Otra oportunidad para la geotermia

El proyecto de Copahue se cayó y la provincia busca nuevos inversores. Interés de Y-tec.

Finalmente, la concesión de la planta geotérmica de Copahue, la primera del país, se cayó ante el sostenido incumplimiento de las inversiones por parte de la adjudicataria, Geothermal One. Sin embargo las autoridades neuquinas confían en que el proyecto puede reflotarse antes de que vuelva a foja cero. “La empresa dejó de invertir por causas externas. Fundamentalmente por las condiciones para conseguir financiamiento”, explicó Luis Galardi, presidente de ADI-NQN, quien agregó que al bajar la concesión se aplicaron “las penalidades previstas en el contrato”: alrededor del 4% del valor del proyecto fijado en u$s 100 millones. La concesión de la canadiense Geothermal One fue traumática. Consiguió la adjudicación en el 2010 e inmediatamente debió atravesar una denuncia por supuestos riesgos ambientales que se destrabó recién a fines del 2011. Luego les hizo saber a las autoridades neuquinas problemas por las restricciones cambiarias y el giro de utilidades al extranjero. Las inversiones se atrasaron hasta que, en las últimas semanas del 2013, se avanzó en la caducidad de la concesión. Para entonces sólo se había completado parte de los estudios geofísicos. El yacimiento que se pretende explotar en Copahue es definido como la “perla” de la geotermia en el país. A tal punto, que está ‘rankeado’ como el cuarto proyecto a nivel mundial. El potencial probado a través de los cuatros pozos de estudio completados es de 30 MW, pero aseguran que con desarrollo podría ampliarse aún más. Galardi confirmó que hay al menos tres grupos inversores interesados para poner en marcha el proyecto en el corto plazo. La geotermia tiene un costo de producción muy competitivo para la industria eléctrica ya que cada MW/hora cuesta alrededor de u$s130 contra los u$s 400 ó 600 de la generación “delivery” –con plantas a combustible que se instalan para abastecer un punto o localidad concreta–. Uno de los grupos inversores interesados llega de la mano de Y-TEC –asociación de YPF y el Conicet–, que no sólo están interesados en el proyecto Copahue sino que también tienen intenciones de sumar Domuyo. La diferencia entre ambos es que el segundo apenas se encuentra en etapa de “prefactibilidad” y no tiene desarrollo de pozos exploratorios.

Los pozos de estudio en copahue arrojaron un potencial de 30 megas. Es el principal proyecto de este tipo en el país.


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