Piden la condena del policía Pallero por matar a Guíñez en Zapala

Según la defensa, deben declarar al policía no responsable. Las pericias balísticas juegan su rol. También la conducta del imputado. ¿Hubo encubrimiento? El Tribunal dará a conocer su veredicto el martes 17.

Después de un día arduo de trabajo, Facundo Guíñez hizo la última entrega de materiales a las 22:30 del 29 de agosto de 2019 y se reunió con amigos a tomar una cerveza. Más tarde caminó con uno de ellos, H., buscando un negocio abierto para comprar la última botella pero ya había pasado la 1 de la mañana del 30 de agosto y en esa zona de Zapala, por la llamada cancha de Boca, todas las persianas estaban bajas.

Hacía frío. Facundo (29) llevaba plata en el bolsillo, tenía planes de abrir su propia panadería. Después de 10 años como soldado voluntario, de trabajar en el negocio familiar, de ayudar a su hermano Luciano en la construcción, el menor de los hijos de Pilar estaba ilusionado con largarse por su cuenta.

Pasada la 1:30, se despidió de su amigo y regresó sobre sus pasos, por la ancha calle 12 de Julio. Había decidido visitar a un primo.

Segundos después, H. escuchó dos disparos. Se asustó, y corrió en la dirección contraria, hacia su casa.

A metros nada más de allí, Facundo también trataba de correr, atravesado por una bala 9 milímetros que le ingresó por la espalda y le salió por el pecho. Cayó boca abajo, en Chaco casi Diputado Varone.

Esa madrugada fue larga y agitada en Zapala. El cuerpo de Facundo ya sin vida fue hallado oficialmente a las 7.30. A esa hora más o menos un cabo primero entraba a trabajar en la comisaría 22 de Zapala: Pablo Maximiliano Pallero. En el cargador de su pistola reglamentaria faltaban dos cartuchos y él preguntaba cómo los podía conseguir.


Acusación y defensa


El viernes pasado, después de cinco días de audiencias, la fiscalía y la querella pidieron que se declare responsable a Pallero de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, que tuvo como víctima a Guíñez el 30 de agosto de 2019.

El defensor público de Circunscripción, Pablo Méndez, pidió en cambio una declaración de no responsabilidad penal.

El fallo se conocerá el martes 17, a cargo del Tribunal de Juicio integrado por Liliana Deiub, Bibiana Ojeda y Raúl Aufranc.


«Salió a matar»


En su alegato, el fiscal Marcelo Jofré afirmó que «Pallero salió a matar. Lo vio a Facundo, lo siguió, lo corrió y le disparó».

Según su teoría del caso, desde la ventana del living de su casa observó a la víctima cuando pasaba junto a su Fiat Palio, estacionado en la vereda. Sin motivo, y armado con la pistola reglamentaria, salió a la vereda y lo atacó.

Después recogió las vainas, regresó a su casa, donde estaba su pareja y volvió a salir. En las dos ocasiones que estuvo en la calle habló con vecinos que escucharon los disparos. A algunos les dijo que había tirado «a las patas» de «un vago» que se había metido en su auto. Pero a uno le reconoció que había apuntado a la espalda.


La pista falsa


El frente del estéreo, prolijamente colocado sobre un bloque, a un metro del cuerpo. Tiene la huella de un policía. (Gentileza).

La pista falsa del robo del estéreo de Pallero fue sostenida hasta el final por la defensa. Sin embargo, como dijo el querellante Pablo Tomasini, en el Fiat Palio del imputado no hay ni una sola huella de Guíñez.

Junto al cadáver apareció plantado el frente del estéreo del policía. Tiene una sola huella digital: pertenece al primer policía que llegó al lugar cuando los vecinos avisaron que había una persona tirada en la calle.

El defensor Méndez le restó importancia: «pudo haber un caso de contaminación de la escena del crimen, como es habitual».

La versión del robo la sostienen dos personas: el propio Pallero y su pareja. «Nadie en este juicio dio la versión de la defensa, solo el imputado, que es la persona que mató a Facundo», destacó el fiscal Jofré.


Presunto encubrimiento


Arriba, a la izquierda, el defensor Méndez. Pidió que no se difundan fotos de Pallero, un funcionario público, y el Tribunal le hizo lugar.

Sobre el presunto encubrimiento policial hay más sospechas. Cuando se escucharon los dos disparos, entre la 1:30 y las 2, una vecina llamó al Comando Radioeléctrico.

Esa llamada no fue derivada a la comisaría del área. Por eso ningún patrullero concurrió al lugar.


La conducta posterior


Lo que hizo Pallero después de balear a Guíñez se desconoce, salvo por sus dichos y los de su pareja. Según declararon, se fueron a dormir.

La defensa remarca que el policía estaba tranquilo porque nunca supo que había herido a alguien. La acusación se pregunta: si estaba tan tranquilo, ¿por qué dio tantas vueltas y fue hasta la esquina, qué buscaba?

Del mismo modo, se desconoce lo que hizo Pallero al día siguiente, cuando se presentó a trabajar en la comisaría 22 como si fuera un día cualquiera. Sus compañeros formularon declaraciones asombrosamente coincidentes.

Según esas testimoniales, a todos les dijo que le habían intentado robar algo del vehículo, y él le tiró «a las patas» al ladrón.

Tres meses después del homicidio, un perito encontró en la vereda cerca de la casa del policía la marca del supuesto rebote del disparo. La defensa de Pallero le dio sustento científico a la teoría del disparo «a las patas».

Pallero admite que disparó contra Guíñez, pero niega haber apuntado en forma directa al cuerpo como dice la fiscalía y la querella.

Su conducta posterior contiene tantas respuestas como el trabajo de los peritos.

Tal es el punto central que debe resolver el Tribunal de Juicio.


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