El orden electoral y un rumbo preexistente
El resultado electoral repartirá nuevamente poder, pero, desde ya, abrirá otra etapa en el gobierno provincial, especialmente por los preexistentes cambios postergados. Un primer problema para la segunda parte: el frente conflictivo que el gremio docente propondrá para el ciclo escolar del 2026, a partir del triunfo de los sectores radicalizados.
El fin de un período significa el nacimiento de otro, aunque no necesariamente inmediato. Hoy, con la votación de representantes al Congreso Nacional, el electorado de Río Negro demarcará nuevamente espacios de poder.
Weretilneck resolvió la participación de Juntos, desafiando la polarización entre aquellos aferrados al presidente libertario Javier Milei y los que lo rechazan, alineados -en especial- con la alianza Fuerza Patria.
La opinión rionegrina se conocerá este domingo. El resultado electoral repartirá nuevamente poder en la política, pero, desde ya, abrirá otra etapa en el gobierno provincial, especialmente por los preexistentes cambios estatales postergados y que, en charlas recientes, el gobernador renovó la necesidad de activarlos. Habrá, obviamente, detalles originados en lo que hoy resulte de las urnas.
Entre las transformaciones atrasadas, figura la modernización del Estado, a pesar del impulso expuesto con la creación de un ministerio y el ascenso, hace diez meses, de Milton Dumrauf por Federico Lutz, buscando otro rendimiento.
Esas modificaciones están orientadas a la mejora y la eficiencia de los servicios, incluyendo la participación de los empleados. Esa modernización requiere -según el criterio y el consenso pactado entre Weretilneck y ATE en junio del 2019- un régimen laboral diferente, pero esa creación conjunta se empantanó y, desde el año pasado, no se habló más.
El control de las licencias médicas resultó, aunque, en ese caso, se contrató para esa labor a una empresa (Dienst). ¿Otra asumirá la supervisión del presentismo, según contactos ya realizados por Modernización? Posiblemente, siempre justificadas en la impotencia de lo público por cambiar y corregir fallas en sus propios procesos.
Las reconversiones aplazadas abarcarán al sistema educativo y hospitalario.
Las inversiones energéticas en Río Negro y las mutaciones económicas que anticipan no alcanzan si persisten problemas recurrentes en servicios básicos por escasez de fondos y, también, deficiencias de gestión.
El panorama educativo ya se complicó porque se convivirá con un gremio docente más beligerante, con su impacto en el dictado de las clases. El triunfo opositor en la Unter -que ubicará en diciembre a Laura Ortiz- se armó con agrupaciones radicalizadas y gobernará con mayoría (sumarán 11 de sus 18 seccionales). Garantía para sus planes y, por eso, el próximo inicio escolar no será nada sencillo.
Ese posible escenario belicoso incomodará también a ATE, que hoy reposa y está aggiornado por su directo trato con Weretilneck, después de que creció con sus protestas callejeras.
En el tiempo poselectoral, la administración provincial retomará negociaciones salariales, pues dejó inconclusa la pauta final y avanzó en el pago del bono ofrecido, sin aval sindical.
No indica nada, pero la Legislatura adelantó su cierre, fijando cinco aumentos del 2,9% mensual para octubre-febrero. Esos porcentajes proyectan subas promedio para los legislativos del 29% para el año, previéndose otro 6% para el primer bimestre del 2026.
El marco financiero vaporoso del país no permitió a Río Negro colocar, como pretendía, Letras del Tesoro ya autorizadas. Así, Hacienda se ciñe a sus recursos -con los fondos petroleros- y, también, los descubiertos en el banco Patagonia (FUCO).
Estos sobregiros -como las Letras- siempre son herramientas centrales para el Estado rionegrino y, por eso, la actividad de la Legislatura se reactivará seguramente con el proyecto donde se autorizan esos instrumentos para el 2026, que se adelantan para avanzar en los avales nacionales y recurrir a su uso inmediatamente con el inicio del año.
La estrechez de recursos. Nada es más cierto que su existencia.
El fin de un período significa el nacimiento de otro, aunque no necesariamente inmediato. Hoy, con la votación de representantes al Congreso Nacional, el electorado de Río Negro demarcará nuevamente espacios de poder.
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