Obra en construcción derrumbó parte de una casa

La falla se produjo en la fosa mal amurallada en donde se ubicarán las estructuras de un edificio. La empresa -cuyo nombre no se difundió- ya había sido sancionada con una clausura.

NEUQUÉN (AN).- La fosa donde se colocarán las bases de un edificio provocó el derrumbe del quincho de una vivienda vecina ayer por lo mañana en el centro de esta ciudad.

Afortunadamente ni los obreros que trabajaban en la edificación, ni la familia damnificada fueron afectados por el derrumbe, que llevó al municipio a advertir acerca de la proliferación de construcciones clandestinas.

El colapso del terreno, que arrastró parte de una vivienda, sucedió ayer a media mañana en el predio de Castelli 275 donde se realizan los movimientos de tierra para la construcción de un edificio que alcanzaría los ocho pisos.

«La obra estaba clausurada desde hace más de un mes y sólo podían hacer tareas de subamurallamiento, porque la gente que está construyendo allí lo hace de forma clandestina sin ninguna autorización, no presentaron planos y ni siquiera tienen un cartel de obra que identifique al profesional responsable», advirtió el subsecretario de Gestión Urbana, Carlos Chaneton.

A un mes de que se cumpla el tercer aniversario de la muerte de Sofía Pacek, una mujer que pereció al caer una bandeja de contención de un edificio en construcción, el desmoronamiento de ayer llevó al municipio a poner en el tapete el tema de la seguridad de las grandes obras.

En marzo del año pasado, hubo un accidente similar en la calle Alderete, donde hoy se ubica en edificio Lérida.

Chaneton advirtió que «como esta construcción tenemos dos o tres más que hacen lo que quieren, que están clausuradas pero sus dueños violan esa orden y siguen trabajando causando problemas».

Explicó que «la mayor penalidad que podemos dictar es la clausura y estas obras ya la tienen y por eso su responsables la violan porque no hay una penalidad superior». Agregó que «en un caso, el juez de Faltas terminó colocando un efectivo policial las 24 horas en la entrada de una obra para garantizar que no vuelvan a trabajar».

Mientras el funcionario arremetió contra las construcciones clandestinas indicando que «vamos a terminar teniendo que decir públicamente con nombre y apellido quiénes hacen estas cosas. Ya labramos una nueva acta de infracción».

El incidente afectó la vivienda ubicada en el extremo suroeste del complejo, en donde el amurallamiento cedió y desmoronó un quincho que era utilizado como depósito.

«Por suerte, la gente que alquila esa casa, y que tiene tres chicos, no estaba en esa parte cuando se cayó», destacó Chaneton y agregó que «también es milagroso que ninguno de los obreros que trabajaba en el subamurallamiento resultó lastimado».

Los datos de la empresa constructora no figuran en la comuna.

Se supo que la empresa se limitó a indicar que ya se acordó con la familia damnificada que se repararán los daños causados en el quincho, que terminó unos cinco metros por debajo de donde se hallaba.


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