Neuquén, más cerca de tener su Centro de Diseño, Creatividad e Innovación

Fuerte apuesta al diseño como política de Estado. ¿De qué se trata este centro que está en marcha? ¿Para qué lo quieren? Una formidable movida.

Con el aporte de diseñadores, emprendedores, pymes y profesionales del sector académico vinculado al diseño y las industrias creativas, el gobierno neuquino transita los pasos finales del plan estratégico para la creación del Centro de Diseño, Creatividad e Innovación del Neuquén (Cdneu), que ocurrirá en los próximos meses.


“Estamos satisfechos con el trabajo realizado desde el año pasado en los talleres que armamos en Neuquén capital y San Martín de los Andes”, comentó Adrián Lebendiker, consultor convocado por la secretaría del Copade para llevar adelante esta iniciativa. Su asistencia técnica es financiada por el Consejo Federal de Inversiones.


De reconocida trayectoria en la materia, Lebendiker se mostró conforme con el proceso desarrollado hasta el momento por cuanto “este es el tercer taller participativo que hacemos con la idea de ponernos en contacto con la realidad local, con las demandas”. Así se refería al encuentro que se realizó la semana pasada en la capital neuquina y la ciudad cordillerana. “Estos talleres también son ejercicios de planificación del futuro Centro por parte de los participantes ya que hacemos maquetas y prototipos de lo que serían los programas”.


Toda la información recopilada en estas instancias servirá de insumo para redactar el planeamiento del Centro de Diseño, que será un producto hecho de manera participativa. “Hacemos los talleres de manera complementaria en Neuquén y San Martín de los Andes porque nos sirve para sumar las miradas y las demandas de los actores que participan de la actividad tanto en la ciudad capital como también en una ciudad más turística”, indicó.


A lo largo de los tres talleres realizados tanto en el 2018 como este año en cada sede surgieron diversas cuestiones a tener en cuenta. “Una de las cosas que aparece como demanda importante es dar a conocer la producción de diseño local; esto, como un elemento de divulgación y valorización pero también para que las empresas locales conozcan a los profesionales y servicios que se proveen acá porque muchas de ellas contratan en otras provincias. Entonces ese tipo de líneas de visualización y promoción servirían para poder achicar las barreras que hoy tienen muchos profesionales para acceder a las empresas”.


Agregó que también se ha planteado “poder contar con espacios equipados para el desarrollo de prototipos que pueden servir tanto para la formación como para empresas que estén necesitando realizar prototipos de productos y, además, para divulgación, para que el público en general conozca cómo son los procesos de diseño en la actualidad y qué tecnología se utiliza”.


Si bien reconoció que aparece la idea de disponer de un espacio físico para alojar todas las actividades propuestas, destacó “la idea de trabajar en un laboratorio de innovación a demanda, pensando en necesidad de los sectores y ya no un Centro proponiendo y generando ofertas de servicios sino entendiendo realidades, problemáticas específicas y armando equipo para poder resolver ese tipo de problemas”.


En tal sentido, explicó que en general se tiene un imaginario del diseño tradicional “aplicado al desarrollo de nuevos productos, a la indumentaria, al packaging, a la comunicación y a los espacios interiores. También está el diseño de interacción, lo que llamamos ‘el diseño digital’. Eso es lo que la gente entiende como diseño tradicional, pero el diseño también aplica a nuevos campos. Hoy está en boga el pensamiento de diseño que es la aplicación de las metodologías utilizadas en el diseño tradicional en problemáticas complejas no tradicionales, donde el aporte disruptivo, de creatividad, es un camino que se está utilizando en interacción con otras disciplinas para para abordar problemas que hasta ahora no eran entendidos como parte del campo del diseño”.


“Apoyar, generar herramientas, hacer visible la producción local, estimular a que otros sigan ese camino, es una buena política pública ya validada en otros lugares de la Argentina y del mundo, como una forma de atraer turismo y promover el empleo y los productores locales”, concluyó Lebendiker.

Informe: Diana Nieto


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