Otra Mesa Vaca Muerta definirá la suspensión de los despidos

Las cámaras empresariales acordaron retrotraer los más de 600 telegramas, pero estarán sujetos a las resoluciones del nuevo espacio de diálogo. Las firmas requirieron a Nación una reducción en el pago de aportes patronales. Desde Petroleros Privados se suspendió la megasamblea.

Los gremios petroleros de la Cuenca Neuquina acordaron ayer con las cámaras que nuclean a las empresas de servicios y operadoras que se retrotraigan los más de 600 telegramas de despido que habían llevado al dictado de la conciliación obligatoria. Sin embargo, la situación de esos trabajadores, y de los más de 1200 que están suspendidos, será definida en una nueva clase de Mesa Vaca Muerta que las partes convinieron en formar.

El acta acuerdo trae alivio a los trabajadores que no tenían garantizados sus puestos a partir del próximo martes, cuando venza la conciliación obligatoria, se firmó en la sede del ministerio de Trabajo de la Nación, aunque en esta oportunidad su titular, Claudio Moroni, no formó parte del encuentro.

Desde las empresas nucleadas en la Cámara de Operaciones Especiales (Ceope) y en la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) se solicitó como contrapartida que desde Nación se les autorice una reducción en el pago de los aportes patronales de sus empleados, un mecanismo que está previsto para las empresas que se encuentran en crisis.

Pero el eje de la suspensión de los despidos está en la conformación de una nueva mesa de negociación en la que estarán presentes los gremios de Petroleros Privados y Jerárquicos de Río Negro, Neuquén y La Pampa y los gobiernos nacional, de Neuquén y Río Negro.

Si la Mesa Vaca Muerta lanzada en 2018 se dio para potenciar el desarrollo de los yacimientos, este nuevo espacio podría ser tildado como la Mesa Vaca Muerta “C”, porque lo que se analizará en sus encuentros será la crisis que atraviesa el sector desde agosto del año pasado.

En números

1.847
son los trabajadores afectados por telegramas de despido y suspensiones que estaban amparados en la conciliación obligatoria.

En el acta acuerdo firmada se señaló que este espacio se formará para “encontrar mecanismos de solución respecto de las discrepancias existentes”, dado que también se dejó por escrito que se está ante un “grave cuadro de crisis”.

En esta Mesa C se buscará que también esté presente la Federación de Cámaras Neuquina (Fecene) dado que sus empresas integrantes también han realizado despidos.

Las empresas hacen expresa reserva de derechos y supeditan el mantenimiento de la decisión a los resultados de la mesa».

Señala el acta acuerdo firmada ayer en Buenos Aires.

Al calor de las negociaciones emprendidas, desde Petroleros Privados se anunció antes del encuentro en Buenos Aires, que se dejó sin efecto la mega asamblea que estaba prevista para hoy en el centro de la ciudad de Neuquén.

El encuentro representaba no solo un acto de demostración de fuerza, sino también una medida directa en contra de las empresas dado que de concretarse la concurrencia que se había postulado, de más de 20.000 personas, era un hecho que en los yacimientos faltaría gente.

En reemplazo de este mega acto, desde el sindicato se anunció que hoy se realizará a las 8.30 una asamblea informativa en Añelo, en el corazón de Vaca Muerta.

Cronología de una crisis profunda

El 12 de agosto, con el resultado de las elecciones PASO y la posterior devaluación, el sector hidrocarburífero se sumió en la incertidumbre.

El 15 de agosto se aplicó el DNU 566 que congeló por 90 días el valor del petróleo y los combustibles. Además comenzó a regir el control de devisas y las empresas advirtieron que podrían frenar inversiones.

En septiembre la cantidad de etapas de fractura en Vaca Muerta cayó un 25% y llegó al 54% en octubre, reflejando el freno puesto por las operadoras.

El 27 de noviembre varias empresas enviaron 600 telegramas de despido en el mismo día. Para entonces ya eran unos 1000 los retiros voluntarios. A ellos se suman otros 1.200 trabajadores que fueron suspendidos y forzaron a la conciliación obligatoria.

Hace apenas un año y medio se formó la Mesa Vaca Muerta en la que las partes analizaban cómo mejorar y potenciar los desarrollos que, en un casi eslogan de campaña, prometían que podrían generar 500.000 puestos de trabajo.

Ayer, y con los días contados para que al finalizar la conciliación las empresas puedan avanzar con los despidos, se volvió a acordar una nueva Mesa Vaca Muerta, pero esta vez para analizar la crisis imperante en el sector que comenzó en agosto.

El resultado de las elecciones PASO, seguido de la devaluación, el control de capitales y el DNU del congelamiento del petróleo paralizaron la actividad a tal punto que este mes la cantidad de torres activas bajó en Vaca Muerta a su mínimo histórico.

El último recuento, reflejó que 13 equipos están parados a la espera de señales que parecen no llegar. Esto representa que, no sólo los empleados de esos equipos no tienen trabajos para realizar, sino tampoco quienes los llevaban a sus bases o les hacían la comida.

La crisis abierta en Vaca Muerta, y en la industria petrolera, aguarda una señal que podría ser la presentación de la ley de Hidrocarburos que, se asegura, ingresará al Congreso en pocos días.


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