no haya podido consolidar mecanismos de gestión independientes de la coyuntura política. De allí los roces constantes, las políticas erráticas y la incapacidad para conciliar intereses, con una diplomacia que depende mucho de la afinidad personal o ideológica entre los presidentes de turno.

Así quedó graficado en la cumbre reciente, lo que no permite ser optimistas sobre el futuro del bloque, ante la magnitud de los desafíos que enfrenta.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios