Murió una joven aplastada por un ciprés

Las ráfagas fueron de 82 kilómetros en Bariloche.

Alfredo Leiva

BARILOCHE (AB).- Ludmila Bejarano se despidió de su madre con una sonrisa dibujada en su rostro y salió de su vivienda para ir a trabajar en un local, que está ubicado en el centro. El viento soplaba desde el mediodía con intensidad sobre esta ciudad con ráfagas de hasta 82 kilómetros en la hora. La joven no advirtió que el peligro estaba a un paso. Subió a un Renault Clio que estaba estacionado en la entrada del domicilio. Segundos después, un enorme ciprés se desplomó sobre el vehículo y aplastó a Ludmila, que murió en el acto. La chica tenía 19 años y murió en el interior del vehículo que quedó destrozado por la caída del ciprés, que tenía entre 20 y 25 metros de longitud. Sus familiares salieron de la vivienda y no pudieron hacer nada. La joven había muerto por el terrible impacto. Desde ese momento, todo fue dolor y desconsuelo. El comisario Walter Lucero informó que el hecho ocurrió ayer alrededor de las 16, en el domicilio ubicado en la calle Del Hurón al 5156, en la zona oeste de Bariloche. Señaló que el ciprés estaba en la calle y se desplomó tras las ráfagas de viento que desde el mediodía soplaban sobre esta zona cordillerana. Explicó que por el ruido del viento nadie advirtió que el árbol estaba por venirse abajo. Indicó que el ciprés cayó en un segundo y “no le dio tiempo a nada a la chica”. Bomberos voluntarios del cuartel Melipal concurrieron a la emergencia por “árbol caído”. Cuando llegaron al lugar indicado se encontraron con la chica muerta. Trabajaron alrededor de una hora para cortar el tronco de varios metros de diámetro y rescatar el cuerpo sin vida de la joven que fue trasladado en una ambulancia hasta la morgue local. Lucero dijo que personal del gabinete de Criminalística y la médica policial estuvieron en el lugar del hecho. También estuvo personal del Splif. Indicó que hay otro ciprés, casi del mismo tamaño del que se cayó, que sigue en pie en el medio de la calle Del Hurón. Ayer por la tarde evaluaban cortar ese árbol. No es la primera vez que la caída de un árbol causa una tragedia. El 1 de julio de 2004 un enorme coihue cayó sobre una camioneta Land Rover Defender 4×4 y mató a cuatro ocupantes. Otros siete pasajeros sufrieron heridas. En ese hecho murió Héctor Grimberg y tres turistas de San Pablo: Alexandra Márquez de Oliveira Moraes (31 años), Paulina (48) y Mauricio Tanaka (50). Alrededor de las 12:30 había caído otro ciprés de varios metros de altura sobre tres autos que estaban estacionados frente al supermercado Todo, que está situado a la altura del kilómetro 8,500 de la Avenida Bustillo.


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