Pese al clima, Bariloche tiene una tasa de depresión similar a Buenos Aires

Un estudio da cuenta que en la ciudad cordillerana, los casos vinculados a la depresión están tres veces más vinculados al consumo de alcohol y hay un 10% menos de acceso a los consultorios de salud mental.

Lejos de las estadísticas de los países escandinavos, un estudio reveló que el nivel de depresión en Bariloche, pese al clima, es muy similar al de Buenos Aires. Pero en la ciudad cordillerana, los casos vinculados a la depresión están tres veces más vinculados al consumo de alcohol y hay un 10% menos de acceso a los consultorios de salud mental. 

Los datos del informe elaborado en el 2017 por un equipo de profesionales médicos y psicólogos vinculados a la salud mental, junto al área de estadística y la carrera de Enfermería de la Universidad Nacional del Comahue, fueron publicados días atrás en la Revista Argentina de Salud Pública.  

La hipótesis de la que partió el trabajo no se confirmó pero arrojó otros resultados reveladores. “Queríamos resolver si Bariloche, al igual que muchas otras ciudades donde la temporada invernal es más larga, la exposición al sol es menor y por lo tanto hay mayor aislamiento, tenía mayores casos de cuadros depresivos que la media de Buenos Aires”, señaló Juan Pablo Rendo, director del servicio de Salud Mental del hospital Ramón Carrillo de Bariloche, quien ideó el estudio.  

Puso como ejemplo, los países escandinavos donde “la tasa depresión es muy problemática e incide en los suicidios. De esa intriga partimos”. 

El resultado fue negativo. Bariloche tiene una tasa de depresión media del 7%, similar a la de Buenos Aires o las grandes ciudades

Lo que advirtieron fue una grave asociación de los cuadros depresivos al consumo de alcohol en Bariloche. “La incidencia del alcoholismo es tres veces mayor; es decir que una persona deprimida consume tres veces más que en zonas de Buenos Aires”, indicó el psiquiatra.  

Otro dato curioso que aportó el estudio fue el acceso a la salud pública o privada. En Bariloche, el nivel de consulta con un psiquiatra por parte de alguien que estaba sufriendo un cuadro depresivo era un 10% más bajo. No se debe a la falta de recursos. 

“En Buenos Aires, una persona busca ayuda. Acá la llegada es menor. En mi opinión, tiene que ver con el estigma de la salud mental. Hay mayor ocultamiento y se dejan evolucionar los casos. Se hace el paliativo con alcohol y no se resuelve”, señaló Rendo.  

También consideró que “en Buenos Aires, uno tiene anonimato. Acá uno consulta con un psiquiatra y te cruzás con un vecino. Alguna vez pensamos en armar grupos terapéuticos pero ¿qué pasaba? La gente se conoce. Culturalmente, estamos en una sociedad que se avergüenza frente a los padecimientos de salud mental. Esto se tiene que trabajar mucho para normalizarlo. Es como alguien que tiene un infarto”. 

Para el estudio, se recabó información a través de un cuestionario estandarizado para pesquisar cuadros depresivos que fue entregado casa por casa, timbre mediante.  

Se realizaron 299 consultas. De acuerdo al último censo, es una muestra representativa de Bariloche. Recorrimos barrio por barrio. Al cuestionario, le sumamos datos demográficos, edad, la situación socioeconómica, el nivel de instrucción y otras variables”, precisó Rendo. 

Factor de riesgo 

Un cuadro depresivo es un factor de riesgo para un intento de suicidio. “Es el punto más peligroso y riesgoso”, consideró Rendo pero aclaró que también “genera grandes discapacidades a nivel laboral y social. Y puede derivar en un consumo de sustancias a edades tempranas”.  

Hizo hincapié en la importancia de tratar estos cuadros ante un riesgo de empeoramiento y, advirtió que no siempre se trata “con pastillas. En muchos casos, sirve la psicoterapia y otras aproximaciones”.  


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