Con ayuda de Bullrich, LLA busca sumar en Río Negro y Neuquén

El oficialismo prioriza mejorar su performance en los distritos que eligen senadores. El rol del pase de la ministra de Seguridad a los libertarios y el operativo de seducción sobre figuras del PRO.

Senado de la Nación.

La intención de Javier Milei no es sólo “clavar el último clavo al cajón del kirchnerismo” –como ha dicho- sino también disciplinar a la fuerza que creó Mauricio Macri para sumar bancas violetas y volver a un esquema bipartidista. Prioriza, como lo hace Cristina Kirchner desde el 2017, el tercio de los distritos donde se eligen senadores nacionales, como Río Negro y Neuquén. Y también los distritos grandes que aportan más bancas en Diputados, como Buenos Aires.

Matemáticamente a Milei le convendría aliarse al PRO o a oficialismos no peronistas para ganar los dos senadores de la mayoría que corresponden a las ocho provincias con rotación de senadores. De funcionar, la estrategia le daría al Gobierno más libertad de acción en la Cámara alta, donde la oposición pudo frenar leyes, decretos y el nombramiento de jueces de la Corte. El efecto secundario es que el Presidente seguiría dependiendo del PRO o de gobernadores aliados.

Jugada de impacto


La última jugada de impacto en la campaña porteña fue el fichaje de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. La contienda, nacionalizada exprofeso por los estrategas de la Casa Rosada, funciona con el doble objetivo de imponerse al macrismo y replicar la señal al resto del país.

El miércoles, cuando por dos votos cayó Ficha Limpia, algo terminó de romperse entre LLA y el PRO macrista y puso en jaque el panorama en regiones como la del Comahue. En cambio nada se modificó en el esquema del PRO cercano a Bullrich.

De hecho, al día siguiente, la ministra recibió en sus oficinas de Gelly y Obes a legisladores provinciales y nacionales bajo el ritmo que le marcan desde la Rosada. Reportan a Karina Milei y a Eduardo “Lule” Menem tanto la ministra como su operador nacional el diputado Damián Arabia que coordina silenciosamente candidaturas y pases del PRO en las provincias.

Sin embargo, horas después del acto en Recoleta Arabia compartió un zoom con varios diputados del PRO bien dispuestos al salto. Decidieron que todavía son más útiles al Gobierno dentro del bloque que pasando a la bancada libertaria. “Somos el escudo legislativo, para vetos y juicio político” concluyeron.

La sangría de referentes del PRO comenzó con un intendente del Conurbano, Diego Valenzuela (Tres de Febrero), pero se mantiene en un goteo constante en otros municipios y provincias. Esta semana en la Legislatura bonaerense hubo cambio de camisetas y la próxima será el turno de la vicegobernadora mendocina, Hebe Casado.

Ni Chubut ni Santa Cruz son atractivas como objetivo libertario en la Patagonia. El caso testigo es Tierra del Fuego, donde LLA se quedó con una parte importante del PRO al afiliar a la concejal de Ushuaia, Belén Montes de Oca. En la zona más austral del país, el legislador provincial Agustín Coto –máximo referente libertario- se hace eco de la nacionalización de la contienda porteña y difunde cada mensaje del vocero Manuel Adorni como si fuera un candidato fueguino. Plebiscitar el modelo del presidente es el objetivo.

Menos apuro se vislumbra en los distritos sin elecciones provinciales. Aunque con plazos más extensos en Río Negro y Neuquén, todos los protagonistas admiten que una alianza será de difícil conjugación. Se parece al dilema bonaerense, donde no terminan de ponerse de acuerdo porque el PRO pide que se respete su construcción y a sus figuras.

El agresivo cruce de acusaciones por Ficha Limpia entre Mauricio Macri y la Casa Rosada y entre Silvia Lospenatto, cabeza de lista porteña, con el propio Milei, congeló momentáneamente algunas conversaciones. En el PRO lamentan el acuerdo de Milei con el jefe político de Misiones, Carlos Rovira, y el trato hacia Lospenatto, quien frente a la inexperiencia de Martín Menem ofició por más de un año como fiel colaboradora de estrategias parlamentarias.

En ese contexto, el rionegrino Juan Martín apuró un comunicado, avisó que no deja el PRO y reforzó el blindaje del partido a nivel local frente al barro nacional. No es que no intente acercarlo Bullrich, sino que aún están en modo espera. A pesar de las diferencias todos los dirigentes consultados comparten el mismo temor: que la división de votos los aleje de un triunfo y de las dos bancas, o cuatro para el Senado, si contabilizan las de Río Negro y Neuquén.

