Jarilla y zampa, materias primas de las cremas que crean en un colegio

“Yo amo: tu escribes: él sueña; nosotros vivimos; vosotros cantáis; ellos matan”, dice la placa negra, con bordes dorados, que está sobre la pared de piedra cercana a una de las puertas del CPEM 69, que luego del 4 de abril de 2007, lleva el nombre: “Compañero, Carlos Fuentealba.” Allí enseñaba el docente asesinado por el cabo Darío Poblete durante una protesta en Arroyito. “Militábamos juntos con Carlitos”, contó el profesor de química, Albino Trecanao, que llegó al secundario tiempo después. “Me sentí emocionado cuando supe que él había dado clases acá, habíamos compartido en nuestra juventud una forma de ver la vida”, recordó.

Trecanao fue el motor, junto a un grupo de docentes y estudiantes de cuarto año, de un proyecto de fabricación de cremas y jabones con aromáticas de la patagonia: jarilla, tomillo, lavanda, romero, menta.

“La idea es reconocer la flora que hay en la meseta patagónica y darle la importancia que tiene, en el sentido de que todas estas plantas son medicinales, y las cremas y jabones tienen propiedades curativas. Ayudan a cicatrizar en muchos casos”, afirmó el profesor.

La propuesta escolar se presentó en el espacio Duam en una nueva edición de Neuquén Innova.

“Está bueno hacer cosas nuevas, salir de la rutina de siempre de hacer cosas en el aula, nos divertimos bastante”, señaló Enzo González, uno de los estudiantes que participó.

“Ya el hecho de que los chicos estén motivados, que les interese, es importantísimo y que ellos además hayan podido darse cuenta cuáles son las características de las plantas que hay acá en la zona, les pueden encontrar un uso. Hay una resignificación de que lo que están aprendiendo en la escuela tiene una utilidad práctica en cuestiones inmediatas, en este caso los jabones y las cremas”, aseguró la titular de la Dirección del CPEM 69, Patricia Varela.

Contexto

Al establecimiento concurren 300 estudiantes en los dos turnos: mañana y vespertino. Vienen de Almafuerte, pero también de Hipódromo, Z1, Cuenca XV y XVI.

“Este año en el turno vespertino están egresando cuarenta alumnos. A comparación de otros este es el año más bajo en términos de promoción en el turno vespertino; impacta mucho la situación económica”, sostuvo Varela.

Se explayó: “en el caso del adulto porque nosotros tenemos que ser muy flexibles y entender la situación cuando a veces pasa un tiempo de inasistencia. Te dicen: ‘mirá, estuve un mes sin venir hasta que encontré un nuevo trabajo’. La gran mayoría trabaja precarizado no tiene un empleo formal. Nosotros a la noche además conseguimos tener una guardería”.

Respecto de los estudiantes que asisten al mismo secundario pero en el turno mañana, Varela dijo: “concretamente los chicos nos plantean que tienen hambre, por eso cuando salimos a hacer reclamos también lo hacemos por el refuerzo alimentario. Los pibes no comen con retroactividad, si no nos dieron la plata hace tres meses atrás esa falta de alimentación no se recupera”, finalizó.

“La intención es también invitar a los chicos a elaborar productos que les hagan sentir pertenencia a la escuela”

dijo Albino Trecanao, profesor de química del CPEM 69.

“Muchos jóvenes y también gente grande se han terminado de alfabetizar con nosotros en la escuela”

destacó Patricia Varela, directora del colegio que desarrolló el proyecto.

Con el proyecto hay una resignificación de que lo que aprenden en la escuela, que tiene una utilidad práctica, en este caso los jabones y las cremas.