México vota cambios, harto de corrupción y violencia

Hartos de la corrupción y la violencia, los mexicanos definen hoy a su próximo presidente en unas elecciones históricas en las que el izquierdista Andrés Manuel López Obrador podría desalojar a los partidos que han gobernado el país durante un siglo.

Muchos mexicanos repiten lo mismo: “Cambio”, “dar vuelta la página”, mientras siguen entusiastas el gran desempeño de su selección en el Mundial de Rusia.

El candidato izquierdista, de 64 años y conocido como AMLO, capitaliza bien ese hastío en su tercer intento por alcanzar la presidencia mexicana con una coalición liderada por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), tras un gobierno saliente que no logró cumplir su promesa de paz y transparencia.

El sexenio de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó ininterrumpidamente desde 1929 hasta el 2000, estuvo marcado por reformas polémicas y varios escándalos de corrupción y denuncias de violaciones a derechos humanos.

En mi familia “casi todos votamos por AMLO. Queremos un cambio, ya no queremos más a nadie del PRI ni del PAN”, el conservador Partido Acción Nacional que gobernó de 2000 a 2012, comenta Wendy Rodríguez, vendedora de frutas de 24 años.

Según las últimas encuestas, López Obrador lleva una ventaja superior a 20 puntos sobre Ricardo Anaya, impulsado por una coalición de derecha e izquierda (formada por el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano), mientras que José Antonio Meade, del oficialista PRI, aparece tercero.

Si se cumplen los pronósticos, los retos para López Obrador son gigantescos: además de combatir la corrupción, debe cumplir su promesa de “poner en su sitio” al presidente estadounidense Donald Trump, quien amenazó con romper el Tratado de Libre Comercio con México y hacerle pagar el muro contra la inmigración.

Pero muchos de los 88 millones de electores convocados a votar también esperan conocer más del programa de AMLO y detalles de sus propuestas. Sus rivales y críticos aprovechan estas “lagunas” para advertir que un gobierno de AMLO sería “populista como el de Hugo Chávez” en Venezuela.

Pero en las últimas semanas, López Obrador y sus allegados han buscado desmarcarse de propuestas radicales en asuntos claves para la economía como la reforma energética y la construcción del polémico aeropuerto de Ciudad de México. AMLO sostiene que la corrupción es la causa de todos los males y la arrancará de raíz. “Voy a gobernar con el ejemplo. Y con austeridad, voy a obtener la mitad del sueldo de lo que recibe actualmente el Presidente de la República. Voy a seguir viviendo en mi domicilio”, promete . Y conecta bien con su electorado, que además de clases populares, incluye a jóvenes y sectores más educados. México terminó una campaña electoral durísima y violenta. Desde septiembre, suman 133 políticos asesinados, entre ellos 29 precandidatos y 20 candidatos. La violencia es cotidiana, especialmente a nivel municipal, donde los carteles de droga no respetan jerarquías.

Argentina es el cuarto socio comercial de México en América Latina, con un comercio bilateral de u$s 2.700 millones en el 2017. Exporta automóviles e importa agroalimentos (maíz, trigo, soja, carne)

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