Un anticipo electoral

Las cuatro elecciones de hoy -como la del 18 en la Ciudad- definirán los próximos pasos de los hermanos Milei. En Salta y en Chaco se vota hoy y se eligen senadores nacionales en octubre como también en Tierra del Fuego, Santiago del Estero, Entre Ríos y la Ciudad de Buenos Aires.

Para este turno provincial sólo hubo alianza libertaria con el gobernador radical Leandro Zdero en Chaco; en San Luis hay una lista libertaria no reconocida y en Jujuy y Salta LLA enfrenta con listas propias a los candidatos de dos gobernadores aliados como Carlos Sadir y Gustavo Sáenz.

Hubo sin embargo acuerdos subterráneos, como el que mandó a hacer Bullrich para colar amigos entre los candidatos del gobernador jujeño con la idea de mantener viva la convivencia futura.

Faltan aún repartir y mostrar todas las cartas. En algunos distritos y por conveniencia los libertarios ‘aceptan’ las marcas provinciales. Así ocurrió en Chaco y podría repetirse en Córdoba con la diputada bullrichista Laura Rodríguez Machado, de quien se espera que evite el avance del diputado Oscar Agost Carreño. El cordobés es presidente del PRO aunque revista en el bloque de Miguel Pichetto, razón por la que lo mandó a intervenir Mauricio Macri, que quiere ser opositor pero no tanto.

Las mismas fuentes nacionales señalan a Río Negro como otro distrito a cuidar tanto como el sello amarillo y los nombres de Juan Martín y Sergio Capozzi pesan a pesar de la inclaudicable postura de la libertaria Lorena Villaverde.

“Donde no se pudo acordar para la elección provincial se intentará acordar para la elección nacional”, avisan desde las oficinas nacionales y admiten como principal barrera para las alianzas una regla libertaria: las cabezas de listas deben ser LLA “puros”.

Los senadores de Neuquén y Río Negro mantuvieron sus posturas en el tema Ficha Limpia. Foto: Archivo

El fracaso de Ficha Limpia y los senadores de la región


El mayor impacto del rechazo a Ficha Limpia fue sobre las posibles alianzas entre la Libertad Avanza y el PRO. Profundizó el malestar del macrismo la sospecha de que Javier Milei haya priorizado su pelea porteña por sobre una promesa a Silvia Lospenatto para sancionar la ley. También que el presidente haya pactado, como se dice en Misiones, con el Frente de la Concordia de Carlos Rovira contra quien batalla el macrismo –sin éxito- desde hace muchos años.

Salvo ese desliz de los dos senadores misioneros que por esta vez no acompañaron a la Casa Rosada, el kirchnerismo mantuvo a su interbloque unido como un frontón mientras que La Libertad Avanza, el PRO, la UCR y la mayoría de los provinciales sostuvieron una unidad de la que esta vez no se desmarcó ni siquiera Martín Lousteau.

En la región, fue evidente el posicionamiento y la división en dos sectores. Los senadores neuquinos Oscar Parrilli y Silvia Sapag y los rionegrinos Martín Doñate y Silvina García Larraburu mantuvieron su solidez en defensa de Cristina Fernández de Kirchner contra la Ficha Limpia. Del otro lado volvió a quedar Lucila Crexell –que termina mandato y no planea renovar- y Mónica Silva, de Juntos Somos Río Negro.
En Unión por la Patria descontaban el voto de Crexell por su antikirchnerismo manifiesto y porque tiene presentado un proyecto muy similar.
Aunque sabían que Silva apoyaba la ley conforme a una norma más restrictiva en Río Negro, no se lo perdonaron.

Tal vez el enojo no haya hizo hacia ella, sino con el otrora aliado del Frente de Todos –en muchas votaciones parlamentarias-, el exsenador y ahora gobernador Alberto Weretilneck. “Hay gobernadores que se reciben de chupamedias porque le prometieron que le iban a hacer la rotonda y no sé qué otra cosa y terminan robándole los recursos” lanzó el formoseño José Mayans en el cierre de su discurso en una clara alusión a la obra prometida por Milei al gobierno rionegrino. Por si quedaban dudas de su enojo, el presidente del interbloque de Unión por la Patria agregó: “Y los senadores más sumisos que nunca, que Milei haga lo que quiera”.


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La intención de Javier Milei no es sólo “clavar el último clavo al cajón del kirchnerismo” –como ha dicho- sino también disciplinar a la fuerza que creó Mauricio Macri para sumar bancas violetas y volver a un esquema bipartidista. Prioriza, como lo hace Cristina Kirchner desde el 2017, el tercio de los distritos donde se eligen senadores nacionales, como Río Negro y Neuquén. Y también los distritos grandes que aportan más bancas en Diputados, como Buenos Aires.

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