Alerta roja en uno de los humedales más importantes de la ciudad de Neuquén

Se trata del brazo Todero del río Limay, que hoy se encuentra tapado de basura y escombros. Rige una medida cautelar que no se cumple. Avanzan los loteos y el municipio no hace nada.

Una garza mora se pasea cerca del juncal que quedó en medio de la basura y los escombros de lo que antes fue el brazo Todero, un sector del río Limay que está aparentemente seco en la superficie y tapado por basura y piedra bocha desde hace un par de meses. Allí donde debió cesar la actividad de las máquinas por una medida judicial, el ambiente del río se mezcla con los volquetes de tierra y restos de árboles talados en el barrio Altos del Limay. A un lateral de la calle Ignacio Rivas, los desarroladores no cesan en la tarea de eliminar el brazo del río Limay.

Es el brazo Todero, una parte del río que nace en las inmediaciones de Valentina sur, en las cercanías de calle Bejarano, y que vuelve al río Limay en el extremo del balneario Sandra Canale.

A pesar de los “tapones” en su curso, el agua del río llega igual a la desembocadura, en el lugar donde nace la última bicisenda y senda peatonal que hizo la comuna en el balneario de Gatica al fondo. Sin que se conozca cómo, el agua del Limay sigue escurriendo por algún lugar en las napas subterráneas y superficiales, por sectores que aún las palas cargadoras no descubrieron.

Según los vecinos denunciantes, el humedal de la ciudad no sólo continúa recibiendo basura sino que además es depredado. Como si fueran canteras autorizadas, se retiran camionadas de piedra que sirven para la construcción. La tala no cesa. La última que arrasó con un centenar de árboles, ocurrió en Semana Santa.

“Están cambiando el curso del río, si llega a haber una crecida, este brazo Todero que servía de atenuación de crecidas, no podrá contener nada así como está de taponado”, dijo Alejandro López Dávila, uno de los denunciantes que vive en la zona de Altos del Limay. Cuando hace más de una década compró el terreno para vivir “me dijeron que la zona del frente no se podía tocar, que ese terreno era natural, reserva del río”, sostuvo.

Agregó que el paisaje de río en medio de juncos “era una belleza a la tarde, pero los cisnes de cuello negro se fueron, se veían nutrias, garzas y una cantidad de pájaros de todos colores y raros”, agregó.
La municipalidad no dio crédito a las denuncias de los vecinos y vecinas que insisten en que cualquier persona tala árboles a destajo sobre lo que fue el cauce del río en las inmediaciones de Altos del Limay, así es que un grupo de autoconvocados del barrio acudió a la Defensoría del Pueblo.

El defensor, Ricardo Riva, abrió un amparo por información pública, y mientras están a la espera de los informes de la municipalidad de Neuquén y de Recursos Hídricos de la Provincia, se solicitó una cautelar para frenar la tala y el vertido de relleno en el humedal neuquino.

En Semana Santa se realizó la última tala de árboles autóctonos.

A la altura del 2.500 de calle Anaya, al final del barrio Don Bosco III, el municipio pavimenta una troncal que llega hasta el río. Las tareas involucraron levantar el terreno más de un metro para que la calle cementada quede a la misma altura de la defensa del Limay.

Y mientras en un lateral se observa un imponente brazo del río como si fuera una formación de laguna, en el costado opuesto hay árboles talados, montículos de escombros y tierra, además de sectores trabajados con máquinas para lograr una superficie plana con bordes de calcáreos donde lucen carteles con la inscripción “propiedad privada”.

Según se informó desde la comuna, en la parte del humedal, la pavimentación de la Anaya tiene previsto un sistema de pluviales en el terraplén para que el agua circule de uno a otro lado. “Si no se ve agua ahora, es porque el caudal del Limay está muy bajo, y no está ingresando tanta agua al brazo”, se informó.

El 13 de abril, el defensor del pueblo denunció ante el Juzgado Civil 3 el incumplimiento de la medida cautelar que en octubre de 2021 ordenó suspender las talas y/o extracciones de árboles en la zona ribereña.

Los que talan o rellenan son empresas contratistas de desarrolladores urbanos, que nadie sabe con qué autorización o bajo qué supervisión avanzan sobre el viejo camino del brazo Todero.

