Scaloni y la Selección argentina, en estado de gracia
La Scaloneta ha logrado consolidar una idea que demandó muchísimos años. El plan colectivo se lleva a cabo, sin depender de un salvador.
El estado de gracia en general, se refiere a una condición de paz, armonía y conexión con algo más grande que uno mismo. Es un estadio al que pocas personas acceden, ya que para ello hay que superar peldaños en los que otras necesidades se encuentren satisfechas.
Es esa particular disposición la que atraviesa actualmente el cuerpo técnico de la selección argentina de fútbol encabezado por Lionel Scaloni, a través de una serie de gestos que enaltecen.
Así se ha visto al pujatense disculpar y dar un abrazo a Raphinha tras la histórica goleada del Monumental por 4-1 frente a Brasil, luego de que el actual delantero del Barcelona prometiera a su gente una paliza, en una entrevista conducida por Romario.
Muy por el contrario, el conjunto albiceleste, aun sin Lionel Messi, Lautaro Martínez, Paulo Dybala, Gonzalo Montiel o Lisandro Martínez, dio de beber al scratch de su propia medicina, propinándole un baile (al decir del siempre mesurado Julián Álvarez) nunca visto, entre los dos grandes de Sudamérica.
Lejos de quedarse en el campo festejando o alardeando de semejante victoria, tal como estamos acostumbrados suceda, Scaloni partió raudamente y en silencio hacia el vestuario sin emitir sonido.
Tal actitud que también exhibió en la previa, al emocionarse cuando un periodista uruguayo con discapacidad le hizo una pregunta con dificultad, o al bajar los decibeles cuando se lo provocó para polemizar, habla de un cuerpo técnico focalizado en su misión y con una madurez inusual.
Tal estado al que se llega tras un récord de títulos (Dos copas América 2021-2024, la Finalísima 2022 y el Mundial de Qatar 2022), por ser el primer país sudamericano en clasificar para EEUU 2026 y por ganar durante las eliminatorias en tierras muy adversas para cualquier equipo como en Brasil, Colombia o la altura de Bolivia, no es una pose, sino un convencimiento marcado por la propia experiencia.
Así se notó la reacción en contra del santafesino, cuando el Dibu Martínez en pleno partido hizo jueguito con el balón en su área, o al entrar molesto al túnel en el entretiempo, cuando Argentina ganaba por 3-1 y se generó un revuelo innecesario alrededor del árbitro.
Toda esta línea de respeto no es casual y proviene seguramente de sus familias y luego de sus formadores en el deporte. Así el cuerpo técnico está integrado por ex seleccionados que provienen del interior del país (Pujato, Rio Cuarto, Laborde, Paraná). Todos han transitado por potreros y clubes de barrio, para luego hacer las inferiores, llegar a primera en el país y emigrar al exterior.
En tal paso, estos hoy conductores, tuvieron como técnicos entre otros a Néstor Peckerman, Hugo Tocalli o Marcelo Bielsa, quienes, con su diferente perfil, son reconocidos por sus dirigidos como grandes guías en el deporte. Incluso en el caso del rosarino… por el propio Raphinha, quien fue su dirigido en el Leeds.
Escuchar hablar a Pablo Aimar, con una paz infrecuente, es un bálsamo que seguramente equilibra a Scaloni y a sus seleccionados, quienes siempre están dispuestos a participar donde sea, a pesar de las enormes distancias que los separan de sus centros de residencia.
Recientemente “el payasito” razonaba que el fútbol argentino era una síntesis entre el juego brasileño y el uruguayo. Futbolistas que se asocian a través de pases buscando el arco contrario con la pelota en sus pies y defienden con decisión y pierna fuerte sin ella.
La Scaloneta ha logrado consolidar una idea que demandó muchísimos años y que parece poner fin a una vieja antinomia entre ex técnicos campeones del mundo. Independientemente de quien ingrese, el plan colectivo se lleva a cabo adelante; siendo el objetivo presente, no depender de un salvador.
Así esta dirección técnica está dejando un legado para una generación entera en un país que vive convulsionado por necesidades y conflictos permanentes. La de no alimentar controversias, no dejarse usar por la política y dejar un mensaje enaltecedor, tal como el del partido a beneficio de las víctimas de la inundación de Bahía Blanca, al que la selección se prestó desinteresadamente.
En tal sentido la sinergia de ideas con Lionel Messi y referentes del plantel ha sido estratégica, para imbuir a cada jugador que ingresa a la selección de la misma filosofía.
Que una selección argentina apabulle nada menos que a Brasil, con un gol como el de Enzo Fernández, luego de 33 toques, es un motivo de celebración. Que además exista un cuerpo técnico en estado de gracia, una bienvenida enseñanza que esta generación de niños y jóvenes jamás olvidarán.
*Abogado. Prof. Nac. de Educación Física. Docente Universitario. angrimanmarcelo@gmail.com
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