Nahuel Andrada es el orgullo de la comarca andina
Se impuso con amplio margen en la final del certamen de Chile.
Desde la comarca andina, donde reside, el joven deportista sueña con el Mundial, aunque sabe que su participación es lejana por razones económicas.
El canadiense Maximilian Plaxton y el brasilero Daniel Rezende sólo pudieron observarlo a la distancia. Es que Nahuel le sacó casi dos minutos al segundo para conseguir la medalla de oro en la modalidad cross country de la sexta edición del Campeonato Panamericano, corrido en el circuito «Las Vizcachas» en las afueras de la capital trasandina.
«Compito desde 1999. Me decidí porque tengo unos vecinos que también corren, los Van den Heede (Brigitte también ganó un Panamericano de mujeres en Puerto Rico) y hasta ahora me fue bastante bien», cuenta el joven, que reside en el paraje Las Golondrinas, a 5 kilómetros al sur de El Bolsón.
Nahuel Andrada viene de consagrarse campeón argentino júniors en el torneo realizado en San Pedro Colalao, Tucumán. Allí, utilizó la misma bicicleta «GT» que le permitió ganar a nivel internacional.
«Ya tiene un año y está vieja. Tengo que pensar en cambiarla», dice, mientras recuerda que sus contrincantes en Chile utilizaban los modelos 2003 de sus bicicletas de competición.
El joven, que quiere estudiar Educación Física en la Universidad del Comahue, atesora un sueño, que por ahora parece lejano: «Me gustaría competir en el próximo mundial. En tiempos, estoy bastante cerca de los competidores de elite» señala.
El encuentro ecuménico se realizará en Lugano, Suiza, en setiembre del año próximo, pero para participar necesita una importante cantidad de dinero que no tiene y sponsors oficiales que se le niegan.
«Intenté comunicarme con Daniel Scioli, pero nunca me contestaron», cuenta.
También sus excelentes tiempos lo postulan como un serio candidato para integrar el equipo olímpico argentino para el 2004.
En Chile, recorrió el circuito de 7 kilómetros en varias oportunidades para completar un tiempo de 1 hora 38 minutos 59 segundos. El canadiense y el brasileño (segundo y tercero, respectivamente) llegaron casi 2 minutos después a la meta.
La fortaleza del representanta de El Bolsón quedó demostrado en el Panamericano del año pasado, cuando pinchó una goma y completó la competencia corriendo a pie, con la «bici» al lado. Ganó un colombiano, pero Nahuel terminó tercero y ovacionado por el público.
A la hora de los agradecimientos, señaló que «Maxxis me aporta las cubiertas. Un vecino de El Hoyo, Mario Magri, me regaló la bicicleta «GT» y tuve ayuda de Fabián Tornero, Humberto Brozzoni y los hermanos Piñeyro, entre otros».
El reciente triunfo no lo aleja del duro entrenamiento que realiza seis días a la semana, supervisado por Gustavo León y acompañado por el esfuerzo cotidiano de sus padres, quienes hacen lo imposible para que Nahuel pueda ir a las carreras.
Nahuel Andrada fue el único argentino, entre 400 corredores, en traerse una medalla de oro y por eso, ya se ganó un lugar en el deporte argentino, a pesar de que los aportes y apoyos oficiales brillan por su ausencia.
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