El largo peregrinar para conseguir un lote social en Bariloche

Cada día decenas de personas buscan anotarse en el registro de demanda para lograr una solución habitacional.

Resolver el impedimento que atraviesan miles de familias barilochenses para acceder a un terreno donde construir la vivienda propia se transformó en una misión de alta prioridad para el intendente Walter Cortés, cuyas promesas públicas sobre el tema desataron un aluvión de interesados en no quedar afuera de las eventuales adjudicaciones.

El Instituto Municipal de Tierras y Viviendas debió disponer personal de refuerzo para atender las nuevas inscripciones en su registro de demanda, que ya no alberga solo a los que asentaron sus datos en la última década y terminaron decepcionados con la inacción municipal, sino también a los nuevos aspirantes. Estos últimos acuden a diario luego de las declaraciones de Cortés, quien habló de la futura disposición de “2.000 lotes” y hasta del monto de las cuotas que deberían pagar los beneficiarios, y que rondarían entre los 25.000 y 35.000 mensuales.

El presidente del IMTV, Néstor Gallardo, dijo que la fiebre de nuevas inscripciones los obligó a reubicar empleados y hoy son 9 personas las que se ocupan de atender a los nuevos demandantes. Señaló que todos los días entregan 150 números, desde las 8, y que algunos para asegurar su chance “hacen cola desde las 4.30” en la puerta de la oficina, ubicada en la calle 24 de septiembre.

Esa metodología permite ordenar el cronograma de las entrevistas, que se programan a razón de 35 por día. La demanda es tal que ya están cubiertos todos los turnos hasta fines de marzo.

Cortés no cree que haya sido apresurado de su parte formular anuncios tan concretos. Entendió que la reacción de la gente era esperable y “no se trata de una expectativa desmesurada, hay una necesidad real”.


Historias comunes


El desfile de aspirantes en el Instituto fue incesante el miércoles por la mañana. Como cada día, bien temprano entregaron números con cita de día y horario a dos meses vista. Se agotaron en pocos minutos. Algunas personas fueron más tarde y les comunicaron que deben volver al día siguiente, bien temprano para asegurar su chance.

Entre quienes se presentaron ese día y escucharon esa recomendación estuvo Ariel Fernández, un empleado municipal que trabaja en el playón de tránsito, residente el barrio Omega. Dijo que hoy alquila pero ya no lo puede sostener, por el alto costo, y que aspira como otros miles a un lote propio.

Su expectativa es que las promesas del intendente se concreten y “esta vez haya equidad” en la distribución. Señaló que el problema habitacional “lleva más de 20 años en Bariloche y es cada vez más grave. Hoy si vas a una toma podés terminar preso”. A su entender, “el compromiso social del intendente” hace que mucha gente crea en la posibilidad de acceder a la tierra.

“Hoy sos un trabajador pero terminás indigente, la situación es crítica -dijo Ariel-. Mi idea es llegar al terreno y después veo, me iré con una carpa a instalarme y empezaré a construir, para salir del alquiler”.

Decenas de personas fhacen fila cada día en el Instituto de Tierras y Viviendas de Bariloche en busca de una solución habitacional. Foto: Chino Leiva

Entre quienes fueron con turno, a asentar sus datos en el registro estuvieron Karen y Oscar, una joven pareja que se presentaron con sus dos niños, menores de tres años, con la ilusión de calificar para los lotes que entregará el municipio. “No sé si será por sorteo, o cómo van a hacer -dijo Karen-. Nosotros tenemos la necesidad, porque hoy vivimos con mis padres en el 106 Viviendas. Él trabaja en la policía del aeropuerto y cuando lo trasladaron para acá buscamos alquiler pero no se puede, es una locura”.

Patricia había salido unos minutos antes de la misma oficina y comentó que le preguntaron muchas cosas sobre su situación laboral y habitacional actual. Hoy convive con su hija de 14 años en casa de sus padres, en el barrio Mutisias, porque el alquiler “está imposible”.

Patricia, vive con su hija de 14 años en la casa de sus padres. Se anotó en el registro de demanda de Bariloche para lograr un lote social. Foto: Chino Leiva

Dijo que la aspiración de tener el terreno propio la entusiasma, pero también la asusta un poco, porque “construir lleva una gran inversión, aunque habrá que empezar de algún modo”. Señaló que la encuesta que le hicieron en el IMTV le pareció muy completa y “es como un censo”.

Jorge vive en el barrio Lera con su esposa y un hijo. También ante la necesidad comparte espacio con su padre, “bastante apretados”, porque intentó buscar alquiler y le pidieron “un disparate”. Entendió que los propietarios en su mayoría vuelcan sus casas y departamentos al turismo, “pero alguien tiene que buscarle una solución a ese tema y pensar en la gente de acá”.

En la sede del Instituto se escuchan historias de lo más diversas y ayer pasó también el presidente de la junta vecinal del 2 de Abril, Víctor Llanquinao, quien llevó su preocupación por dos tomas de tierra que hay en su barrio, algunas conformadas hace ya varios años. “Vengo a ver si las pueden regularizar, o cómo se puede atender a esa gente -explicó-. La preocupación es porque vienen diciendo que los que viven en tomas quedan afuera de la adjudicación de lotes”.

