Pavoroso incendio devoró un pinar en Bariloche

El siniestro se desató al mediodía, cerca de los barrios Pilar I y II. Consumió 40 hectáreas de pinos y monte achaparrado

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El fuego, tan temido por los pobladores de los barrios Pilar I y II, ubicados a unos 10 kilómetros del centro, se presentó ayer por la tarde de manera incontenible y destruyó unas 20 hectáreas de pinos y otras tantas de monte achaparrado de especies autóctonas, aunque no puso en riesgo las viviendas.

Poco después del mediodía fueron avistados al menos 6 focos de incendio en cercanías del barrio Pilar I: uno al norte de la ruta 258, y los restantes al sur, separados entre sí por un centenar de metros. Favorecido por los fuertes y cambiantes vientos, la elevada temperatura y la alta combustibilidad de la vegetación, el fuego se extendió hacia el Este, y a las 14 altas columnas de humo se avistaban desde cualquier punto de la ciudad.

Algunos focos fueron contenidos sin mayores dificultades, pero uno de ellos se encaminó hacia una forestación cercana, conocida como «el pinar de Rivelli». Mientras los medios de ataque aéreo -dos aviones y un helicóptero- iniciaban el trabajo de extinción, las brigadas terrestres del Splif y Parques Nacionales se preparaban para contener el fuego en el camino que conduce al Valle del Challhuaco y sin acercarse al pinar, porque el fuerte viento que soplaba en dirección sur-este, con algunas variables, lo hacía desaconsejable.

Poco después de las 15 el fuego llegó al pinar y se volvió incontrolable. Las copas de los árboles se abrasaban en pocos segundos y enviaban enormes bocanadas de fuego a unos 20 metros de altura, en una sucesión dantesca que se detuvo 20 minutos después, luego de arder el último pino.

El temor a que el fuego se expandiera hacia el Challhuaco y superara el camino obligó a evacuar hacia la ciudad a los más de 500 niños y adolescentes que se encontraban en el complejo recreativo y estudiantil cercano, en tanto que dos motoniveladoras comenzaron a retirar los arbustos del borde del camino, ensanchando esa vía, a la que transformaron en un cortafuego.

Si las llamas hubieran cruzado el camino hacia el Este, habría habido riesgo cierto para algunos grupos de viviendas, y para la forestación del empresario Gustavo García Cano, ubicada en cercanías de la planta de compostado. Sin embargo, la moderación de los vientos, unida a la excelente labor de los medios aéreos, favoreció la contención del incendio.

El helicóptero trabajó con su helibalde desde una altura prudente, pero los dos aviones hidrantes realizaron decenas de ataques en vuelo rasante, con certeras descargas sobre los frentes más activos del incendio. Mientras tanto, los brigadistas conectaban sus líneas de mangueras en las bombas de agua que habían situado en las orillas del arroyo Ñireco, y comenzaban a realizar un activo trabajo de superficie.

Poco después de las 18 el responsable de la lucha contra incendios de Parques Nacionales, Alberto Scheufferheld, informó que el incendio estaba detenido y en vías de control, dado que ya no salía de su perímetro.

Un gran porcentaje de la superficie del pinar de Rivelli resultó destruido y a las autoridades no les cabe duda de que el fuego fue iniciado de manera intencional.

Nuevo foco en la estancia Alicura

SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- Un nuevo foco de incendio, que se desató el jueves por la tarde en tierras de la estancia Alicura, logró ser controlado ayer por la mañana y en horas de la tarde fue extinguido.

Las llamas se originaron por un fogón mal apagado cerca del lugar donde se encontraba tiempo atrás la villa Alicura, sobre el río Limay.

Desde la Dirección Regional de Bosques de la provincia se informó que el siniestro alcanzó una superficie de 244 hectáreas.

Desde ese organismo con asiento en Junín de los Andes se decidió enviar inmediatamente una cuadrilla de brigadistas en el helicóptero afectado al Plan Nacional de Manejo del Fuego.

También se sumó a la tarea un grupo de combatientes procedentes de El Bolsón, que casualmente circulaba por la ruta nacional 237 de regreso a esa localidad; lo mismo que socorristas de otras reparticiones de la zona y personal de la estancia.

Durante la noche del jueves y la jornada de ayer, unos 30 brigadistas realizaban las tareas de supresión de los focos con herramientas de mano y motobombas conectadas a varios metros de manguera.

Hace una semana se quemaron en ese mismo campo unas 4.000 hectáreas de pastizales, ocasión en que intervinieron mas de medio centenar de personas, y los aviones hidrantes del Plan Nacional de Lucha contra el Fuego que operan desde San Carlos de Bariloche.


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