El viernes 6 de mayo se volvió a realizar una audiencia en el juzgado civil 3 para saber por qué hubo actividad en los terrenos donde regía la cautelar, se notificó a los dueños de los terrenos privados que continúa en vigencia la medida que prohíbe la tala y el relleno del humedal y se ordenó a la policía a hacer rondines para que se cumpla la orden judicial del cese de trabajos en el sector si se observa actividad de las contratistas.

Estaría bien que el municipio de Neuquén diga cómo y cuándo van a recuperar esto, luego de todo este desastre”.

Cristóbal Amodeo, vecino autoconvocado de la zona ribereña.

Continúa la vigilancia de los vecinos autoconvocados

Cristóbal Amodeo y Alejandro López Dávila son dos de los vecinos autoconvocados que siguen de cerca los trabajos sobre los humedales.

La última denuncia ante la policía por el incumplimiento al cese de las contratistas la hicieron ante la comisaría de la zona , que tiene a su cargo el cumplimiento de la prohibición judicial de continuar con el vertido de basura o la tala. “Estaría bien que el municipio diga cómo van a recuperar esto, luego de todo este desastre”, criticó Amodeo.

Agregó que “no sólo están tirando basura acá, sino se están llevando relleno del río. Qué va a pasar cuando termine la sequía o cuando venga una creciente. Esto es un peligro porque están permitiendo que taponen un brazo del río Limay y todos los barrios que están entre el río Limay y el brazo Todero, cuando venga una creciente, van a estar en peligro”, sostuvo Amodeo. Entre el brazo Todero y el cauce madre, están, entre otros , los desarrollos privados Don Liliano, La Peregrina y La Zagala.

“Vino uno que comenzó a llevarse todos los troncos que habían cortado en Semana Santa. Acá hay vegetación autóctona, nadie controla siquiera que se cumpla la ley de bosques”, dijo.

El municipio pavimenta en cercanías del área afectada.

Dato

2021
la Justicia ordenó suspender las autorizaciones de talas de árboles y disponer rondines policiales para el cumplimiento de la norma.

La defensoría del pueblo busca frenar el "tapón" del río

“Siguen actuando, como Defensoría no puedo ir a pararme frente a las máquinas, es el poder judicial el que debe frenar esto”, sostuvo el Defensor del Pueblo, Ricardo Riva, al exigir urgencia en la toma de decisiones para frenar el avance de los desarrollos sobre el cauce seco del río.

Se trata de un brazo del Limay, que a lo largo de su trayectoria desde que sale del cauce en la zona de Valentina, en inmediaciones de la calle Bejarano hasta que vuelve al río madre en el balneario Sandra Canale, recibe por estos días toneladas de tierra y escombros como una modalidad de los privados de hacer “relleno” de las zonas bajas y buscar espacio para lotear.

A la vera de Anaya, al sur de la calle Senguer, por ejemplo, varios tráilers de desarrolladores se apostaron la semana pasada en lo que es hoy un gran playón de calcáreos, que en octubre pasado era un humedal donde los vecinos denunciaron la tala de árboles.

Los vestigios de la tala continúa en el predio donde las máquinas realizan tareas.

El viernes, Riva ofició de “notificador” del juzgado luego de que se realizara una audiencia en la que se denunció, otra vez, la violación de la cautelar que ordenaba el cese de la tala y de las tareas de relleno.
El Defensor destacó la jurisprudencia de la Corte que ordena celeridad al juez que interviene ante un amparo por temas ambientales. “Una vez que se dañó el ambiente, ocurrió. Es delicado no sólo por el ecosistema, sino las consecuencias que a lo largo de los años esto traerá a los vecinos que construyan sobre esos terrenos”, advirtió.

Riva se mostró contrariado porque no logran frenar el avance sobre los humedales. La nueva cautelar amplió la petición de rondines cada una hora, por si vuelven las máquinas a actuar tras una nueva prohibición.

“Estamos pensando en reconvertir esta acción no ya como un pedido de información pública sino como un amparo ambiental”, sostuvo. Se aguarda respuesta de la comuna y de Recursos Hídricos.


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