Toma de los edificios de Gobierno en Brasil: las fuerzas de seguridad retomaron el control

Las autoridades recuperaron el Palacio del Planalto, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal, tras los ataques perpetrados por seguidores de Jair Bolsonaro. Lula acusó a la Policía y pidió la captura del secretario de Seguridad de Brasilia.

El gobierno brasileño comenzó a recobrar el control de los edificios de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que fueron invadidos por simpatizantes de Jair Bolsonaro. El presidente Lula da Silva decretó la intervención de las fuerzas federales y habló de una falla en los operativos de control.

Policías y militares comenzaron a primera hora de la tarde a recuperar varios sectores de los edificios que habían sido tomados por opositores bolsonaristas que exigían un derrocamiento del actual mandatario. Se utilizaron gases lacrimógenos, caballos, móviles y medios aéreos para contener a los iracundos manifestantes.

En primer lugar se logró retomar la sede del la Suprema Corte Federal, después el Congreso y por último el Planato, la sede del Ejecutivo. El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, confirmó que al momento hay 150 detenidos por los ataques.

Por su parte, Lula cuestionó ante la prensa las actuaciones de la Policía Militar, al señalar que «algunos se encontraron guiando a los vándalos», por lo que anticipó que habrá una investigación al respecto. En simultáneo se dio la firma del decreto que establece la intervención federal de Brasilia hasta el 31 de enero.

Poco antes, el presidente del Congreso de Brasil, el senador Rodrigo Pacheco, había pedido castigar de forma «urgente» y con el «rigor de la ley» a los radicales bolsonaristas. «Repudio vehementemente estos actos antidemocráticos, que deben sentir el rigor de la ley con urgencia«, afirmó Pachecho, en un mensaje publicado en sus redes sociales.

«En la acción, están empeñadas las fuerzas de seguridad del Distrito Federal, además de la Policía Legislativa del Congreso», añadió Pacheco.

Pedido de captura del secretario de Seguridad


La Administración de Lula da Silva pidió al Supremo Tribunal Federal (STF) que ordene la detención del recién despedido secretario de Seguridad de Brasilia, Anderson Torres, por haber permitido el ataque, al liberar la zona de los delitos.

El pedido, hecho por la Abogacía General de la Unión (AGU), incluye también que el STF determine el cese de la ocupación de los manifestantes de la puerta de los cuarteles en los cuales piden al Ejército dar un golpe de estado para reponer a Bolsonaro.

Torres, quien fuera ministro de Justicia del presidente saliente, fue despedido del cargo esta tarde por el gobernador Ibaneis Rocha, también bolsonarista. Según la prensa local, Torres se encontraba hoy en Orlando, Estados Unidos, junto a Bolsonaro.

Torres había asumido el lunes luego de haber sido hasta el sábado 31 de diciembre el ministro de Justicia de Bolsonaro.

También, según un comunicado oficial, la abogacía del gobierno pidió que se bloquearan la monetización de los sitios y canales digitales de los golpistas que se beneficiaron con la recaudación de dinero para movilizar a los golpistas.


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