“Pobre pueblo rionegrino… Pobre PJ… ¡Pobre mujer!”

A veces uno no sale de su asombro. A veces gratamente y otras no tanto. Este último es el caso de las declaraciones de la diputada María Emilia Soria, aparecidas el 13/7/15 en el diario “Río Negro” bajo el título “Soria exige a jueces de casación respuestas por la causa Arbos”, por las siguientes razones: 1) Pobre pueblo rionegrino… con representantes de esta estatura. No sólo se inmiscuye en otro poder constituido (costumbre bastante habitual en el kirchnerismo), sino que además de calificar ofensivamente la actuación de los jueces de Casación Penal (a quienes no defiendo) habla por boca de ganso o por mandato, ya que seguramente no conoce la causa en lo más mínimo. 2) Pobre pueblo rionegrino… si esta diputada (¿abogada?) con ese desconocimiento del derecho va a proponer y/o sancionar leyes en nuestro parlamento. Existe una condena que justamente se está “casando” en ese máximo Tribunal Penal, por ende ya pasaron los períodos de la prescripción que tanto dice “le preocupan”. Además debería saber que nuestra Constitución Nacional y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos otorgan la facultad de recurrir en todas las instancias existentes una sentencia. Un cacho de cultura… Como diría, en este caso un poco de compostura profesional, salvo que en su carrera universitaria no existiera la materia Derecho Procesal Penal. Pero claro, no debemos olvidar que su rapidez lingüística va a contramano de sus conocimientos jurídicos. 3) Pobre Partido Justicialista… ya que la diputada ocupa una banca en Diputados por el Partido Justicialista, que en nuestra provincia lamentablemente ha pasado sin pena ni gloria (después de 28 años) por el gobierno provincial, en una especie de debut y despedida, sin siquiera un partido homenaje. Pobre Partido Justicialista… con esta diputada consagrada por portación de apellido en una lista sábana. Y justamente ellos quieren seguir “conduciendo”. 4) Si tanta “preocupación” tiene por la justicia y por el juicio Arbos en particular, se hubiera interiorizado de la causa, y así, entre otras tantas irregularidades del proceso, hubiera advertido que se violó la ley 26372, que en su artículo 1º establece la integración del Tribunal Oral en la jurisdicción (se integró con jueces de Neuquén), vulnerándose la garantía de juez natural, lo que luego de nuestra Casación fue “corregido” por el mismo Tribunal cuando juzgó, unos meses después, al imputado Madrazo. 5) Pobre mujer… Alguien alguna vez decía: “Dime de qué hablas y te diré de qué careces”. ¿No será que le ha quedado un sabor amargo por la condena cercana a sus afectos, producto de los sucesos del 1 de enero del 2012? ¿Recuerdan cuando criticó el fallo que condenaba a su madre? Parece que no estaba errado, porque la Corte Suprema de Justicia de la Nación lo confirmó sin cambiarle siquiera una coma. Omar Goye DNI 12.228.642 Bariloche


A veces uno no sale de su asombro. A veces gratamente y otras no tanto. Este último es el caso de las declaraciones de la diputada María Emilia Soria, aparecidas el 13/7/15 en el diario “Río Negro” bajo el título “Soria exige a jueces de casación respuestas por la causa Arbos”, por las siguientes razones: 1) Pobre pueblo rionegrino... con representantes de esta estatura. No sólo se inmiscuye en otro poder constituido (costumbre bastante habitual en el kirchnerismo), sino que además de calificar ofensivamente la actuación de los jueces de Casación Penal (a quienes no defiendo) habla por boca de ganso o por mandato, ya que seguramente no conoce la causa en lo más mínimo. 2) Pobre pueblo rionegrino... si esta diputada (¿abogada?) con ese desconocimiento del derecho va a proponer y/o sancionar leyes en nuestro parlamento. Existe una condena que justamente se está “casando” en ese máximo Tribunal Penal, por ende ya pasaron los períodos de la prescripción que tanto dice “le preocupan”. Además debería saber que nuestra Constitución Nacional y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos otorgan la facultad de recurrir en todas las instancias existentes una sentencia. Un cacho de cultura... Como diría, en este caso un poco de compostura profesional, salvo que en su carrera universitaria no existiera la materia Derecho Procesal Penal. Pero claro, no debemos olvidar que su rapidez lingüística va a contramano de sus conocimientos jurídicos. 3) Pobre Partido Justicialista... ya que la diputada ocupa una banca en Diputados por el Partido Justicialista, que en nuestra provincia lamentablemente ha pasado sin pena ni gloria (después de 28 años) por el gobierno provincial, en una especie de debut y despedida, sin siquiera un partido homenaje. Pobre Partido Justicialista... con esta diputada consagrada por portación de apellido en una lista sábana. Y justamente ellos quieren seguir “conduciendo”. 4) Si tanta “preocupación” tiene por la justicia y por el juicio Arbos en particular, se hubiera interiorizado de la causa, y así, entre otras tantas irregularidades del proceso, hubiera advertido que se violó la ley 26372, que en su artículo 1º establece la integración del Tribunal Oral en la jurisdicción (se integró con jueces de Neuquén), vulnerándose la garantía de juez natural, lo que luego de nuestra Casación fue “corregido” por el mismo Tribunal cuando juzgó, unos meses después, al imputado Madrazo. 5) Pobre mujer... Alguien alguna vez decía: “Dime de qué hablas y te diré de qué careces”. ¿No será que le ha quedado un sabor amargo por la condena cercana a sus afectos, producto de los sucesos del 1 de enero del 2012? ¿Recuerdan cuando criticó el fallo que condenaba a su madre? Parece que no estaba errado, porque la Corte Suprema de Justicia de la Nación lo confirmó sin cambiarle siquiera una coma. Omar Goye DNI 12.228.642 Bariloche

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