Cipolletti transforma sus barrios privados: un paso hacia la integración

La normativa promueve una nueva ruta para el desarrollo urbano con espacios verdes y mayor apertura en los countries de Cipolletti.

La construcción de veredas, el arbolado urbano y la definición de límites divisorios en barrios cerrados son algunas de las nuevas disposiciones incluidas en la modificación del Código de Planeamiento Urbano, recientemente aprobada por el Concejo Deliberante de Cipolletti.

La concejala y presidenta de la Comisión de Obras y Servicios Públicos, Adriana Dietrich, destacó que este proyecto marca una nueva ruta para el desarrollo urbano, surgida de un trabajo conjunto entre distintos sectores. “Todo esto está argumentado, sostenido y explicado por el equipo técnico que elaboró las modificaciones al código, en un trabajo que implicó la participación de diversos actores sociales”, detalló Dietrich.

Además, señaló que el objetivo de la iniciativa es que los vecinos de Cipolletti puedan transitar por una ciudad con espacios más verdes, iluminados y seguros. “En ese sentido se pensaron estas modificaciones, que nos parecieron significativas en un Cipolletti que contempla todos los aspectos de quienes lo habitamos: cómo vivimos y cómo nos movemos dentro de los espacios públicos», afirmó la presidenta de la comisión.

Barrios cerrados con mirada urbana


Carlos Rimmele, a cargo de la Dirección General de Desarrollo Territorial, explicó que históricamente se han aprobado barrios residenciales que no respetan el retiro obligatorio de tres metros desde la línea municipal. Además, afirmó que cada vez que se genera un nuevo barrio privado, “por esencia, no hace ciudad, ya que coloca el cerco sobre la vereda y queda como un búnker aislado”.

“La idea es que, de ahora en adelante, ese cerco tenga el retiro de tres metros, para que se genere ciudad. Vos tenés la vereda y ese espacio adicional donde se puede plantar arbolado y crear una transición entre el espacio público y el barrio cerrado”, aclaró el arquitecto Rimmele.

Según explicó, el cerco ubicado sobre la línea municipal representa un problema para el peatón: “Al no poder generar ciudad, ni espacios verdes, ni iluminación, se complica para quien camina por ahí. Oscurece y la gente ni siquiera quiere pasar. Buscamos generar mayor seguridad para la ciudad.”


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