El Instituto de Tierras de Bariloche recibe cada día decenas de personas interesadas en los lotes sociales que anunció el intendente Cortés. Foto: Chino Leiva

Cuando se presentan para formalizar su inscripción en el registro a varios se los rechaza porque ya están empadronados con anterioridad. Les explican que su derecho vigente e intacto, en caso de una futura distribución de lotes.

Gallardo refirió que el registro es uno solo “y siempre el mismo” pero la gente insiste, porque “el municipio durante años hizo muy poco” para satisfacer esa demanda. Entonces son muchos los que creen que ya habían quedado “afuera” y quieren revalidar sus chances.

Entre los requisitos se les plantea que deben tener al menos dos años de residencia efectiva en la ciudad. También se los consulta sobre sus ingresos, si están alquilando, también sobre la composición familiar y la situación socioeconómica.

La idea de la actual gestión es no recurrir a sorteos ni adjudicar los lotes por orden de llegada, sino por un listado de prioridades que se ordenará en función de variables predeterminadas, lo cual demandará también la realización de relevamientos sociales.


“Una realidad que el turista no ve”


Gallardo reconoció que la ola de demandantes que se desató a partir de lo declarado por el intendente los obligó a redistribuir personal. “Teníamos gente aplicada a un censo en el barrio Nahuel Hue, donde el municipio tiene muchos terrenos entregados, que la mayoría no se cobran, y hay que regularizar eso. Pero hubo que parar el operativo para atender mejor acá”, explicó. Actualmente son nueve los empleados que el Instituto tiene dedicados a tramitar los turnos y la inscripción en el registro.

Gallardo aclaró que no hay plazos y que la nómina de demandantes está abierta en forma permanente. También dijo que la expectativa no es solo de la gente sin terreno que busca tener el suyo, sino que “se acercan propietarios para ver qué posibilidad tienen de vender” al municipio.

Néstor Gallardo, presidente del Instituto Municipal de Tierras y Viviendas de Bariloche. Foto: Chino Leiva

Gallardo dijo la dificultad para acceder a la vivienda propia es un drama extendido en toda la ciudad, “pero especialmente en el Alto”, y es algo que “el turista no ve”.

Insistió en que cambiar la historia de frustraciones no será fácil. “Hay gente que está anotada desde hace diez años y nunca la convocaron, nunca encontró solución. Ahora viven en otro lado, en peores condicines, o han tenido más hijos, y vuelven a actualizar los datos. -dijo el funcionario-. Esto habla muy mal del municipio, la gente desconfía y con razón”.

También mencionó “la falta de compromiso de la gente” que esperan cambiar en la actual gestión. Señaló que los lotes que se entreguen serán con una cuota accesible, pero “habrá que pagarlos” y el municipio no cederá en ese punto. Gallardo dijo que hoy en el Instituto hay antiguos lotes entregados hace una década “por los cuales la gente no paga una cuota de 2.000 pesos”. Deben entender que “si no entra dinero es imposible pensar en más soluciones”, dijo el titular del Instituto.


Acelerar las gestiones y mostrar resultados


El intendente Walter Cortés aseguró que en un plazo relativamente breve comenzarán a asignar lotes sociales bajo la nueva modalidad abierta y a través del registro de demanda individual. “Ya tenemos cierta cantidad de unidades aseguradas por acuerdos de plusvalía. Y si no alcanza saldremos a comprar, y si no a expropiar”, aseguró.

Señaló que mantiene reuniones “a diario” para abordar ese tema, al que considera “importantísimo”. Como ya lo dijo otras veces, uno de los cuellos de botella que condiciona al municipio es la autoimposición de entregar lotes “con servicios, al menos luz y agua”, y en muchos casos la inversión necesaria es superior al valor de la tierra.

Cortés dijo que está en tratativas a nivel nacional para resolver esa cuestión y que cada vez que viaja a Buenos Aires dedica parte de su tiempo a gestionar ante el Enohsa un posible financiamiento del BID, destinado a obras de agua.

Señaló que sus planes no son solo abrir la entrega de terrenos sociales desde el municipio sino “habilitar loteos privados”, que llevan largo tiempo en trámite. También habló de sus planes para “otorgar parámetros en la calle Gallardo y en barrios como El Frutillar” para permitir construcciones que hoy están vedadas.

Cortés defendió el concepto de “cuota barata” para los lotes, pero aclaró que “los va a tener que pagar todo el mundo”. Dijo que “si tenés un terreno muy caro, no podés construir tu casa, en eso tiene que estar atento el municipio. Pero va a haber plazos, si no edifican en dos años tendrán que devolver”.

Aclaró que las personas que están involucradas en tomas quedarán descalificadas para acceder a terrenos municipales. “Estamos avisando desde antes, y tenemos registros, porque va la policía y los identifica”, afirmó.

Señaló que los contactos con los dueños de tierras aptas para urbanizar son permanentes y que en general están ubicadas hacia el este de la ciudad, “porque en el sur y el oeste casi no quedan”. Aseguró que “pronto” habrá resultados de esa gestión y que no resulta tan complejo porque “todos saben que no hay 25 propietarios importantes en Bariloche, serán no más de 3 ó 4”.


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