Chubut: la noche que nació el “Nachismo”

El gobernador Torres oficializó su partido. Nadie se salvó: palos a los K y los libertarios. La batalla contra los fueros y presentación “blue” de los candidatos.

“¿De qué color era el caballo blanco de San Martín?”, divertía el acertijo con respuesta obvia en las infancias lejanas sin play station ni juegos en los celulares. En Chubut parecen volver las preguntas con respuestas obvias, recicladas en el tiempo y volcadas, no hacia quienes coleccionaban figuritas con jugadores difíciles, sino en el juego político cercano a unas elecciones de medio término. Vamos por parte.

Un poco de Shakira y mucho de cumbia y Los Palmeras. La música acompañó el nacimiento del “Nachismo” en Chubut. El acto donde, por fin, el gobernador Ignacio Torres anunció oficialmente su partido “Despierta Chubut”, un frente con el que competirá en las elecciones de medio término de octubre. No dio los nombres de los candidatos en su discurso. Pero elogió a la actual legisladora nacional Ana Clara Romero y al vicegobernador Gustavo Menna. Y estaban “Las Nachitas” haciendo firmar avales para los dos. Parecen ser números puestos. O lo son. Al menos lo fueron para el locutor: “Ingresa el gobernador Ignacio Torres y los candidatos Menna y Romero”, dijo. O no le avisaron. O tiene poco futuro. Torres fue más cauto. Hizo una presentación “blue”. Los nombró sin nombrarlos.

Después, repartió para todos lados. Habló de la corrupción de los K, por la doble trocha Trelew-Madryn que lleva 20 años. Y de los que hablan de “proscripción, pero por otro lado no quieren que les quiten los privilegios”. La referencia era también para los jueces, magistrados y funcionarios locales que no quieren la consulta popular para que la gente decida si acepta o no la permanencia de los fueros en la provincia. Fue su batalla de los últimos días y seguramente lo será en los meses que siguen. “Son unos caraduras”, repitió varias veces.

Se dejó un lugar para el gobierno nacional. Mencionó “a los que pelean con Lali (Espósito) y a los que se fijan en el precio de las empanadas. Y no les importa la gente”. Y remató: “Nosotros no tenemos nada que ver con La Libertad Avanza”, a pesar de tener dirigentes de ese partido en su gabinete.

El acto tuvo algo de liturgia cuando aparecieron tres bombos y un redoblante. No mucho más. Sólo banderas en las tribunas y algunos cánticos. Fue en el Teatro Español, en el centro de Trelew, donde Torres realizó todos los actos de su campaña cuando quería ser gobernador. Y lo fue.

“Es un lugar emblemático, con historia”, dijo. En el escenario, el 90 por ciento de los intendentes de la provincia dijeron presente. No es un dato menor. Alguna vez Diario RÍO NEGRO dijo que el gobierno de Torres se asemejaba al arco iris porque tenía funcionarios de todos los colores. Este sábado pasó lo mismo. Jefes que se fueron desencantados del PJ, del Kirchnerismo y del Frente Renovador. Estaban ahí, acompañando “el despertar de Chubut”. No hubo mucho más en la fría noche patagónica.

Lo que quedó para contar es lo que, en tanto, pasaba en la vereda de enfrente. En el peronismo se desafían a internas. Dicen que habrá el 2 de agosto. Nadie habla de unidad ni de nada que se le parezca. Hay candidatos que primero dicen que no son candidatos pero que después se anotan. Otros forman frentes difusos, con partidos más difusos todavía o con algunos que lo hacen por el simple hecho de no dejar secar el sello. Es lo que queda del PJ, un todos contra todos.

Los libertarios se pelean entre cuatro para ver quien tiene el cinturón más largo. Unos, agarrados del saco del presidente Milei, otros diciendo que “somos libertarios desde antes”. Nadie sabe cómo lo definirán. Quizá lleven más de un candidato. Otro todos contra todos.

Mientras y tras el discurso, Torres despidió a la gente del Teatro Español entre cánticos, besos y abrazos. Y le dijo a la prensa que “hay tres partidos que próximamente se unirán a este frente”. Nadie pudo averiguar cuáles. Es que muchos no quedan, están casi todos.

La política es dinámica y el voto volátil en la Argentina. Nadie puede adivinar nada antes de que se cuenten los sufragios. Pero a la luz de los hechos, de lo que pasa en cada vereda, en Chubut hay acertijos que pueden adivinarse. Preguntas que pueden contestarse sin temor a la equivocación, a pocos meses de las elecciones. Como aquella del color del caballo blanco de San Martín.

Era blanco, claro.


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