Petroleras dejaron de invertir u$s 4.800 millones

En los tres últimos años las empresas se habían comprometido a colocar en el paísu$s 15.879 millones, pero sólo ejecutaron algo más de u$s 11.100 millones.

Las empresas hidrocarburíferas dejaron de invertir en la Argentina cerca de u$s 4.800 millones en los últimos tres años.

Así lo detalla la estadística dada a conocer por el Ministerio de Planificación Federal de la Nación al comparar el plan anual de inversiones que presentó oportunamente cada una de las petroleras ante el gobierno nacional y los fondos que efectivamente llegaron para exploración y explotación en el plazo mencionado.

¿Cómo se define esta cifra?

Todos los años las firmas del sector presentan ante el Ministerio de Planificación un programa anual detallando las inversiones que pretenden realizar en el país en función de las escalas que manejan sus estructuras y la potencial demanda prevista para ese período. Finalizado el año en cuestión, los funcionarios de la cartera que conduce el ministro Julio De Vido cuantifican la inversión ejecutada y hacia dónde fue dirigida finalmente esa suma de dinero bajo análisis.

Los datos oficiales señalan que durante el 2009 el sector privado tenía previsto inversiones para la exploración y explotación hidrocarburífera en todo el territorio nacional por u$s 6.454 millones. Sin embargo, sobre el final de ese año, sólo terminaron por registrarse inversiones por 3.084 millones.

Por su parte en el 2010, de los 4.696 millones prometidos como nuevas fondos para invertir, llegaron efectivamente sólo u$s 3.824 millones.

En relación al Plan Anual presentado por las empresas el año pasado, las estadísticas oficiales sobre el ejecutado de esa cifra tienen un primer cierre de información (al 31 de enero de 2012) que “puede tener algún tipo de modificaciones cuando se conforme el cierre definitivo de la estadística del año”, tal lo confirmado por una fuente de la cartera de De Vido.

El primer cierre estima que de los 4.729 millones presentados como proyectos de inversión para el 2011 sólo se terminaron concretando unos u$s 4.200 millones (ver infograma adjunto con detalle).

Como se observa, existe un progresivo retiro de las inversiones en materia energética en el país en estos últimos años.

Con esta misma estadística en mano, el ministro del área comenzó la cruzada contra las empresas presionándolas a invertir para revertir el complejo escenario que espera en materia energética, para el corto plazo, la Argentina.

Desde el gobierno nacional muestran un alto grado de preocupación, no sólo por la caída que está mostrando la producción de gas y petróleo en el país sino por la tendencia que están detallando las principales variables de la matriz energética.

“La foto nos muestra que hoy tenemos algo de margen para seguir ‘surfeando’ la crisis… ¿pero hasta cuándo? Sin un fuerte aporte de inversiones los problemas tenderán a potenciarse en un futuro mediato, ingresando en un proceso complejo que va a golpear el actual modelo de crecimiento”, acotó uno de los funcionarios de la cartera económica nacional al ser consultado por el tema.

Los datos oficiales detallan que en el último quinquenio las reservas de petróleo del país disminuyeron en una cuarta parte, mientras que las de gas lo hicieron a una tasa del 43% en ese mismo período. En años de producción esto significa haber perdido uno para el petróleo y tres para el gas.

Según detallan informes presentados por técnicos del Ministerio de Planificación Federal, para poder revertir el actual estado de anemia por el que atraviesa la producción de hidrocarburos el país necesitaría para el período 2012-2016 un piso de inversión anual superior a los u$s 10.000 millones.

Esto, siempre según información oficial, permitiría recomponer la matriz energética a partir del 2015, reduciéndose progresivamente las importaciones para ser compensadas con producción propia. “No hablamos de autoabastecimiento, por los procesos de maduración que muestran las inversiones en este sector, sino sólo de una recomposición de la matriz a partir del 2015”, confió la fuente consultada manteniendo el estricto “off de récord” ante cada una de las preguntas realizadas.

Las previsiones detallan que en el 2013 habrá que esperar otro 15% de caída sobre la producción de petróleo y 19% sobre la del gas, en comparación con el cierre definitivo del 2011.

Salta y Neuquén serían las provincias con mayores retracciones.

Teniendo en cuenta que las inversiones durante el período 2009-2001 alcanzaron un promedio anual del orden de los u$s 3.700 millones, la apuesta oficial apuntaría entonces a casi triplicar los fondos que lleguen al país en los próximos años para poder revertir el actual escenario de crisis y, paralelamente, corregir los desvíos que muestra la balanza comercial del sector.

¿Qué hay de realidad y ficción en la apuesta oficial?

Para la mayor parte de los operadores del sector, en el actual escenario político económico difícilmente puedan aumentar las inversiones en el país en todo lo que se refiere a materia energética.

