Alimentos inocuos, mejor salud

Andrés Piotti López (*)


Los alimentos nocivos o contaminados provocan rechazos en el comercio y perjuicios económicos, así como la pérdida y el desperdicio de alimentos.


A propósito del día mundial de la inocuidad de los alimentos, que se conmemora cada 7 de Junio con el objeto de llamar la atención e inspirar acciones para ayudar a prevenir, detectar y gestionar los riesgos transmitidos por los alimentos, cabe destacar el ritmo de trabajo continuo que hemos alcanzado en este sentido en el CIPPA.

Más allá de las funciones de contralor que se le entregaron al CIPPA en el momento de su creación, la premisa fundamental fue siempre la misma: educar en la prevención de enfermedades alimentarias.
Actualmente, desde las actividades de control que se realizan diariamente en los Puestos, los operativos móviles para la inspección de transportes y comercios, el seguimiento técnico in situ de las plantas de faena, las acciones de capacitación en buenas prácticas que se llevan a cabo en toda la provincia, la actualización de conocimientos a nuestro personal, la difusión constante que se realiza en redes para profundizar sobre la educación en prevención de ETAs (enfermedades de transmisión alimentaria) a la población neuquina, todo lo que hacemos tiene un solo propósito: Cuidar la salud de los neuquinos.

No lo hacemos solos, claramente. El trabajo mancomunado entre los diferentes actores involucrados en un asunto de este tenor, es imprescindible. El CIPPA, mediante la celebración de convenios, sostiene estrecho contacto con la mayoría de los municipios y comisiones de fomento de la provincia, con los cuales se realizan todo tipo de actividades colaborativas, a través de las áreas de bromatología. Así también, forman parte de este ecosistema cooperativo, que no es más que una red de servicio a la comunidad, la policía provincial, el SENASA, el colegio veterinario, entre otros.

La producción de alimentos inocuos mejora las oportunidades económicas al hacer posible la productividad y el acceso a los mercados. Sin embargo, los alimentos nocivos o contaminados provocan rechazos en el comercio y perjuicios económicos, así como la pérdida y el desperdicio de alimentos. Por tanto, la aplicación de buenas prácticas a lo largo de la cadena de suministro puede mejorar la sostenibilidad, ya que reduce al mínimo los daños medioambientales y ayuda a mantener un mayor número de productos agrícolas.

Hoy más que nunca, la posibilidad de acceder a una alimentación segura es de vital importancia, y el uso de la palabra “vital” no es casual. La alimentación es vida, los alimentos inocuos son sinónimo de una alimentación sana, esto significa que podemos sacarles el mayor provecho de su valor nutricional sin que nuestra salud corra riesgos.

En el rol que nos cabe, nos dedicamos constantemente a promulgar el hecho de que todos desempeñamos un papel en la cadena alimentaria para garantizar que los alimentos que consumimos no perjudiquen la salud: desde la producción hasta la cosecha, el procesamiento, el almacenamiento, la distribución; hasta el final de la cadena, con la preparación y el consumo.

En este sentido, considero propicio invitar a todos en sus hogares a practicar las “Cinco claves para la inocuidad de los alimentos”: Mantener la limpieza, separar alimentos crudos de los ya cocidos, cocinar completamente los alimentos, mantener los alimentos a temperaturas seguras cuando así lo requieren y usar agua y materias primas seguras.

Solo si trabajamos conjuntamente, podremos lograr alimentos más inocuos para una salud mejorada.

(*) Presidente del Control de Ingreso Provincial de Productos Alimenticios. Ministerio de Producción e Industria. Gobierno de la Provincia del Neuquén.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios