Messi, el futbolista eterno que viaja por el tiempo siendo el mejor

La perpetuidad en la historia dorada de Lionel Messi puede estar mancillada de alguna injusticia para con el resto de los mejores futbolistas del planeta.

Esta vez pudo haber sido víctima el polaco Robert Lewandovski, colmado de méritos en el 2020 pandémico pero con la desgracia de que la entrega del Balón de Oro fue suspendida ese año. O alguna vez los mosqueteros de Barcelona, Xavi Hernández y Andrés Iniesta, merecieron mejor suerte en la terna ante el joven Messi cuando se quedó con cuatro galardones consecutivos (los primeros de los siete que tiene hoy) entre 2009 y 2012, hasta la irrupción estelar de Cristiano Ronaldo. En definitiva el único con categoría “extraterrestre” capaz de discutirle un lugar entre los astros al jugador más brillante de la historia.

Messi es como un futbolista eterno que viaja por el tiempo condenado a ser siempre el mejor. Un día propuso poner la vara en un lugar sólo visible para la excelencia, y como ojos que no ven, corazón que no sienten, pocos han contado con esa comunión especial entre encanto y espontaneidad para hacer cosas distintas al resto. Leo lo ha hecho siempre.

A lo largo de 13 años ininterrumpidos Messi ha estado ahí, en la cúpula, en el demo de su gracia natural construyendo hazañas que nunca nadie había logrado.
¿Cuántas marcas intocables por décadas, en España, Europa o la Selección Argentina, ha derribado Messi? ¿Cuántos récords añejados en los libros del fútbol tuvieron que desempolvarse ante la irrupción de su magia indescifrable?


En este 2021 que ya se va, Messi ganó su primera Copa América luego de 16 años de lucha junto a la Selección Argentina siendo uno de los goleadores del torneo, fue el Pichichi de la Liga Española por quinta vez consecutiva, ganó la Copa del Rey junto al Barcelona y quedó como máximo artillero a nivel selecciones del continente marcando 80 goles, tres más que Pelé.
No es poco si se lo compara con el bueno de Lewandovski, su rival en la puja por el trofeo que entrega France Football.

Messi mira su reino, pero sin desdén ni vanidad. No es su estilo. El sólo es “un animal competitvo”, como alguna vez lo describió Pep Guardiola. Leo ganó su primer Balón de Oro en el 2009 a los 22 años y este lunes ganó el séptimo a los 34.

Los méritos del primero seguramente fueron más frescos y explosivos que el del 2021. Éste último lo han hecho distintivo razones más maduras y cargadas de simbolismo albiceleste, en el último mojón que le faltaba alcanzar al crack en su camino hacia la gloria plena.
Messi sigue siendo el rey, es su era, su tiempo, hasta que decida retirarse. Para el resto, resignación y respeto, y a seguir participando.


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