Ni un minuto de paz
Una denuncia pública por el manejo de los fondos de campaña volvió a dirigir las miradas a las autoridades de La Libertad Avanza de Río Negro.
Los votos no aseguran tranquilidad. Y la falta de ellos, menos. Los ejemplos son más que claros en Río Negro.
Pese a ser la fuerza más votada en las últimas elecciones legislativas, la alianza libertaria volvió a estar en el centro de la escena política rionegrina con una fuerte denuncia pública.
Los libertarios llegaron a un acuerdo de unidad, en el que también apareció el PRO de Juan Martin, a principios de agosto.
Aníbal Tortoriello, de CREO, Republicanos Unidos, de Nicolás Suárez Collman, y LLA, de Lorena Villaverde, llegaron hasta el 26 de octubre juntos, no así Martin y el PRO, que se bajaron días después de la foto de unidad.
Los libertarios rionegrinos sobrevivieron al terremoto que significó el caso Fred Machado en plena campaña. Pero el pedido de extradición a Estados Unidos del empresario acusado de narcotráfico y sus vínculos con la política rionegrina, también tocaron al gobierno provincial por los emprendimientos de arenas silíceas de su primo, Claudio Ciccarelli.
Finalmente, las elecciones mostraron un clara nacionalización. Con Fuerza Patria y la alianza libertaria peleando voto a voto en el tramo a Senadores (entraron a la cámara alta Martín Soria y AnaMarks), y Aníbal Tortoriello imponiéndose en Diputados y logrando más votos que Villaverde a senadora. Enzo Fullone quedó a poco más de 2.000 votos de ingresar a la Cámara Alta.
Ser la fuerza más votada de la provincia no fue un bálsamo. Un día después del triunfo, Tortoriello reveló sus intenciones de ir por la gobernación 2027, un anhelo que el extintendente no oculta.
Villaverde, por su parte, le restó importancia al impacto del cipoleño en los votos logrados: “Solo sumó 4%”, afirmó.
Fuerza Patria aprovechó la oportunidad para llevar el tema a la justicia federal. En el gobierno sigue tratando de restarle valor al tercer lugar en las legislativas.
En este juego de roles antes y después de la campaña, están por un lado a Tortoriello y Fullone, y por el otro Villaverde, y su ladero incondicional, Julián Goinhex.
Hace una semana, en Allen, Villaverde buscó mostrar músculo tras los resultados electorales. El encuentro de simpatizantes contó con una presencia inesperada: el intendente de Allen, Marcelo Román. Las victorias, a veces, tienen poder cicatrizante.
El roquense Roberto Zgaib fue el encargado de romper la tensa calma.
Indignado, el reconocido empresario, responsable financiero de la alianza, se negó a pagar una factura de alrededor de 70 millones de pesos. Las inconsistencias lo llevaron a rechazar las presiones de las autoridades de LLA para que abone el millonario monto. En el medio comprobó que parte de los trabajos no estaban realizados en las condiciones que se habían certificado.
Zgaib dijo a Río Negro que con el correr de los días y su postura intransigente fueran dadas de baja también otras facturas millonaria. “Estoy enojado con Villaverde y Goinhex”, remató el empresario. Desde la cúpula provincial del partido contraatacaron afirmando que Zgaib tenía motivaciones políticas.
El hecho le sirvió a Fuerza Patria para impulsar una denuncia penal en el fuero federal por la utilización irregular de los fondos de campaña. Como en el caso Machado, el peronismo no pierde oportunidad de erosionar a sus rivales.
El partido que lideran los hermanos Soria, transita noviembre sin sobresaltos. Martín, en una entrevista con este medio habló muy bien de Pedro Pesatti, postergado como candidato en la estructura de Juntos Somos Río Negro. También destacó el valor de Tortoriello y las visiones similares que tienen a nivel gestión. Ratificó, además, que María Emilia también ira por la gobernación. El proyecto sigue firme, dijo, pese a que en todo el Alto Valle LLA sacó más votos que Fuerza Patria.
En el oficialismo, el gobernador Alberto Weretilneck habló por primera vez claramente sobre los resultados de la elección del 26 de octubre. En Bariloche, afirmó que no sintió que el resultado de los comicios haya sido un plebiscito de su gestión. A partir de este razonamiento adelantó que no habrá cambios en el Gabinete. Y hasta esbozó una visión positiva: “Estamos conformes con el resultado. Subimos más de 12 o 13 puntos el resultado de una elección similar anterior”.
El optimismo lo logró ocultar un dato de real crudeza: el partido provincial ya no tiene representación en el Congreso. Tendrá menos poder de negociación.
Los votos no aseguran tranquilidad. Y la falta de ellos, menos. Los ejemplos son más que claros en Río Negro.
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