De panqueques y marionetas: el peronismo de Chubut no paga “traidores”
El éxodo de dirigentes enardece a la conducción mientras el gobernador Torres se frota las manos. Por ahora, sin alianzas ni candidatos.
“Roma no paga traidores” es una expresión que advierte que la traición no es recompensada. Se le atribuye al cónsul romano Quinto Servilio Cepión en el año 139 a. C.
La conducción del peronismo chubutense enfrenta un éxodo importante de dirigentes hacia otros partidos provinciales y nacionales, pero el presidente del PJ y diputado provincial Gustavo Fita no se esmera demasiado en poner paños fríos para calmar un poco ese acalorado frente interno y apaga el fuego con nafta. Los que tienden puentes con otros partidos, incluso con el gobernador Ignacio Torres, son “panqueques” y verdaderas “marionetas políticas”, dijo en un comunicado acompañado por el resto de la conducción. Por otro, lado Fita descartó cualquier tipo de alianza con el gobierno de la provincia para las elecciones de octubre. Y ratificó que “se está trabajando para lograr el mejor resultado en las elecciones legislativas del corriente año con candidatos propios”.
Las palabras de esperanza de Fita en el comunicado son dignas de elogio. No solo porque debió asumir como presidente del PJ chubutense mediante presentaciones ante la Justicia para sacar del medio a una lista opositora, sino porque además no la pasó bien en la última reunión del consejo partidario, donde una militante le pegó una cachetada.
Además, en esa oportunidad la mitad de los congresales se retiraron del interior de la sede central del PJ en Rawson y desde la vereda comenzaron a cantar la marcha peronista, agitando sus manos en lo alto, desafiando a quien en ese momento era el flamante titular del partido.
El congreso fue un fracaso y este no es un dato menor: no sólo es el principal órgano del partido sino entre otras cosas, define alianzas y aprueba candidatos para cada comicio.
Mientras, el gobernador Ignacio Torres se frota las manos. No pensando en las elecciones que vienen, porque según él no tienen valor político para su gobierno, sino porque cada vez son más los dirigentes “pejotistas” que argumentando “desencanto” van a golpearle la puerta.
La interna del PJ, que se presumía como principal partido de la oposición, va en ascenso. Hace pocos días, Ariel Molina intendente de la localidad de Corcovado y dirigente fuerte del Frente Renovador que a nivel nacional lidera Sergio Massa (y al cual también pertenece el exgobernador Mariano Arcioni) le cerró la puerta a “cualquier acuerdo con la actual conducción del justicialismo”. Raro. En las últimas elecciones generales de 2023 fueron juntos. En los corrillos políticos se especula que Molina habló por Massa.
Pero también hay referentes fuertes del justicialismo que se muestran más del lado de afuera que de adentro. El caso del intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre, es uno de ellos. Tejió una excelente relación con Torres y además declaró públicamente que “hay que fortalecer al gobernador en un frente amplio con el justicialismo adentro”. Bingo.
Gustavo Sastre y su hermano mellizo Ricardo, son (o eran) las cartas más fuertes que el PJ tenía en la manga. Ahora, parecen jugar su propio partido. Además, la diputada provincial Mariela Williams que responde a los mellizos madrynenses aporta siempre el voto que le falta a Torres para los dos tercios en votaciones clave en la Legislatura provincial. Más claro no se consigue.
Así las cosas y con dirigentes a los que el tiempo ha devorado, que sostienen a las “20 verdades” como salmos bíblicos y buscan por todos lados “combatir al capital”, el justicialismo de Chubut se desangra entre la soledad de una conducción escasamente representativa y la voracidad verbal de dirigentes que no asimilan el cambio de las realidades. “En estos tiempos de marionetas políticas, donde las convicciones son puestas en venta y los panqueques políticos están a la orden del día en nuestro partido, queremos recordar que nuestras herramientas son la doctrina y el movimiento”, remató Fita en el comunicado.
Como Roma, la conducción del peronismo de Chubut no paga a quienes, para ellos, son traidores.
“Roma no paga traidores” es una expresión que advierte que la traición no es recompensada. Se le atribuye al cónsul romano Quinto Servilio Cepión en el año 139 a. C.
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