Olga Aguado: «Me decía que mi hermana cambió, que era una cualquiera, que tenía un amante»

La hermana de Delia fue la primera en declarar hoy como testigo en el juicio por jurados. Diego Tolaba está acusado de femicidio.

Olga Aguado nunca se comunicaba con Diego Tolaba, su cuñado. “La primera vez fue cuando me mandó un mensaje el 30 de noviembre”, declaró ante el jurado. Él le dijo que Delia estaba desaparecida, que se había ido con el auto el día anterior y no había regresado. Olga lo llamó. “Me atendió y me empezó a hablar mal de mi hermana. Me decía que mi hermana cambió, se transformó en otra persona, en una cualquiera, que tenía un amante, que salía por las noches, que volvía a las 12, que apagaba el celular. Me habló denigrándola”, agregó. Horas después de esa conversación el cuerpo de Delia fue encontrado en el balneario Sandra Canale.

Su testimonio fue el primero que oyó el tribunal popular encargado de juzgar a Tolaba, acusado de homicidio doblemente agravado por el vínculo, y por haber mediado violencia de género. El hecho ocurrió el 29 de noviembre de 2018. De acuerdo a la acusación la golpeó y la asfixió en el mismo sitio en el que la había encontrado hacia una semana con su nueva pareja.

En su testimonio Olga contó que con Delia se veían una vez al año, ya que ella vive en La Pampa. Aclaró que se escribían a diario. Señaló que el proyecto de su hermana era “formar una familia, trabajar.” La charla entre Tolaba y Olga fue muy parecida a la que mantuvo con Rosa, otra de las hermanas que declaró. “(Delia) Siempre apaga su celular, no quieren que la molesten”, afirmó que le dijo el hombre tras la desaparición.

Rosa llegó al juicio desde Los Toldos, Salta, de donde es oriunda la familia Aguado. Ambas residían a una enorme distancia de Delia. Según Olga, su hermana conoció a Tolaba en los últimos años de la escuela secundaria. Se mudaron a la ciudad de Neuquén y se casaron en 2008. Tuvieron tres hijos.

El fiscal Agustín García y el querellante Fabián Flores plantearon en su alegato que el imputado es el único autor del femicidio. Remarcaron que si bien no tenía un trabajo registrado, administraba el salario de Delia y que la controlaba permanentemente (ver aparte). El defensor Fernando Diez hizo hincapié en que los acusadores “desde el minuto uno le pusieron el traje a rayas” a Tolaba. Su par, Eliana Lazzarini, ponderó al imputado. Lo calificó como un “papá cariñoso, dedicado a la familia” y subrayó que nunca había sido denunciado por violencia sexista (ver aparte).

Los tres testigos restantes de la jornada fueron policías que participaron en la búsqueda de Delia. Dos de ellos tuvieron contacto con el acusado, ya que él denunció su desaparición en la comisaría 41. Lo describieron como una “persona fría”, “que no mostraba una preocupación por su señora.” En el contraexamen de los testigos la defensa apuntó a cuestionar la cadena de custodia de la prueba.

Eusebia Aparicio, la mamá de Delia estuvo presente en el juicio. Foto Florencia Salto.

Acusación

•Delia Aguado (32) y Diego Tolaba (34) estuvieron en pareja 13 años. Tuvieron 3 hijos. En 2008 se casaron. Ella era técnica en Seguridad e Higiene, empleada en una empresa de servicios petroleros. Él no tenía un trabajo registrado. Es gendarme retirado. Convivían, pero estaban separados. Ella mantenía una relación con otra persona.

•“Tolaba sometió a su mujer a controles, a violencias de distinto estilo”, aseguró el fiscal jefe, Agustín García, en su alegato de apertura.

•El 29 de noviembre de 2018, entre las 21 y 21.30, salieron juntos en un auto Volkswagen Gol Country a ver una casa en alquiler. Él regresó sólo, sin el vehículo. Al día siguiente radicó la denuncia por su desaparición en la comisaría 41. A las pocas horas fue encontrado el cuerpo de Delia junto al auto en la zona del balneario Sandra Canale.

•La fiscalía y la querella sostienen que Tolaba asesinó a Delia. La golpeó en el rostro y la mató ahorcándola con un elemento que funcionó como lazo.

Defensa

•La exposición se centró en dos ejes: “la visión de túnel” y “el efecto contagio”.

•La “visión de túnel” implica que la acusación tuvo una única línea de investigación. Sólo se encargó de colectar prueba contra Tolaba. “Desde el minuto uno tenían un culpable”, dijo el defensor Fernando Diez.

•El hecho de colocarlo como sospechoso produjo un “efecto contagio”. Diez afirmó que esto condicionó y sugestionó al entorno afectivo de Delia.

«¿Quién es Diego Tolaba?»

Con esa pregunta arrancó su parte del alegato la defensora Eliana Lazzarini. Describió al acusado de femicidio como un hombre “tímido, serio, parco” que dejó su trabajo y se dedicó “al cuidado de sus hijos en un acuerdo con su esposa y priorizando el bienestar de la familia y el crecimiento personal de ella.” Planteó que con Delia “tuvo un matrimonio con altibajos y reproches.”

En números

5
testigos declararon en la primera jornada de debate: 2 hermanas de la víctima y 3 policías.

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