Pese a la suba del dólar, muchos eligieron Chile en Carnaval

Más de 5.600 personas cruzaron a Chile durante viernes y sábado. A pesar de la diferencia cambiaria, muchos aprovecharon las ofertas para comprar uniformes y útiles para el colegio.

Pese a la diferencia cambiaria, hubo intenso movimiento en la aduana chilena durante el feriado del Carnaval. Archivo

Pese a la diferencia cambiaria, hubo intenso movimiento en la aduana chilena durante el feriado del Carnaval. Archivo

La postal no es la de los últimos años. Las colas kilométricas de autos aguardando ingresar a la Aduana en el paso Cardenal Samoré para cruzar del otro lado de la frontera quedaron atrás con el disparo del dólar.

Pero el último fin de semana extra largo por el feriado de Carnaval registró un incremento de viajeros hacia Chile. «Si bien bajó el porcentaje de salidas del país en relación a la misma fecha del 2018, hubo un movimiento importante para esta altura del año», reconoció Juan Pablo Monasterio, delegado de Migraciones Bariloche.

Entre viernes y sábado, la Delegación de Migraciones de Bariloche registró 5.696 egresos de Argentina a través del paso Samoré; mientras que entre lunes y martes, 6.207 personas retornaron al país.

Mucha gente decidió aprovechar los dos últimos feriados para hacer un viaje relámpago al vecino país aunque también incidió la decisión del gobernador Alberto Weretilneck de postergar el inicio de clases al próximo lunes y no ayer como estaba previsto.

«Aprovechamos el viaje para terminar de comprar todo para la escuela. Las ofertas son reales, no como acá. Como todos los años, encontramos muchas promociones de llevás 3, pagás 2», admitió Lorena Jorge, mamá de tres niños, que reconoció haber comprado zapatos negros a 490 pesos argentinos y dos camisas blancas por 363 pesos, entre otras cosas.

La mujer reconoció que «conviene comer en patio de comidas de los shoppings ya que comer en un restaurante cuesta 1000 pesos por cabeza» como así también reservar alojamiento previamente por internet.

Sandra Zito aseguró que «a diferencia de la ropa, los útiles estaban caros, excepto las mochilas que estaban baratísimas a 26.000 chilenos (1600 pesos argentinos) que traían una lunchera, una botella de agua y hasta una cartuchera».

«No hay tanta diferencia como años anteriores pero aun conviene comprar allá. Conseguimos pantalones grises a 300 pesos cuando acá cuestan el doble -y de muy buena calidad-. Las zapatillas colegiales blancas o negras a 300 pesos. Las camperas polar azules también estaban a precios muy convenientes», aseveró Florencia Schiavone, mamá de un nene de 8 años.


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