Papelón judicial: errores obligan a suspender otra vez un juicio

AUDIENCIA

Una seguidilla de errores durante la etapa de instrucción obligó este miércoles (22/04), por segunda vez en casi un año, a suspender el juicio para esclarecer el homicidio de Paula Vera, que sigue impune. “Examiné la causa con exhaustividad”, afirmó el fiscal de Cámara Carlos López. “Y hay vicios que son insalvables y de proseguir, la causa quedaría herida de muerte”, resumió López ante los jueces de la Cámara Criminal Primera, Marcelo Barrutia, Alejandro Ramos Mejía y Miguel Gaimaro Pozzi.

Los imputados Sebastián Javier alias “Mecha” Aravena y Heriberto Miguel, quienes están sospechados del homicidio de Vera, escuchaban atentos. Los acusados habían llegado a Tribunales esposados y custodiados por casi una docena de policías que permanecieron en la sala. Aravena tiene varias fugas en su haber y Miguel escapó en una ocasión del Penal 3 de esta ciudad.

Ambos iban a ser juzgados por el hecho que ocurrió a la noche del 7 de abril de 2013. Según la acusación fiscal, Aravena y Miguel arribaron en moto hasta la calle Beschetd 2674. Allí, uno de los sospechosos descendió de la motocicleta y disparó en nueve oportunidades desde la calle hacia la vivienda donde Vera estaba con su marido y dos chicos. Tras el ataque, ambos sujetos escaparon del lugar. Vera recibió un proyectil en la cabeza y murió cinco días después a raíz de las graves lesiones.

La defensora oficial Romina Martini advirtió ayer en el inicio de la audiencia “un par de irregularidades procesales que afectaban el derecho de defensa de Aravena”.

López indicó que los errores detectados en el expediente violaron el debido proceso, lo que afecta el derecho de defensa.

Sostuvo que no hubo una indagatoria válida para Aravena. “El proceso penal se tiene que hacer de una sola manera: bien”, afirmó López. Aclaró que no estaba echando las culpas a nadie, pero enfatizó que el sistema procesal vigente “es insoportable”.

En la instrucción intervinieron el agente fiscal Eduardo Fernández, el juez Ricardo Calcagno, en la primera etapa de la investigación, y el juez Marcos Burgos, en los tres cuerpos restantes que tiene el expediente.

El juicio se suspendió por primera vez a principios de mayo del año pasado. En aquella ocasión, Martini advirtió una seria desprolijidad en la requisitoria de elevación a juicio que obligó a los jueces de la Cámara Criminal Primera a declarar la nulidad y mandaron la causa al juzgado de Instrucción 6, a cargo de Burgos, para que ordenara el expediente. Casi un año después, surgieron nuevos errores insalvables que obligaron a una nueva suspensión.

López indicó que cuando enviaron el expediente al juzgado de Burgos para corregir los errores, “nadie miró para atrás” en el expediente. Tampoco el fiscal. Pero desde la Cámara Criminal Primera tampoco notificaron a nadie para el ofrecimiento de pruebas.

“Hemos verificado las irregularidades que han señalado la defensa y el fiscal y, evidentemente, son errores insalvables que afectan el principio de congruencia procesal”, dijo Barrutia tras la deliberación de los jueces. Por eso, declararon la nulidad de la indagatoria de Aravena, el procesamiento y la requisitoria de elevación a juicio, porque sólo incluye a Miguel. Los jueces remitieron la causa a Burgos para que “encauce esta causa con carácter de urgente”.

Cuando finalizó la audiencia, el secretario de Cámara salió al hall y les explicó a los testigos que el juicio se había suspendido. Los testigos expresaron su descontento, porque alegaron que habían perdido toda la mañana. Advirtieron que era la segunda ocasión que los citaba la justicia. Se marcharon enojados y con muy pocas ganas de volver para una nueva convocatoria.

DeBariloche