“El flujo que muestran las inversiones hoy en el mundo no tiene muchos secretos. Concentrémonos en una empresa de petróleo que tiene disponibilidad para invertir. En asamblea, su presidente detalla a los accionistas las alternativas que existen en todo el mundo y aquel país que muestre las mayores garantías para obtener utilidades… ¡hacia allí va el dinero! La Argentina está hoy por debajo de una veintena de países a la hora de definir una inversión en materia energética, independientemente de tener la empresa estructura ya trabajando en el país”, aseguró uno de los asesores financieros ligados a la actividad de la City porteña al ser consultado por el tema.

Sin ir más lejos, Repsol junto con sus socios anunciaron en lo que va de este año inversiones por más de u$s 8.000 millones en distintas áreas del globo: la Siberia rusa, Angola, Libia, Malasia y golfo de México son algunos de los tantos puntos estratégicos a los que apuntó la petrolera en estos últimos dos meses. Argentina no figuró en esta nueva agenda de inversiones, pese al significado de YPF dentro de la contabilidad del grupo español.

El discurso del gobierno

El relato oficial pone a “buenos contra malos” en este escenario de agotamiento económico. Un clásico del kirchnerismo.

Las empresas petroleras son duramente criticadas desde los palcos oficiales por no invertir lo necesario para sostener el modelo nacional y popular. Las culpan de la falta de gas y petróleo que sufre el país.

La administración Kirchner, como tradicionalmente hizo en toda su gestión, no asume ningún tipo de responsabilidad frente a estos escenarios de crisis, como si en estos últimos ocho años un desconocido hubiese estado al frente del Ejecutivo nacional. “Los chicos de YPF no se dieron cuenta de que son una concesión. Vamos a dar debate sobre el costo del barril de petróleo. ¿Será de u$s 70? ¿Y si es menos?”. La frase –publicada por el diario “El Cronista”– corresponde al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y fue pronunciada el viernes pasado en una reunión que mantuvo el funcionario con unos 200 empresarios en el marco de las nuevas reglas del comercio exterior.

Más allá de las sutilezas, poco frecuentes en el lenguaje de Moreno, el gobierno deja traslucir uno de los motivos sustanciales de la cruzada contra YPF.

Moreno no acepta que mientras su cartera intenta defender la salida de dólares mediante el freno a las importaciones, las compras de energía en el mercado externo treparon 110% en el 2011 y dejaron una herida notable en la balanza comercial. Su intención, ahora, es que la empresa pague por la caída en la producción de petróleo y gas, que obligó a aumentar importaciones.

Volver a presionar sobre el precio interno es una de las alternativas que se evalúan desde la cartera de Comercio Interior. No es una idea improvisada. En diciembre el fortalecido titular de esa dependencia envío a las principales petroleras, con YPF a la cabeza, una enorme planilla para completar con datos sobre todos sus costos.

Cabría preguntarnos entonces: ¿con estas medidas se piensa seducir a los inversores para que coloquen un piso de u$s 10.000 millones anuales por los próximos cinco años y de esta manera recomponer la matriz energética del país?

Este tipo de conducta sirvió hasta el 2005, cuando todavía la capacidad instalada de la industria permitía los exabruptos oficiales predicando la defensa de un rudimentario nacionalismo no integrado al mundo.

El eslogan “vivir con lo nuestro” es muy simpático en el relato progresista que maneja el oficialismo, pero casi con seguridad no es el camino para poder lograr el autoabastecimiento energético del país.

El otro relato

Los estudios oficiales detallan que la empresa YPF en estos últimos años no fue determinante en el desplome de las inversiones que sufrió el país.

En el 2009 participó con sólo el 12% (418 millones) de los u$s 3.370 millones que dejaron de ingresar a la actividad. Ese año la firma de capitales españoles había garantizado inversiones por 1.093 millones pero sólo terminó ejecutando 675 millones.

Al año siguiente, las menores inversiones de YPF representaron sólo el 3% (u$s 31 millones) del total del faltante de ese año, que fue de u$s 872 millones, tomando como referencia el Plan Anual presentado por todas las empresas y el que verdaderamente se terminó ejecutando en todas las áreas del país durante el 2010. Esta misma tendencia se observa con el primer cierre estadístico del año pasado (ver detalles en infograma adjunto).

Pero pese a ello YPF está en la mira del gobierno nacional. Los cortocircuitos entre la empresa de capitales españoles y los funcionarios nacionales son cada vez mayores.

Esta semana el representante del Estado en la petrolera YPF, Roberto Baratta, denunció que le impidieron el acceso a la reunión del directorio encabezada por el titular de la empresa, Antonio Brufau. Pero la compañía lo negó y dijo que sólo se impidió la participación de funcionarios nacionales que lo acompañaban: los secretarios de Energía Daniel Cameron y de Política Económica Axel Kicillof, este último ligado al sector de la juventud (La Cámpora) que formalizó su pedido de nacionalización de YPF ante la presidenta de la Nación unas semanas atrás.

Todo indica que el gobierno nacional no cederá sus presiones sobre YPF. Habrá que ver si esta conducta no terminará por afectar definitivamente las futuras inversiones de la principal empresa que opera en el país.

javier lojo

jlojo@rionegro.com.ar

estadísticas del período 2009-2011


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