No lamentemos una segunda ola

General Roca

Las vacaciones de verano en el Hemisferio Norte y en Europa han dejado secuelas inquietantes, con un fuerte incremento de contagios de coronavirus a la vista.


Aquí, en la Argentina, estamos apenas iniciando el período estival con aglomeraciones en playas que no logran ser controladas. Evidentemente no hemos tomado nota de lo que ha ocurrido afuera.


Vemos claramente prevenciones relajadas, cervecerías llenas de jóvenes, fiestas clandestinas. Y controles escasos o ausentes.
No lamentemos una segunda ola con alarmantes cifras. Ya vemos escaladas preocupantes.


Tengamos en cuenta que las unidades de Terapia Intensiva pueden volver a colapsar y a agotar al personal sanitario.


Es fundamental que la población adopte un cuidado extremo y las autoridades decisiones responsables, en consecuencia con este riesgo.

Roque Acerenza


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