Para la Unter, «la vuelta de las clases es inviable”

La curva ascendente de contagios de coronavirus en Río Negro, la saturación del sistema sanitario y también la experiencia con la vuelta a clases en otras provincias contribuyen a alejar cualquier posibilidad de reactivación a nivel local, al menos desde la mirada de la Unter. 

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La secretaria general del sindicato docente en Bariloche, Patricia Lande, dijo que “en este momento la vuelta a clases es inviable”. Aseguró que todavía no existe un protocolo acordado, y que el primer borrador que les propuso el gobierno provincial “era un desastre”. 

Consideró que la reanudación de la educación presencial con el actual desarrollo de la enfermedad no va a ser inmediata, y no ve esa posibilidad “ni siquiera antes de fin de año”. 

Lande reconoció que las clases virtuales están lejos de cubrir la necesidad porque, según un relevamiento propio, “el 70% de los docentes tienen problemas de conectividad” y la obligación de disponer de la tecnología con recursos propios ha llevado a algunos educadores que recién se incorporan al sistema a gastar su primer sueldo en comprar un teléfono. 

También les preocupa la situación de los chicos, porque la cantidad de los que han podido mantener la conectividad todo el tiempo sin problemas “es bajísima”. 

La titular de Unter dijo que con los alumnos en situación de vulnerabilidad el único vínculo se da a través del reparto de alimentos en las escuelas, Allí los docentes detectan problemas y tratan de canalizar ayudas, que poco tienen que ver con lo pedagógico. Lande dijo también que los equipos técnicos han intensificado su trabajo por “los casos de adolescentes con depresión”.

Protocolos deficientes

Cuando menguó un poco la expansión del Covid, entre junio y julio, empezaron los sondeos para acordar una posible vuelta a las aulas. Pero Lande sostuvo que todavía la provincia está lejos de tener un protocolo acordado por todas las partes.

Señaló que el primer borrador era “casi un instructivo médico”, con abundancia de pautas para el seguimiento de síntomas e indicadores “que no les corresponde hacer a los y las docentes, ni están capacitados”. Señaló que también preveía el ingreso en grupos escalonados, cada 15 minutos “sin tener en cuenta las falencias que hay por ejemplo con el transporte en Bariloche”. 

Dijo que la Unter realizó un debate interno sobre ese escrito y transmitió sus aportes a Educación, pero desde entonces no hubo otros avances, porque se intensificó el ritmo de contagios y la rehabilitación de las escuelas dejó de ser prioridad. 

Lande dijo que la propuesta provincial tenía muchas omisiones y nada decía, por ejemplo, del nivel inicial y de la educación especial. “Tenía cosas como la prohibición de tocar un juego, cosas imposibles de llevar a la práctica”, explicó. 

Consideró que para evitar un mayor deterioro de la calidad educativa en el actual contexto, lo más urgente de resolver son los problemas de conectividad.

“La vuelta a clases la vemos muy lejana -afirmó-. Los que hablan de eso parece que pasaran por alto la realidad sanitaria de esta provincia y la saturación del sistema de salud”. Hizo notar también que “en otras provincias y países tenían pocos casos y decidieron abrir las escuelas, pero tuvieron que retroceder porque se multiplicaron de golpe”. 

Lande dijo no tener conocimiento de medicina como para afirmar que las clases sólo podrían volver cuando haya una vacuna”. Pero señaló que la Unter, en sintonía con los gremios docentes de todo el país, sostiene que “sería una locura” forzar las cosas sin garantías suficientes de que no se corren riesgos. “Siempre hemos dicho que la salud y la vida son lo más importante”, aseguró la dirigente.