«¿Paladar negro? ¡Soy todo negro!»

Ayer, pasadas las 13, Claudio Borghi firmó su contrato como nuevo entrenador de Independiente y si bien en principio asumirá el 1º de junio, el presidente del club, Julio Comparada, no descartó que empiece su trabajo antes si es que así lo acuerdan con el técnico interino, Miguel Santoro. «No vengo a apagar un incendio. Vengo a trabajar. Mi trabajo será bueno, regular o malo, pero será profesional», enfatizó.

Con bromas y risas, el Bichi fue presentado por Julio Comparada, presidente del club. «No vengo a apagar ningún incendio, porque no lo hay», aseguró el flamante DT. «Disculpen que no me ponga la camiseta, pero es una cuestión obvia, la remera es talle L», fue la carta de presentación del Bichi, en alusión a su falta de estado físico, al ver la remera que le tenían preparada para las fotos de rigor.

Admirador de Menotti y muy respetuoso de Bilardo («Mi filosofía es la del Flaco, aunque aprendí mucho de Carlos», dijo), Borghi deslizó que su intención es que Independiente encuentre una identidad de juego que sea fiel a su historia. «¿Si tengo paladar negro? Soy todo negro», bromeó. «Tengo muy buen gusto por el fútbol. Yo jugué en este club y conozco su historia. Con los jugadores que hay se puede hacer algo lindo».

· Ser o no ser hincha. «Creo que le caí bien a la gente porque soy sincero y no he ofendido a nadie. A Independiente no vengo como hincha sino como entrenador y mi trabajo puede ser malo, regular o bueno, pero con seguridad va a ser profesional».

· La presión. «Yo tengo la presión de la vida, he tenido que salir a trabajar a los diez años porque faltaba la plata. Por eso para mí trabajar en el fútbol no es ninguna presión, sino un medio para desarro

llarme en lo que a mí me gusta».

· A qué se juega. «Yo entiendo al fútbol como un juego y no como presión y cuando uno trata de jugar a algo presionado, no logra buenos resultados. Yo nunca voy a decir 'hay que ganar cueste lo que cueste', porque sólo son partidos de fútbol y espero que se mantenga así».

· A qué se juega II. «Nosotros tratamos de defender con tres cuando estamos atacando y con siete cuando nos estamos defendiendo, y hay veces que cuando nos atacan mucho pongo un delantero para que el contrario tenga que preocuparse por mí. Creo que depende mucho del momento del partido. A nosotros de todas maneras nos gusta arriesgar y eso significa que pensamos más en atacar que en defender».