Misteriosa muerte de una mujer en El Bolsón

La víctima tenía 69 años y un cinto en el cuello. La casa estaba cerrada pero la llave estaba adentro, en el piso

Personal de Criminalística levantó rastros en la vivienda de la víctima que ahora serán cotejados en los archivos.
EL BOLSON (AEB)- Toda muerte violenta conlleva una dosis de misterio. Y si esa muerte sucede en un cuarto cerrado por dentro, las incógnitas se acrecientan. Algo de eso sucedió ayer en El Bolsón con el hallazgo del cadáver de una sexagenaria, con evidentes signos de agresión, dentro de su vivienda cerrada con llave. El caso sorprendió a los investigadores y aún no han indicios ciertos que permitan descubrir a el o los agresores.

Ildefonsa Blanco (69) fue encontrada ayer en su vivienda de Mallín Ahogado con golpes en el rostro y un cinturón anudado flojamente al cuello. Como aún no se conoce el resultado de la autopsia, la causa exacta del deceso también está en el terreno del misterio.

Según señaló una fuente policial, un peón de la mujer y un vecino fueron los que hallaron el cuerpo, acostado en un sofá en la humilde vivienda que la anciana ocupaba en la zona rural de Mallín Ahogado. Para ingresar, tuvieron que forzar una ventana.

La mujer tenía un golpe cortante en el tabique nasal y un cinturón (que no le pertenecería) anudado al cuello. Hematomas marcaban el lugar donde oprimieron para quitarle la vida.

La investigación policial fue meticulosa. Personal de Criminalística constató la posibilidad de que el o los autores cerraran la puerta principal de la vivienda por afuera y luego pasaran la llave por debajo. En la parte inferior del acceso hay una mínima abertura que reforzaría esa hipótesis.

En la vivienda no se encontraron signos que permitieran suponer una lucha violenta. Sólo en una de las habitaciones había pertenencias revueltas como si el agresor hubiera buscado algo.

«Había vendido unas ovejas y tendría unos 2.000 pesos» señalaron familiares de la víctima, reunidos en el lugar. La revisión del escenario del aparente crimen no permitió determinar el faltante de dinero u otros objetos.

La policía se mostró extremadamente cauta. A pesar del hermetismo, trascendió que existen algunos indicios que señalarían a un hombre (estaría relacionado laboralmente con la víctima) como el potencial agresor. Incluso, se indicó que se concretó el secuestro de una campera ensangrentada, aunque no se sabe si esto puede tener relación con el hecho.

La mujer vivía sola en una zona alejada de El Bolsón. Tenía costumbres metódicas por lo que extrañó que no contestara cuando fueron a buscarla a la vivienda. Según algunas fuentes, el peón fue el último en verla con vida cerca de las 22 del lunes y él mismo fue el responsable del hallazgo del cadaver en la madrugada del martes. Lo que pasó en esas pocas horas aún es un misterio.

Los misterios policiales fueron la especialidad del escritor Sir Arthur Conan Doyle, padre literario del mítico detective Sherlock Holmes. Precisamente en su libro «Estudio en Escarlata», ubicó al investigador ante un misterio de imposible resolución: la muerte de una persona, dentro de un cuarto cerrado por dentro.

Lo descubierto ayer en Mallín Ahogado está lejos de cualquier ejercicio literario. La muerte de Ildefonsa Blanco, hoy instalada en el terreno de las incógnitas, puede resolverse en las próximas horas. Todo depende del resultado de la autopsia, del hallazgo de nuevos indicios, de las indagatorias que puedan tomarse y en determinar el móvil del crimen.


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