El expresidente Jair Bolsonaro es enviado a prisión por decisión judicial y desata un nuevo clima de tensión en Brasil

La policía indicó en un breve comunicado, en el que no mencionó a Bolsonaro, que actuó a petición del Supremo Tribunal de Brasil.

Redacción

Por Associated French Press


SAO PAULO, Brasil (AP) — La policía federal de Brasil arrestó de forma preventiva este sábado al expresidente Jair Bolsonaro, días antes de que comenzara a cumplir su sentencia de 27 años de prisión por liderar un intento de golpe de Estado, según las autoridades.

Un colaborador cercano dijo que el controvertido exmandatario fue llevado a la sede de la policía en la capital, Brasilia, desde su casa, donde estaba bajo arresto domiciliario.

La policía indicó en un breve comunicado, en el que no mencionó a Bolsonaro, que actuó a petición del Supremo Tribunal de Brasil. Ni la policía federal de Brasil ni el Supremo Tribunal proporcionaron más detalles.

El asistente de Bolsonaro, Andriely Cirino, confirmó a The Associated Press que la detención se produjo alrededor de las seis de la mañana el sábado.

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El expresidente, de 70 años, fue llevado desde su casa en una comunidad cerrada en el exclusivo barrio de Jardim Botânico a la sede de la policía federal, añadió Cirino.

Bolsonaro quedó bajo arresto domiciliario a principios de agosto, semanas antes de la condena judicial. Sus abogados solicitaron al alto tribunal que le permitiese cumplir su pena en casa citando su mal estado de salud.

Como la mayoría de sus colegas, el juez del Supremo Tribunal Alexandre de Moraes, quien supervisó el caso del golpe de Estado, rara vez toma decisiones los sábados, a menos que haya riesgos de seguridad.

La prensa local dijo que se esperaba que Bolsonaro, quien fue presidente de 2019 a 2022, comenzara a cumplir su sentencia en algún momento de la próxima semana, después de que el líder de ultraderecha agotara todas las apelaciones a su condena por liderar un intento de golpe de Estado.

El arresto preventivo del sábado no significa que Bolsonaro vaya a pasar la condena en la sede de la policía federal. La ley brasileña exige que todos los condenados entren en prisión para comenzar a cumplir la sentencia.

Uno de los hijos del expresidente, el senador Flávio Bolsonaro, ha estado incitando a sus seguidores a salir a la calle en defensa de su padre desde el jueves.

Se espera que algunos de los partidarios del exmandatario, que sostienen que es víctima de una persecución política, se manifiesten en el exterior de la sede de la policía federal durante el fin de semana.

Bolsonaro y varios de sus aliados fueron condenados por un panel de jueces del Supremo Tribunal por intentar derrocar la democracia brasileña tras su derrota electoral de 2022 ante el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva. De acuerdo con la fiscalía, el complot incluía planes para matar a Lula y fomentar una insurrección a principios de 2023.

Bolsonaro también fue hallado culpable de liderar una organización criminal armada y de intentar la abolición violenta del Estado de derecho democrático. Él niega haber cometido delito alguno.

Sigue siendo una figura clave en la política brasileña a pesar de que no podrá postularse a un cargo público al menos hasta 2030, después de un fallo del tribunal electoral superior de Brasil. Las encuestas muestran que, si se le permitiese concurrir, sería un candidato fuerte para los comicios del próximo año.

Bolsonaro es un aliado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que calificó su juicio como una «caza de brujas». Fue mencionado en una orden emitida en julio por la Casa Blanca que subió los aranceles sobre varias exportaciones brasileñas en un 50%. Trump retiró el viernes la mayoría de los impuestos más altos a las exportaciones brasileñas.

Fuentes cercanas al caso explicaron que se trata de prisión preventiva y no de la ejecución de su condena.

La Policía Federal informó en un comunicado que «cumplió un pedido de prisión preventiva en cumplimiento de una decisión del Supremo Tribunal Federal», aunque sin mencionar al expresidente.

Por incumplir medidas cautelares, Bolsonaro cumple prisión domiciliaria preventiva desde agosto en su vivienda en un lujoso condominio de Brasilia y está monitoreado electrónicamente.

El expresidente, que gobernó Brasil entre 2019 y 2022, sigue siendo el líder de la derecha y la ultraderecha brasileñas.

  Múltiples cirugías  

A mediados de noviembre, la corte suprema rechazó de forma unánime un recurso contra la condena, que establece que debe cumplirse en «régimen cerrado», es decir, en prisión.

Los abogados pidieron el viernes a la corte que el exmandatario pueda purgar su pena en su casa «por razones humanitarias» debido a sus delicadas condiciones de salud.

«La alteración de la prisión domiciliaria tendrá graves consecuencias y representa un riesgo de vida» para Bolsonaro, dijeron en el documento de la petición.

El exmandatario sufre secuelas permanentes de una puñalada en el vientre que recibió en 2018 durante un acto de su campaña a la presidencia.

En la petición al juez, los abogados enumeran las múltiples cirugías a las que ha tenido que someterse desde entonces, la última de ellas en abril.

Como consecuencia, Bolsonaro sufre reflujo e «hipo incontrolable» que le han provocado falta de aire y desmayos, detalla el documento.

Además, mencionan que fue diagnosticado recientemente con cáncer de piel, aunque le removieron las lesiones.

Y recuerdan que existe un antecedente: el expresidente (1990-1992) Fernando Collor de Mello, de 76 años, obtuvo en mayo pasado prisión domiciliaria para una condena de ocho años por corrupción, también por razones de salud.

La defensa adelantó el viernes que presentará nuevos recursos para apelar la sentencia de cárcel contra Bolsonaro. El período para hacerlo vence el lunes.