Phoenix mostró el impacto del coronavirus en su negocio

Con todo el impacto de la pandemia, Phoenix Global Resources (PGR), la petrolera del grupo suizo Mercuria, presentó sus resultados operativos y financieros durante la primera mitad del año. Comenzaron con la reapertura de pozos y la normalización del negocio, pero todavía no esperan alcanzar la posición que tenía la firma prepandemia.  

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La firma registró una producción diaria de 4.369 barriles equivalentes por día lo que significó una caída del 54,63% interanual y es que su registro durante la primera mitad del 2019 fue de 9.630 barriles equivalentes diarios. Esta importante caída se debió por la pandemia que prácticamente eliminó la demanda de petróleo y obligó al cierre de pozos. 

La mayoría de los cierres se realizaron durante abril y el reinicio gradual de la producción comenzó a ejecutarse durante el tercer trimestre en las licencias operadoras Puesto Rojas, Tupungato y Atamisqui y en la no operada Chachahuen. Como la mayoría de las empresas, la firma detalló en un su página web que aprovecharon para continuar “implementando importantes reducciones de costos”. 

Los ingresos de la compañía se reflejaron directamente con lo que fue el despeño productivo. En detalle, durante la primera mitad del año, la empresa tuvo ingresos por 24,9 millones de dólares, lo que significó una caída interanual de 63,7% porque en el mismo período de 2019 tuvo ingresos por 68,6 millones de dólares. 

Nuevamente la caída en los ingresos tiene que ver con el impacto de la pandemia y la crisis internacional que golpeó en los precios. La firma registró un precio del petróleo promedio de 39,19 dólares por barril mientras que durante la primera mitad del 2019 fue de 52,23 dólares, un 25% superior. 

A pesar de los ingresos, en bruto, la empresa se anotó una pérdida de 13,6 millones de dólares en los primeros 6 meses del año, mientras que en el mismo período del 2019 había registrado una ganancia de 1,6 millones de dólares. El paralelo, sus ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación, amortización y exploración (EBITDAX), la empresa registró un negativo de 31,8 millones de dólares, casi lo mismo que en todo el 2019 (39,8 millones de dólares) y muy por debajo de la caída que registró en la primera mitad del 2019 (5,2 millones de dólares). 

Al igual que el resto de las empresas del sector, sus activos se depreciaron a nivel interanual y de 301,1 millones de dólares bajaron a 167,6 millones de dólares. Por último, las inversiones (CapEx) para el período fue de apenas 3,3 millones de dólares, un 93% menos de lo que se desembolsó en el primer semestre de 2019 (50.8 millones de dólares). 

Panorama para el corto plazo 

La compañía realizó una proyección para lo que resta del año y definió una serie de parámetros siempre y cuando la demanda local de hidrocarburos siga en alza. Particularmente, continuarán con el reinicio de la producción en Puesto Rojas, Tupungato, Atamisqui y en Chachahuen aunque no esperan alcanzar los valores productivos que tenían prepandemia. 

Por otra parte, desde la firma también esperan reiniciar la producción en el área Mata Mora de Vaca Muerta, donde están haciendo el deriskeo de la formación, y “en un futuro cercano” en las concesiones no operadas de Río Cullen, Las Violetas y Cajón de los Caballos.  

En paralelo, señalaron que el grupo suizo Mercuria, principal accionista de la empresa, continúa “brindando su apoyo” a Phoenix. El directorio cree que las acciones que tomaron colocarán a la empresa en una base financiera más sólida, pero son cautelosos porque reconocen que enfrentan a contexto “cambiante” por la pandemia.