Entre la alta costura y el diseño urbano: Vero González celebra la esencia de cada mujer, desde Roca

Con casi veinte años de trayectoria, la diseñadora roquense combina técnica y sensibilidad para crear prendas que fluyen, acompañan y revelan la belleza interior.

Alta costura, by Vero Gonzalez. Foto: Alejandro Carnevale.

Hablar de Vero González es hablar de una marca que pisa fuerte en el Alto Valle. Que aunque es transmitida de boca en boca y no tenga local físico, todos la conocen. Es que esta marca fundada por Verónica González logró tender un puente entre la alta costura y la ropa casual con diseño propio. Sus vestidos de novia y sus piezas urbanas llevan el sello de una mujer que aprendió a combinar técnica y empatía para celebrar la esencia de cada mujer.

“Yo no quiero hacer un vestido: quiero acompañarte a que juntas hagamos lo que vos te sientas bien, lo que querés transmitir”, dice Vero, en su atelier de General Roca, donde trabaja hace casi dos décadas.

Vero González nació en Cervantes, un pueblo de 4000 habitantes donde ya de adolescente buscaba diferenciarse. “Siempre me gustó tener distintos looks, mi pelo medio loco. En un pueblo así, te imaginás, era raro”, recuerda entre risas. A los 33 años, ya con dos hijos, decidió ir por su sueño: estudiar en el Instituto Roberto Piazza, cuando esa sede aún funcionaba en Roca. “Me recibí diseñadora de indumentaria y me dedico a la alta costura”, cuenta con orgullo.

En sus inicios, la motivó tanto el gusto por la moda como la necesidad de ayudar en casa. “Siempre supe que si me iba todas las noches a estudiar, tenía que poder aportar algo”, dice González. Con esa convicción, abrió su atelier, un segundo piso que hoy conserva. Allí comenzó a diseñar vestidos de novia, de quince y de gala. “Ahí estoy desde hace más de 18 años. Soy muy conservadora, me cuesta dejar los lugares donde me siento bien”, confiesa.

Los diseños de Vero Gonzalez combinan comodidad, elegancia y simpleza. Foto: Alejandro Carnevale.

Su trabajo, asegura, se basa en la interpretación y el acompañamiento. “A mí me gusta escucharte. Me gusta saber qué traés, cómo te sentís, porque no quiero que una clienta venga y se lleve un vestido así nomás: quiero que juntas creemos algo que la haga brillar”, dice.

Por eso, sus encuentros con las clientas son largos, detallados, y cada diseño nace de una conversación íntima y la observación. “A veces en una cita no se concreta nada, pero eso también está bien, porque es parte de conocernos”.

El estilo de Vero González es limpio y minimalista. “Me gusta el minimalismo puro, los géneros con mucha caída, lo simple y lo elegante”, resume. Su ojo está entrenado para el detalle, la textura y el movimiento. “Creo que lo que más me distingue no son los diseños sino los géneros. Siempre me gustaron las telas que fluyen, que vuelan. Me encanta generar mi propia tela con superposición de materiales”, explica.

Oversize by Vero Gonzalez es su marca alternativa de diseños urbanos. Foto: Alejandro Carnevale.

En cada prenda, busca destacar lo mejor de quien la viste: “No oculto lo que no te gusta, dejo a la imaginación con transparencias. Quiero que pase más por tu alma que por la prenda. Quiero que te sientas linda”, expresa la diseñadora.

Su primer amor fue la alta costura, porque las prendas personalizadas son su pasión. Sin embargo, una crisis le presentó una nueva forma de ver al diseño. La pandemia la obligó a reinventarse. “No tenía trabajo, así que me tuve que reinventar con mi segunda marca, que es ropa cómoda y urbana”, cuenta. Así nació «Oversize by Vero González», una línea pensada para el día a día: prendas atemporales, versátiles y confeccionadas en géneros como lino o algodón.

Vero Gonzalez. Foto: Ale Carnevale.

“Busco que la gente pueda disfrutar la ropa, que la use, que tenga vida. No me gusta que compren algo y lo guarden”, explica. Esa filosofía se traduce en diseños con identidad, que combinan comodidad, elegancia y simpleza.

Su marca principal centrada en vestidos y alta costura convive con su línea más relajada, la propuesta que la representa profundamente. “Ahí me siento yo completamente», expresa. Oversize es divertida, tiene y mucha libertad. Me gusta mezclar el orden con el arte. Puedo poner detalles finos, pero con algo distinto: un botón, una tacha, una espalda con diseño”, describe.

Las prendas de Vero Gonzalez buscan sacar a la luz la esencia de cada mujer. Foto: Alejandro Carnevale.

Además de diseñadora, es asesora de imagen y sombrerera. En 2022, viajó a Buenos Aires para perfeccionarse en la confección de sombreros elaborados con fieltro de oveja y hoy también son parte de su catálogo. “Detrás de mi marca, hay un equipo de trabajo, hay personas maravillosas que me acompañan y somos hermanas que nos contemos y ayudamos todos los días”, expresa. “No solo soy yo”.

A veinte años de haber comenzado su camino, Vero sigue trabajando con la misma pasión. “No tengo local a la calle, pero me buscan de todos lados: de Río Colorado, Catriel, La Pampa. Todo fue de boca en boca”, cuenta.

Para Vero González el éxito no pasa por la fama, sino por las relaciones que perduran. «No sé si quiero ser reconocida, pero sí sé que cada día despierto agradecida por la gente que me acompaña. En 20 años hice muchísimos vestidos, pero para mí lo importante es cuánta gente me acompañó y hoy tengo en mi corazón».


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