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El aumento de retenciones sobre la exportación de carne ovina alerta a productores patagónicos
La Ley Ómnibus establece un arancel del 15% y los productores patagónicos dicen que generará dificultades. En el 2022 las retenciones eran del 0% para alentar la actividad que involucra a Río Negro, Chubut y Santa Cruz.
Los corderos de Río Negro llegan al mercado exportador. Imagen ilustrativa
La entrada en vigencia de la llamada Ley Ómnibus tal como fue presentada por el gobierno nacional prevé la aplicación de un arancel del 15% a la exportación de carne ovina, lo cual dejaría a la Argentina “afuera del negocio” a nivel internacional y con grandes dificultades para recuperar mercados.
Así lo afirmó el economista del Inta Leonardo Claps, quien trabaja desde hace años con el sector ganadero de las provincias patagónicas. La producción de corderos y ovinos adultos para la exportación genera ingresos anuales al país por unos 250 millones de dólares.
Las provincias de Santa Cruz y Chubut son las que concentran a los principales frigoríficos dedicados a la exportación, con una cuota de participación menor por parte de Río Negro.
Un reciente comunicado de Confederaciones Rurales Argentinas advirtió que el proyecto de ley causaría serios perjuicios a la comercialización de vinos, carne ovina, algodón y aceite esencial de limón, entre otras economías regionales.
Claps reconoció que sería un impacto fuerte para la Patagonia, porque la ganadería ovina es una producción “marginal”, con rentabilidades bajas, debido al carácter “extensivo” de la actividad, y las pasturas “muy pobres” disponibles.
Reconoció que la aplicación de retenciones del 15% sobre las ventas externas, como lo impulsa el gobierno nacional, sería “un cimbronazo muy importante” para el sector y que los productores y frigoríficos “perderían interés” en atender esa demanda.
Según señaló la CRA, el 85% de las exportaciones de carne ovina se generan en la región patagónica y los derechos de exportación, que alguna vez fueron del 5%, en 2022 fueron bajados al 0% para estimular la actividad. Aseguró que “la abrupta suba al 15%, en un contexto de precios internacionales al 50% de su valor de años previos, limita toda posibilidad de exportar en 2024”.
La entidad subrayó que los ingresos fiscales nacionales serían de no más de 2 millones de dólares anuales, “una cifra insignificante para el Estado, pero determinante para 2.000 productores y proveedores de la exportación”. El cálculo es que se les estaría quitando entre 500 mil y 800 mil pesos en promedio a cada pequeño productor.
Una medida así tomada “de buenas a primeras” -consideró Claps- “te deja afuera del negocio”. Explicó que el mercado interno se maneja con otros criterios. “La inflación en la Argentina nos despedaza, pero estamos acostumbrados. En el mercado internacional asumir un costo de exportación del 15% te deja directamente afuera, además de traer graves problemas para los productores, los frigoríficos y toda la cadena de valor”, afirmó el economista.
Actualmente la exportación argentina de carne de cordero maneja volúmenes bajos pero está muy diversificada. Claps dijo que los mercados externos para ese producto se concentran en Europa (en países como España, Italia, Alemania, Bélgica, Holanda, Grecia e Inglaterra), además de algunos envíos destinados al Sudeste Asiático.
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